Ministerio de Defensa Nacional

El ministro de Defensa, Javier García, que fue de inmediato al lugar, dijo que espera que este hallazgo «aporte paz» y reafirmó el compromiso del gobierno de «trabajar por la paz y la unidad entre los uruguayos».

El martes el ministro fue sobre el mediodía al Batallón 14 para recibir de primera mano la información sobre el hallazgo, lugar al que también acudieron integrantes de la Institución Nacional de Derechos Humanos y el fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad, Ricardo Perciballe.

Este miércoles, el ministro García junto a los integrantes de la Institución de Derechos Humanos y el fiscal Perciballe, volvieron al predio del batallón, adonde también acudieron ocho integrantes de la Agrupación de Madres y Familiares  de Detenidos Desaparecidos.

El ministro García dijo sobre el hallazgo que «uno en lo primero que piensa es en el aspecto humano. Y en ese sentido, esperamos que este hallazgo de hoy aporte paz en una familia».

«Con el correr de los días sabremos todos los procesos de identificación que están programados. Pero esperemos que esto sea así, que aporte paz y vuelvo a reiterar, lo que creo más importante, que es el aspecto humano y la esperanza de la paz en una familia uruguaya», precisó en sus declaraciones formuladas el martes.

El ministro explicó que habló con a Agrupación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, «con Ignacio Errandonea y le trasmití esto que le estaba diciendo recién, y ratificar una vez más, el compromiso que tiene el gobierno de Uruguay, desde el día que asumimos, en trabajar por la paz y la unidad de los uruguayos. Y ratificamos ese compromiso, y al mismo tiempo eso implica seguir trabajando, como lo hemos hecho hasta ahora, con seriedad, con discreción, pero aportando todo lo que se pueda para para el objetivo que queremos fundamental», precisó.

Respecto al hallazgo indicó que “hablando con los antropólogos, con los técnicos, hay diferencias con respecto a otros hallazgos anteriores, la superficialidad del territorio. La cercanía con los hallazgos anteriores, a unos cien metros, más o menos, en un área donde se estaba haciendo excavaciones, que se habían hecho excavaciones hace muchos años también, y que está muy cerca, está muy cerca allí, de una de una vieja bodega que había en el en el lugar”, puntualizó.

El ministro García dijo que se comunicó con el presidente de la República para informarle el martes por la mañana y recordó que «el día que asumimos, yo dije específicamente al final de del discurso de asunción del cargo, que íbamos a trabajar por la unidad y por la paz de los uruguayos. Y que no iba a haber paz, porque la paz no es un concepto abstracto. La paz en una sociedad se conforma de la paz en los hogares uruguayos, y que no iba a haber una paz total hasta que no hubiera paz en esos hogares que aún no la hay»

Luego señaló que «esto fue un hallazgo de trabajo consuetudinario, habitual, que viene haciendo el grupo de antropólogos. Al que quiero destacar la seriedad que tiene en el trabajo y el profesionalismo que llevan adelante. Y vuelvo a reiterarle, las fechas evocan siempre evocan, y es un compromiso que creo que es permanente, como decía, por la paz y por la unidad y por la fortaleza de la democracia», subrayó.

«El trabajo requiere mucha seriedad, requiere mucha reserva y mucha cautela. Primero, por respeto, por respeto a las familias. Y segundo, por la eficacia del trabajo. Y ese es el camino que recorrimos en estos tres años, y el que vamos a seguir recorriendo», aseguró el secretario de Estado.

Destacó por otra parte el trabajo de colaboración del Ejército; «en particular en este caso, ha trabajado y trabaja en permanente comunión, en permanente colaboración, con los técnicos y con los profesionales».

Consultado sobre si se pudo haber encontrado algo más que una pista del género de la persona o de quién se tratase, respondió que «son los técnicos, los antropólogos, los que van a llevar adelante la tarea. Me parece que en estas circunstancias no es buena cosa las conjeturas, que es importante las certezas, y las certezas se dan con estudios técnicos, que ya llegará el momento de tener los resultados. Creo que es un aporte también a continuar con esa discreción, y con esa seriedad del trabajo para tener resultados que aporten la paz que profundamente queremos».

