Producción más limpia
A partir de los años 80’s, se hizo más notorio su posicionamiento como una estrategia alternativa a las medidas de gestión ambiental que, hasta entonces, se enfocaban principalmente en el control de la contaminación (ej. Tratamiento de efluentes, emisiones atmosféricas, residuos), tradicionalmente denominadas como soluciones al “final de tubo”.
Es decir, una gestión de la contaminación de carácter remedial, centrada en su manejo y tratamiento, una vez esta se ha generado.
La prevención de la contaminación a diferencia del tradicional enfoque curativo, plantea un proceso sistemático que involucra tres niveles de análisis:
- los productos
- los procesos
- los servicios
Lo que da lugar a la formulación e implementación de alternativas de mejora que respondan a las causas de la contaminación, con miras a su minimización o eliminación.
Entre las opciones disponibles sobresalen: la sustitución de materiales tóxicos, la optimización de procesos productivos, el aprovechamiento y valorización de subproductos y residuos, entre otras.
El enfoque de la de la PML se basa en un proceso de mejoramiento continuo (en el uso más eficiente de recursos como materias primas, agua, energía, etc.), considerando así la contaminación como una consecuencia de la ineficiencia productiva.
La estrategia de PML tiene el potencial de generar ahorros al interior de la unidad productiva que la pone en práctica, los cuales están representados especialmente por: un menor consumo de materias primas e insumos, una menor cantidad de producto no conforme y la reducción de costos relacionados con el manejo ambiental; que en su conjunto contribuyen a compensar de forma parcial o total las inversiones relacionadas con la mejora del desempeño ambiental.