Ministerio de Ambiente

Se trata de una herramienta más en el cuidado del ambiente, que aporta valor al sector y permite al tambero conocer el grado de instrumentación de buenas prácticas en su gestión ambiental y detectar nuevas oportunidades de mejora.

El objetivo es monitorear, analizar y mejorar constantemente la forma de producir para que sea posible el desarrollo sostenible de las actividades humanas en estas zonas. Se trata de acompañar estos procesos de nuevos paradigmas de producción, su transición entre la situación actual y la futura, y generar recursos para definir, coordinar y articular acciones entre los actores involucrados.

En este contexto el ministro de Ambiente, Robert Bouvier sostuvo que la certificación es una acción “que nos da la pauta de como venimos trabajando en el sistema productivo y la importancia de las acciones conjuntas de ambos ministerios para alcanzar un desarrollo sostenible”.

El jerarca informó que el “sector lechero cuenta en el país con más de 3.000 tambos, que poco a poco pretendemos se sumen a estos procesos de producción alineados a la conservación”, y agregó que “la certificación es un incentivo para que los productores demuestren que es posible la producción sostenible, aspecto que promovemos desde el MA”.

Esta distinción, otorgada por el Inale con el apoyo de ambos ministerios, se caracteriza por dos aspectos que se consideran claves destacar: el primero de ellos por su carácter de voluntaria, como apuesta al compromiso del sector productivo con el desarrollo sostenible. El segundo consiste en el beneficio ambiental que directamente obtendrán los productores como resultado del cumplimiento de los requisitos para acceder a la certificación.

A partir de estos acuerdos se determinaron medidas y acciones para atender las necesidades de tecnología, maquinaria, infraestructura, buenas prácticas para un desarrollo sostenible en el sector; dimensionar las necesidades económicas y financieras para la transición entre la situación actual y la que se pretenda; valorizar productos, proteger el ambiente, dar un marco para el desarrollo, generar trabajo en cantidad y calidad; entre otras propósitos y medidas. 

El primer establecimiento reconocido, que se presentó voluntariamente al proceso de  certificación, es el tambo “El Escondido” ubicado en el paraje Punta del Salvador, Departamento de Soriano, manejado por la productora Anny Blum.

Blum valoró la importancia de la certificación y el proceso que implica ya que le permitió, a través de un trámite “sencillo”, valorar junto a los técnicos de las instituciones su sistema de gestión de efluentes y “poder saber si se está haciendo bien o no, o si tiene ajustes que realizar”. A su vez, la productora de Soriano sostiene que “lo bueno de tener este sistema, es que acompaña la sanidad del rodeo” lo que aporta valor a su emprendimiento y su sostenibilidad.

En su primera fase, el Sistema de Certificación acredita el correcto diseño, implementación y operación de los sistemas de gestión de efluentes de los tambos, por sala de ordeñe.

En el acto de presentación de la primera certificación, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos auguró que la aspiración es “certificar 200 tambos en la cuenca del río Santa Lucía, en base a sus sistemas de efluentes”.

El presidente del Inale destacó la importancia de la producción sostenible en el sector lechero e informó que “el Inale elaboró un plan estratégico que está pensado en tres sectores: sector primario, el industrial y la inserción internacional, los tres atravesados por el cuidado ambiental”. Juan Daniel Vago sentenció que “este certificado es un ejemplo que se puede manejar la tensión entre producción y cuidado del ambiente”.

La primera certificación se encuadra en el marco del Plan de Cuenca Sostenible elaborado por el MA junto al Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP): un instrumento que busca implementar acciones en la transición hacia una producción agropecuaria sostenible, a través de buenas prácticas ambientales en la Cuenca del río Santa Lucía.

El objetivo del Plan es promover y apalancar el desarrollo sostenible del sector agropecuario en esta cuenca, lo que apunta a lograr en forma simultánea el cuidado del ambiente, la valorización de la producción, beneficios económicos por alcanzar resultados de mejora de la producción, mejora de la calidad ambiental y beneficios sociales asociados.

Para el ministro Mattos “transversalmente el tema de la sostenibilidad lo vamos incorporando rápidamente a nuestros sistemas productivos. El mundo hoy lo exige y nuestro país está en condiciones de poder hacerlo”.

Mattos agregó que “Uruguay está en condiciones de registrar y medir más allá de la eficiencia productiva”, por lo que “se puede apostar al cuidado del ambiente con algunos cambios sencillos en las prácticas de manejo en los procesos productivos. Un ejemplo de esto es la huella ganadera”.