Bolsas

El problema del plástico

En el mundo se usan 500.000.000.000 de bolsas plásticas por año, una de las causas fundamentales por las que 8 millones de toneladas de plásticos terminan en los océanos.
Bolsa de material plástico flotando en el océano

En Uruguay usamos un promedio de 360 bolsas por persona al año, cuyo destino equivocado termina en una afectación al ambiente, un riesgo para la vida de nuestras especies marinas y un costo para la gestión municipal.

El uso de bolsas plásticas alcanzó a esta altura niveles desorbitantes, con impactos negativos para el ambiente, en particular para la vida marina, ya que es corriente que estas bolsas terminen en el mar, afectando a la fauna que la confunde con comida. “Para 2050 se estima que habrá más plástico que peces en los océanos”, recordó el director Nacional de Medio Ambiente, Alejandro Nario.

Los desechos plásticos como las bolsas de nylon se han convertido en una de las mayores amenazas para la biodiversidad marina. Las estadísticas muestran que en 2050 habrá en los océanos más plásticos que peces.

Los restos de plástico en el agua no solo contaminan sino que perjudican a animales tan variados como moluscos, peces, tortugas marinas, mamíferos y aves, quienes confunden esta basura con alimentos o simplemente los comen de forma accidental.

El plástico se degrada hasta convertirse en microplástico, que afecta sobre todo a los invertebrados. Un segundo gran problema es que a bordo del plástico flotante se trasladan por todo el globo especies exóticas invasoras, que impactan de forma negativa en los ecosistemas donde desembarcan.

Pero también en la ciudad es conocida su afectación al paisaje, además de los daños y los gastos generados en las comunas para resolver problemas de bocas de tormentas y tuberías tapadas que terminan en muchos casos generando problemas de inundación.

Si bien el mundo empieza a ser más consciente del impacto negativo que genera en el ambiente el consumo irrestricto de plásticos, en particular sobre los ecosistemas y su biodiversidad, aún queda mucho por hacer.

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