Protocolo de Nagoya: fortaleciendo las capacidades para su implementación
El proceso que se inicia busca sensibilizar y capacitar a los técnicos sobre el acceso a los recursos genéticos y la participación justa y equitativa en los beneficios derivados de su utilización.
Fueron tres jornadas, los días 10, 11 y 12 de diciembre, donde se presentaron los principales objetivos del Protocolo y cómo el ABS puede contribuir al alcance de la Agenda 2030. Se intercambiaron distintas visiones e inquietudes en torno a este instrumento de carácter global que regula el acceso a los recursos genéticos al tiempo que establece derechos generales de participación en los beneficios.
Los participantes pusieron especial énfasis en la importancia de valorizar los conocimientos tradicionales asociados a los recursos genéticos que poseen los productores familiares, que han sido transmitidos generación tras generación.
En febrero de 2019 continuará esta modalidad de formación para que los técnicos puedan acercar el tema a las Mesas de Desarrollo Rural. A través de las Mesas se buscará fortalecer las capacidades de la población rural y de las comunidades locales empoderándolos para que puedan participar activamente en la construcción e implementación de este marco legal.
Este proceso se orienta a fortalecer la confianza entre usuarios (personas o países interesados en acceder a recursos genéticos) y proveedores (personas o países que los proporcionan) fomentando la existencia del consentimiento fundamentado previo y el establecimiento de condiciones mutuamente acordadas para el acceso de recursos genéticos.
La actividad fue organizada conjuntamente por el Proyecto Global ABS – PNUD/GEF –, el Mvotma a través de su Dirección Nacional de Medio Ambiente y el MGAP a través de la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR), y contó con la participación de técnicos de las instituciones involucradas, de Inmujeres/MIDES y de la Reunión Especializada de la Agricultura Familiar (REAF) Mercosur.