Bolsas

La ley de bolsas ya tiene su decreto reglamentario

Con fecha 7 de enero se aprobó el decreto (Decreto 3/2019) que reglamenta el uso sustentable de las bolsas plásticas, quedando prohibidas aquellas de un solo uso que no estén certificadas ni tengan constancia de cumplimiento. La apuesta es generar un cambio cultural en favor del ambiente.

A partir del 1° de marzo de 2019 solo podrán fabricarse o importarse las bolsas permitidas según la ley, que entre sus condiciones está la de ser biodegradables o compostables. Y el 30 de junio es la fecha límite luego de la cual solo podrán distribuirse, venderse o entregarse estas bolsas que autoriza la ley (Ley 19.655 / Decreto 3/2019).

El objetivo primordial es prevenir y mitigar el impacto ambiental derivado de la utilización de las bolsas plásticas como la conocida “bolsa camiseta”.

El director Nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario, señalo “Apuntamos a un cambio cultural, para lo cual estamos desde el año pasado trabajando en campañas de sensibilización e información -Sacá la bolsa del medio-. Experiencia desarrolladas en localidades del interior del país, ya dan cuenta de una reducción del uso de bolas plásticas de un 50%”.

Agregó que todo se irá dando de acuerdo a los plazos establecidos “atendiendo por ejemplo al requerimiento de cambio de materiales, que implica que los fabricantes van a tener que importar las resinas, generar un proceso de fabricación que lleva un tiempo”.

Las bolsas de plástico biodegradable o compostables solo podrán distribuirse, venderse o entregarse, cuando el fabricante o importador haya obtenido el certificado de conformidad emitido por el LATU, tras cumplir con requisitos vinculados al tipo de material, las dimensiones, resistencia e identificación.

El consumidor podrá identificarlas a través del logo de certificación y deberá pagar por ellas (ver imagen de distintivo para bolsas biodegradable o compostables y bolsas con material reciclado).

El costo para los consumidores finales se fijó en $3,3 + IVA (UI 0,82 + IVA), precio que será ajustado anualmente de acuerdo al valor de la UI del primer día hábil del año correspondiente. El precio de la bolsa se lo queda el comerciante, y está prevista la exigencia de volcar estos costos en campañas de sensibilización.

El decreto establece además algunas excepciones, para cuyos casos las bolsas deberán cumplir con determinados requisitos y contar con una constancia de cumplimiento emitida por la Dinama. Alguna de estas bolsas son: las bolsas rollos con espesor menor o igual a 15 micras, las bolsas plásticas tipo “chismosa” o de TNT, las bolsas de plástico reciclado de espesor mayor o igual a 100 micra, las que también tendrán un logo que las identifica.

Además de la certificación de las bolsas, el decreto crea el Registro de fabricantes o importadores de bolsas plásticas. Antes del 1° de marzo de 2019, todas las empresas fabricantes o importadoras de bolsas plásticas, cualquiera sea su tipo o material, deberá estar inscripto en dicho registro que llevará adelante la DINAMA.

Nario expresó, “Nosotros vamos a estar monitoreando de forma permanente, y si es necesario implementar algún ajuste en el precio, en el sistema o en la estrategia en general lo haremos. Recordemos que además hablamos de un proceso en el cual estuvieron involucradas distintas instituciones públicas y privadas, como el Ministerio de Industrias, LATU, la Cámara de Industrias, las grandes superficies, Cambadu, PIT-CNT, entre otros”.

En el mundo se usan 500.000.000.000 de bolsas plásticas por año, una de las causas fundamentales por las que 8 millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos.

En Uruguay usamos un promedio de 360 bolsas por persona al año, cuyo destino equivocado termina en una afectación al ambiente, un riesgo para la vida de nuestras especies marinas y un costo para la gestión municipal.

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