El hallazgo

La antropóloga Alicia Lusiardo, jefa del equipo de antropólogos dijo que «el martes a las 10:13 de la mañana en una zona que veníamos trabajando ya hace unos meses, tuvimos este hallazgo de un cuerpo, de una única persona, el número mínimo es uno, donde evidenciamos que es un enterramiento primario, cubierto de cal, de abundante cal y de una loza de material de entre un metro setenta y dos metros, que estaba por encima de la cal recubriendo el cuerpo».

En cuanto al momento del hallazgo dijo que «en una de las segunda o tercera pasada de las retroexcavadora, el tacho va bajando lo más fino posible en capas para ir viendo los cambios en el sedimento, bueno, a la tercera pasada se detectó abundante cal y un cráneo que estaba ahí en superficie».

«Tenemos este hallazgo entre veinte centímetros y cuarenta centímetros de profundidad, es una zona con muy poca potencia, con muy poca profundidad para poder realizar una fosa, de manera que estaba muy en la superficie. Esto generó que parte de los restos quedaran en el tacho de la retroexcavadora y otra parte en la planta de la de la trinchera, de manera que tuvimos que hacer dos excavaciones en simultáneo, manuales, y controladas para poder recuperar hasta ahora más o menos el 70% del esqueleto, y continuaremos trabajando en la jornada de hoy para poder terminar», explicó.

Indicó que «a esta zona se llega no por información nueva, no por ningún testimonio que haya llegado recientemente. Es producto de información que ya tenía el equipo desde el año 2005, que se volvió a interpretar, que se volvió a plantear en el terreno, que se hizo un análisis de las excavaciones anteriores con esa misma información de cómo se habían realizado y qué zonas, de repente, no habían sido excavadas, y el planteo nuestro fue volver sobre la zona y excavar todo lo que no se hubiera abordado anteriormente, cubriendo exhaustivamente una zona que en realidad es muy grande, porque es una cautela que involucra todo el monte viejo de este batallón para los años de interés».

Agregó que el área «está cautela desde 2020, de manera que hemos venido avanzando desde el año 2020 para llegar a esta trinchera 405 del día de ayer, en particular, donde estaba este cuerpo».

Indicó que se trata de «un individuo adulto, no podemos dar todavía más información sobre sus características de perfil biológico, es decir, sexo, edad, estatura, tampoco sobre traumatismos o patologías, eso todo va a ser estudiado en el laboratorio. Nuestra prioridad ahora es retirarlo del sedimento y poderlo transportar. Pero sí es un enterramiento primario, estaba boca abajo, con abundante cal y una losa por encima».

Consultada sobre si es parecido los similares cuerpos hallados anteriormente respondió que «sí, tiene un patrón muy similar a los cuerpos hallados en este periodo militar, en el batallón 13 o ex batallón 13 y en la chacra de Pando. El entrenamiento primario significa que esta persona fue enterrada en este lugar y nunca fue removida. Está su esqueleto aparece articulado en posición anatómica. Eso nos hace a nosotros saber que ese cuerpo está ahí desde el momento en que fue depositado».

Lusiardo agregó que se encontraba «boca abajo; es el primer cuerpo que registramos, que tenga esa esa disposición. El resto es muy similar en cuanto a la cal, tiene abundante cal, es el que tiene más cal hasta ahora de los que hemos encontrado, y bueno, la presencia de la losa, también se repitió en otros hallazgos».

Acerca de si tenía ropa, tenía algún indicio de violencia el cuerpo, explicó que «hasta el momento no hemos detectado o encontrado, más bien, ningún resto o vestigio de textil o defectos asociados a esos restos».

«En relación a posibles traumatismos, si bien hemos utilizado el detector de metales tratando de ver si hay alguna ubicación de algún fragmento de proyectil de arma de fuego. Por ejemplo, que es algo que, en realidad, se hace de manual, como buena práctica, no es que tengamos acá ninguna presunción. No hemos encontrado nada de eso, posibles traumatismos serán estudiados después por la junta médica designada y por nosotros, una vez que los restos estén acondicionados y limpios», precisó.

