Acuerdo interinstitucional

Plan Nacional contra la Resistencia Antimicrobiana

Uruguay presentó el Plan Nacional contra la Resistencia Antimicrobiana (RAM), con un fuerte componente de trabajo interinstitucional, que reúne el esfuerzo y las capacidades técnicas de tres ministerios y organizaciones internacionales, con foco en el cuidado de la salud humana, la sostenibilidad y la protección del ambiente.
Plan Nacional contra la Resistencia Antimicrobiana

Este documento es el resultado de un esfuerzo conjunto entre los ministerios de Ambiente, Ganadería, Agricultura y Pesca y Salud Pública, con el objetivo de avanzar hacia la elaboración de una estrategia nacional para combatir la resistencia antimicrobiana, que representa una amenaza sanitaria mundial creciente. Su avance pone en riesgo el tratamiento de infecciones causadas por agentes microbianos, lo que desencadena enfermedades cada vez más prolongadas y una mayor mortalidad a nivel mundial.

Este plan reúne además de los ministerios mencionados, a la Intendencia de Montevideo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), las organizaciones de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y para el Medio Ambiente (Pnuma) y la Unión Europea.  

Durante la presentación, el ministro de Ambiente, Robert Bouvier señaló que “la resistencia antimicrobiana es un desafío apremiante, que no conoce fronteras ni límites, y cuya magnitud demanda una respuesta coordinada y sistémica. Reconocemos la íntima relación entre la salud del ambiente, la salud de los sistemas agrícolas y la salud humana. Por ende, este plan se basa en la premisa de que un entorno sano y sostenible es fundamental para frenar la resistencia antimicrobiana”.

Esta estrategia nacional se estructura orientada por el Plan de Acción Mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos de la OMS, la que establece objetivos como mejorar el conocimiento de la RAM y la concientización a través de una comunicación, educación y formación efectivas.

A su vez, se plantea la necesidad de reforzar los conocimientos y la base científica a través de la vigilancia, la investigación y el uso adecuado de los medicamentos con el objetivo de reducir la incidencia de las infecciones en los animales y los seres humanos.

Para esto es necesario preparar argumentos económicos que permitan una inversión sostenible alineada con las necesidades del país, para aumentar la inversión en nuevos medicamentos, medios de diagnóstico, vacunas, saneamiento y otras intervenciones.

A partir de estos planteos Bouvier aseguró que, desde el Ministerio de Ambiente, “contribuiremos en la implementación de medidas de regulación y control sobre la producción y distribución de antimicrobianos en el ambiente, garantizando su uso racional y efectivo, de forma de minimizar la propagación de resistencia y preservar la eficacia de nuestros valiosos recursos naturales”.

“Estamos comprometidos en la construcción de un futuro en el que la salud de nuestros habitantes y nuestro ambiente estén en equilibro”, concluyó el jerarca.