Un B 200 y otro T34

Aviación Naval recuperó dos aeronaves que no estaban en servicio desde hace cinco y quince años

Además de la incorporación de los dos nuevos helicópteros Augusta Bell a la flota de la Aviación Naval, este fin de semana se anunció el retorno al servicio de otras dos aeronaves, un B200 que no funcionaba desde hace cinco años, y un T34 de instrucción, que no estaban en condiciones de volar en forma simultánea con otro similar, desde hace quince años.
Aeronave de la Aviación Naval recuperada

El comandante de la Aviación Naval, C/N. Nicolás Sanguinetti indicó en el marco del 96 aniversario de la Aviación Naval, que «estamos más que satisfechos con el desempeño de nuestra institución, que incluso en época de pandemia, no se detuvo jamás, ni sus tareas de mantenimiento ni sus operaciones ni su instrucción, incluso aumentó sus tareas, colaborando asiduamente con el Comité de Emergencia Departamental».

Agregó que «también se vieron plasmados los arribos de 3 helicópteros, el primero de ellos hace hoy un año, posteriormente en septiembre el primer AB412 y como todos hemos visto, hoy mismo presentamos la segunda unidad de este tipo que una vez que finalicemos los controles de calidad y de stock respectivos, así como unos componentes que faltan arribar al país, se estará cerrando el contrato e incorporando formalmente a la flota aeronaval».

También destacó la recuperación de aeronaves que “estuvieron fuera de servicio por muchos años, y que gracias al empeño y desempeño de nuestro personal de mantenimiento, hemos conseguido retornar al servicio. Mi reconocimiento a todo el personal de mantenimiento, por la dedicación, el amor a la profesión, la excelencia y calidad de su trabajo”.

Sanguinetti recordó el origen de la Aviación Naval, «impulsada por pioneros y vanguardistas de la Armada desde 1911. Primeramente, el CF Rouette como piloto de globo aerostático, luego el entonces Alférez de Navío Atilio Frigerio que en 1911 se encontraba en Europa realizando un curso de electrónica, tiene la oportunidad de ver el desarrollo de la aviación y comprende desde su óptica de marino, las enormes ventajas que presenta para una Armada el tener una rama aeronaval. Informa a la Armada y ésta tramita y consigue la admisión a los cursos de vuelo en la escuela italiana de Aviano, donde el joven Frigerio en 1912 estando del otro lado del Océano, se convierte en el primer piloto de todo el Uruguay.

Señaló que el 7 de febrero de 1925, se crea por Ley de Presupuesto, el entonces denominado Servicio Aeronáutico de la Armada, «hito acaecido hace exactamente 96 años. El entonces c/f Frigerio, asumía como primer Jefe del insipiente servicio», precisó.

Consideró que la Aviación Naval «es importante para el país, porque el dominio del mar requiere vectores que puedan operar continuamente sobre él. Es importante para la Armada y para el armónico desarrollo de su flota, la cual sin el vector aeronaval está limitada en su capacidad de operar».

«La creación de la Aviación Naval fue uno de los cambios estructurales más grandes en la historia de la Armada Nacional y por sobre todo, 96 años después sigue vigente y con más futuro».

Indicó que «la maniobra en el mar no admite prescindir de los ojos vigilantes de sus exploradores, de la defensa de la soberanía ante amenazas inciertas, ni del brazo salvador ante aquellos que requieran socorro. El marino que vuela no es un slogan, es una doctrina, es la esencia del trabajo en equipo, es el complemento indispensable para lograr una respuesta naval integrada y completa. Nuestra institución está viviendo este presente de pandemia difícil, totalmente integrada a la realidad nacional, con una profunda fe en el futuro», puntualizó.

Dijo que «la misión, las tareas existen, están allí frente a nosotros, en esos 200.000 kilómetros cuadrados de plataforma continental, zona económica exclusiva y mar territorial que tenemos que cuidar, vigilar y defender y en ese 70% del total de las fronteras internacionales del país, que también requiere nuestra presencia».

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