Preguntada sobre si puede haber dificultades para extraer el ADN posteriormente, respondió que «no, para cuando llegue a nosotros estos restos, en realidad están muy bien preservados en cuanto a su material genético, porque la cal ayuda a preservar el material genético. Y esta cal incluso generó un molde sobre el cuerpo en el que se puede observar los talones, los muslos, incluso los glúteos de la persona que fue enterrada allí, por la impronta que quedó marcada en la cal».

Sobre el empleo de la losa dijo que «es una de los elementos que hemos encontrado en otros enterramientos. No podemos saber a qué corresponde esa práctica de colocar una losa de distinta composición, según el caso, pero sí ya se ha repetido en otros hallazgos».

Consultada acerca de cuánto tiempo van a trabajar y cuándo van a poder retirar todos los restos de este lugar, la antropóloga indicó que «tenemos pronóstico de lluvia, quisiéramos poder terminar hoy, así que lo antes posible… ya estamos, de hecho, continuando con la excavación a ver si podemos retirarlos ahí».

En cuanto a la continuación de los trabajos dijo que «lo primero es hacer todo el sedimento que ustedes vieron, que está en bolsas o está sobre lonas, que está correctamente identificado de qué sector proviene, va a pasar por un tamiz por una zaranda, en la búsqueda de pequeños restos, de posibles dientes o cualquier cosa de interés, o sea, que lo primero es una gran labor de tamizaje de todo el sedimento. Después lo que se va a hacer es seguir avanzando en el terreno, como veníamos, a las siguientes trincheras, en busca de nuevas», puntualizó.

Respecto al trabajo de laboratorio que se realizará, explicó que «el laboratorio genético tiene que tener por menos dos cosas muy importantes. Una es la experiencia en extracción de material genético a partir de restos óseos, que no es lo mismo que extraerlo de sangre, de saliva. Y además son restos muy antiguos, y que tienen un cierto deterioro, por más que tengan cal recubriéndolos. La experiencia es una de las cosas».

«Y lo otro es tener la base de datos de referencia de las familias para hacer la comparación. Porque tenemos que tener primero una coincidencia a nivel genético que después se va a corroborar con trabajo antropológico y estadístico, para saber si es una identificación. Si el laboratorio tiene que tener la base de datos de referencia y la experiencia», precisó.

«Nosotros vamos a proceder a radiografiar los restos. Probablemente enseguida, después una limpieza y ahí elegiremos junto con la junta médica, cuáles son las piezas más indicadas para mandar al laboratorio, y cuanto antes se van a enviar».

Consultada sobre cómo se elige cuál de las piezas es la que tiene más material genético, explicó que «hay piezas que clásicamente ya sabemos que son las que mejor rinden un resultado, que son las que tienen mucho tejido cortical, que es el tejido más grueso y menos esponjoso del cuerpo. Normalmente es una muestra de fémur y un diente lo que se selecciona, pero si el tejido está dañado, si la pieza no es no es buena, vamos buscando dentro de lo que ya sabemos que da buenos resultados las siguientes piezas por orden jerárquico para mandar al laboratorio».

Lusiardo aclaró que «la datación del enterramiento no se puede realizar, a menos que haya algún elemento cultural asociado, que todavía no hemos encontrado ninguno, así que todavía la datación de la fosa no».

Acerca de si se podría tener un indicio del sexo, respondió que «no, uno siempre cuando va trabajando va mirando los restos, tiene que saber que hueso está encontrando, cuál va a encontrar a continuación, uno los observa, si está con traumatismos, procede de una manera distinta, que si el hueso no tiene un traumatismo. Evidentemente, nosotros miramos los huesos. Lo que sí sabemos es que, por buenas prácticas, no se hace una determinación, ni de sexo, ni de edad, ni de estatura, ni de nada traumático o patológico, si no es cuando el hueso está limpio en laboratorio».