Mercurio

Se acuerda un instrumento jurídicamente vinculante a nivel internacional sobre mercurio

El 19 de enero de 2013 culminó la negociación sobre Mercurio en el marco del proceso que se viene realizando desde 2009. La comunidad internacional acordó un nuevo texto vinculante sobre Medio Ambiente que se denominará “Convención de Minamata sobre Mercurio”.

Esta convención refiere a compromisos de los países para el control de las emisiones y liberaciones de mercurio, para los procesos de fabricación que lo utilizan, el comercio y el almacenamiento provisional ambientalmente racional del mercurio como mercancía, los desechos, los sitios contaminados, la necesidad de fortalecimiento de capacidades y de transferencia de tecnología para los países en desarrollo. El mercurio es un metal líquido persistente, altamente tóxico, que ataca el sistema nervioso central y es especialmente perjudicial para los niños.

Con la presidencia de Uruguay durante todo el proceso, a cargo del Embajador Fernando Lugris, se cumplió el objetivo trazado por el Foro Mundial de Ministros de Medio Ambiente que en febrero de 2009 propuso lanzar negociaciones con vistas contar con un acuerdo internacional para un instrumento jurídicamente vinculante sobre mercurio, antes de su sesión de febrero de 2013.

El proceso consistió en cinco conferencias mundiales que avanzaron en la construcción colectiva del texto que finalmente fue cerrado en Ginebra en la 5ª Sesión del Comité Intergubernamental de Negociación de Mercurio (INC5) y será aprobado en febrero de este año por el Foro Mundial de Ministros de Medio Ambiente. Durante estos años se contó con el apoyo pleno del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y con el asesoramiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se destaca la importancia que tuvo la cuarta reunión del Comité celebrada en Punta del Este (INC4) hace tan solo seis meses, en Uruguay.

La delegación de nuestro país estuvo encabezada por la subsecretaria del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Raquel Lejtreger. En su intervención Lejtreger señaló que Uruguay es consciente del momento histórico que implica la concreción de este nuevo acuerdo vinculante. “Es entonces nuestra responsabilidad para con las actuales y las futuras generaciones, encontrar el camino para concluir con éxito un convenio que proteja el ambiente y la salud humana frente a las emisiones de mercurio” afirmó la subsecretaria.

Destacó a su vez la activa participación que mantiene nuestro país en el capítulo de Químicos y Desechos de la agenda ambiental. “Es para nosotros un tema de gran importancia por estar fuertemente vinculado a los objetivos prioritarios del Gobierno Nacional; la erradicación de la indigencia y la disminución drástica de la pobreza y la exclusión”.

Por último Lejtreger convocó a los países participantes a lograr un convenio de mercurio ambicioso y equilibrado. Ambicioso, dijo, “para asegurar la protección del ambiente a través de medidas de control eficaces de las emisiones de mercu­rio. Pero también equilibrado, de forma que ofrezca la flexibilidad necesaria para contem­plar las diversas situaciones de los países y proteger la salud humana, especialmente de las poblaciones más pobres y vulnerables, en particular los niños”.

A lo largo de las negociaciones, las delegaciones lograron acercar sus posiciones en un proceso transparente desarrollado en multiplicidad de grupos de contacto técnico en los que se dieron 7 días de intenso trabajo que incluyó a más de 900 delegados de 140 países además de la participación de ONGs y diversas instituciones.

Más allá de las divergencias y de las situaciones coyunturales, el acuerdo alcanzado en Ginebra demuestra la clara voluntad de todos los países en avanzar en materia del desarrollo del derecho ambiental internacional con perspectiva de largo plazo, en el marco del concepto de desarrollo sostenible, tal como lo referido por el Presidente Mujica en la Cumbre de Río + 20.

Este es el primer convenio ambiental posterior a Rio+20 y reafirma los principios de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que incluyen, entre otras cosas, las responsabilidades comunes pero diferenciadas, considerando las circunstancias de los Estados respectivos y sus capacidades así como la necesidad de una acción global, principio por el que los países en desarrollo y en particular el Grupo de América Latina y El Caribe (GRULAC) han bregado intensamente.

La nueva Convención se abrirá a la firma en Japón en octubre de 2013 y se denominará “Convención de Minamata sobre Mercurio¨ para honrar la memoria de las víctimas de la tragedia ambiental sucedida a esa comunidad de pescadores hace 50 años.

La confianza política en la presidencia del INC liderada por Uruguay, cerraron con éxito el intenso trabajo de 4 años de articulación interna, nacional, regional y global,  a través del MVOTMA y el MRREE, en favor la calidad de vida y la salud de las poblaciones vulnerables.

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