Ministerio de Defensa Nacional

El acto conmemorativo estuvo encabezado por el ministro de Defensa Javier García, el subsecretario Rivera Elgue, el jefe del Estado Mayor de la Defensa gral. del aire Rodolfo Pereyra, el comandante en jefe de la Fuerzas Aérea gral. del aire Luis de León, el director del ministerio Fabián Martínez y el subdirector Cipriano Goñi.

El director de la Escuela Militar Aeronáutica cnel. (av.) Juan Pereyra recordó en su discurso que la Escuela Militar de Aviación nació en 1916 en los terrenos que actualmente ocupa la base aérea Capitán Boiso Lanza. El capitán Boiso Lanza fue nuestro primer director y también el primer mártir”, precisó.

Indicó que “un 20 de noviembre como hoy, del año 1937, llegamos a estos campos que habían sido del Aeropostal, la primera aerolínea del mundo. Llegamos ni más ni menos que a cargo de nuestro director de ese momento, el mayor Óscar Gestido, quien luego fuera general y presidente de la República. Desde ese día, estos campos se denominaron Aeródromo General Artigas. Desde aquí, en mi opinión, se fue forjando nuestra secesión del Ejército Nacional, dado que quienes elegían el arma aérea pasaron en forma paulatina a vivir y a estudiar en estos edificios, si tendrá, pues, importancia nuestra escuela”, puntualizó.

Indicó que “durante este año, gracias a este tipo de apoyos y a las instituciones amigas, a las cuales agradezco de corazón vuestra ayuda desinteresada, y reitero, en pos de nuestros jóvenes, hemos logrado la recuperación de la piscina, la pista de atletismo, la pista de aterrizaje de pasto, y en breve recuperaremos el tercer curso para alojar a la nueva generación de jóvenes aspirantes. También se cumplió por primera vez con que los cadetes de primer año obtuvieron su aproximación al vuelo mediante el vuelo de planeador, hecho histórico que atiende un viejo anhelo de nuestra fuerza y cumple con la visión de quienes nos antecedieron. Por tanto, puedo decir con la alegría que misión cumplida. Solo me he detenido en estos logros que fueron posibles, como he dicho, gracias al apoyo que hemos tenido y al esfuerzo denodado de nuestros oficiales, profesores, alumnos y personal subalterno”, sostuvo.

Pereyra aseguró que “por acá se deja todo. Dejamos hasta la última gota de nuestra energía para hacer, como se dice en la EMA, las cosas bien. Con errores, por supuesto, pero con mucho amor, espíritu de cuerpo y sacrificio. Porque para ser vanguardia de la patria debemos esforzarnos y, por tanto, se debe ser, no alcanza con parecer. Debemos seguir trabajando con una conducta recta y justa, promoviendo el saber, el conocimiento, que nos permitirá el progreso y, por tanto, eso nos hará más libres. Con juicio crítico, acorde al tiempo presente, debemos centrarnos en el trabajo y así alcanzar el progreso del que hemos hablado. Trampolín para forjar nuestro destino”, puntualizó.

Durante la ceremonia se reconoció la trayectoria de los profesores Walter Contreras y Javier Canes. “Llegaron a esta escuela en 1978, 45 años han pasado. La gran mayoría de los que estamos aquí fuimos sus alumnos. Realmente no tengo palabras para agradecerles. Para agradecerles vuestras enseñanzas, vuestras charlas con los alumnos, por el tiempo dedicado y su vocación de servicio”, enfatizó Pereyra.

Luego agregó que “hoy también nos hemos emocionado. Hemos sido partícipes de uno de los momentos más lindos y sentidos en la vida de la escuela. La entrega de la media ala a nuestros cadetes de segundo año aviadores y navegantes que indican su escalafón. Es imposible en esta sencilla ceremonia no habernos reflejado. Debe ser uno de los momentos más lindos del ver llegar a nuestro instructor u oficial referente. Acompañado por uno de nuestros seres queridos para colocarnos la media ala en el pecho”, sostuvo.

Agregó que “sin lugar a dudas es un momento único que le pido que lo atesoren en vuestro corazón. Que recurran a él cuando la fuerza falte, cuando duden de su vocación, cuando piensen que nada vale la pena. Les pido que lo recuerden y estoy seguro que las dudas se disiparán”.

“Cadetes de segundo año: vuestras familias y nosotros sabemos lo que cuesta conseguir nuestras primeras alas. Sacrificio, cansancio, valentía, horas sin dormir, miedo e incertidumbre. También es reponerse de los posibles fallos, errores y mal llamados fracasos. Pero vale la pena. Vale la pena redoblar esfuerzos. Vale la pena dedicar nuestros logros a un padre enfermo o que partió antes. Vale la pena luchar por nosotros, por nuestros sueños, por nuestros compañeros y la familia. Salgan a la calle con el pecho hinchado del logro obtenido. Luzcan sus alas con gallardía, con alegría y con la certeza del deber cumplido. Que el mundo sepa que somos hombres y mujeres del aire. Pero siempre mantengan la humildad. Esas alas los harán volar, con ellas alcanzarán sus sueños y le permitirán la honrosa responsabilidad de servir a la patria”, subrayó.

También reconoció y agradeció “la lealtad, el trabajo, esfuerzo y dedicación de los señores y señoras oficiales, profesores, instructores, alumnos y personal subalterno en el Instituto. Ustedes hacen posible que la Escuela Militar de Aeronáutica crezca día a día, que la misma se encuentre siempre un poco mejor. El futuro nos espera y nosotros tenemos la preciosa tarea de formar y forjar a nuestros jóvenes”.

En otro momento sostuvo “a las familias de nuestros alumnos, gracias por confiar en la Fuerza Aérea. Estén seguros que nuestro producto no los va a defraudar. Es un producto profesional, bueno y noble”, puntualizó.

“Para finalizar, quiero compartir una frase del general piloto aviador militar Oscar Gestido. “Por mucho que sean las dificultades, no voy a abandonar la lucha. En último caso, que mis cenizas y mi sacrificio personal puedan servir para algo”. Falleció siendo el presidente de la República. Esto me hace reflexionar en que uno es lo que hace y no lo que dice que hace o lo que dice que es. Nuestro sacrificio es para crear futuro, por tanto, sí valdrá la pena. Estoy convencido que ese es el espíritu que debe guiar nuestras acciones. Que así sea”, concluyó.