Ministro García advirtió que populismos de izquierda y derecha son «veneno para la paz y la democracia»
El ministro García participó este jueves en Río de Janeiro, en la X Conferencia Internacional de Seguridad Forte. Orden global en transformación: frente a la tormenta perfecta.
Se trata de un foro para un diálogo birregional que reúne a tomadores de decisiones, diplomáticos, representantes de las Fuerzas Armadas y académicos de América Latina y Europa para estimular el debate sobre un sistema internacional justo y pacífico.
El ministro participó en el primer panel de la conferencia en el que estuvieron otras importantes autoridades como Bruno Kahl- presidente del Servicio Federal de Inteligencia de Alemania.
Discurso
«Es para mí un verdadero honor saludar a representantes de gobierno aquí presentes, organizadores, ciudadanos de este hermoso país que nos recibe hoy en Río de Janeiro y compartir panel, con tan altas y distinguidas personalidades.
No quiero dejar pasar la oportunidad de reconocer a la Fundación Konrad Adenauer, gracias a la cual hoy nos encontramos en esta instancia de diálogo”, comenzó señalando el ministro García en su discurso.
Señaló luego que “el mundo está convulsionado. Por ello, las definiciones precisas colaboran no solo en entender mejor las situaciones, sino a resolverlas y saber dónde estamos parados».
Indicó que «la humanidad «post pandemia» es distinta. Nuestras poblaciones han sufrido un impacto sanitario y sus efectos, en las economías nacionales y familiares, han sido muy profundas. El ataque fue biológico y su consecuencia más directa fue la tentación de limitar las libertades», advirtió.
Sostuvo haciendo referencia a Uruguay que «mi país optó por el camino de la libertad responsable, sabiendo que había que pensar en «el día después».
«Cualquier crisis y, especialmente esta, la sanitaria, debe atenderse en función de políticas que tengan un horizonte ordenador», precisó.
«Los valores sobre los que se construyen las políticas públicas, definen no solo esas políticas, sino también a los gobiernos que las impulsan y en las cuales ellos creen. Nuestro valor, fue la libertad», enfatizó.
El ministro señaló que «cuando la pandemia comenzó a quedar atrás, nos sumergirnos en una guerra que, aunque es lejana geográficamente a estas latitudes, el mundo hiper globalizado nos acercó íntimamente: la invasión rusa a Ucrania, sin eufemismos, las cosas como son».
«Ella desnudó la preocupante debilidad de la multilateralidad, simbolizada en este caso por la parálisis del Consejo de Seguridad que limita la capacidad de la comunidad internacional para reaccionar eficazmente ante la crisis”, indicó.
García sostuvo que “nuestra América, al decir de Martí, es depositaria de importantes recursos naturales, mercados internos que sirven de atracción para la inversión extranjera, un continente de paz, la vocación de nuestros países y, permítaseme mencionar específicamente al mío, mi país, Uruguay, como un firme promotor del derecho internacional, de la democracia y de la defensa de los Derechos Humanos».
Posteriormente destacó la presencia de Uruguay «en las Misiones Operativas de Paz de NU. Estamos convencidos de que con los estados europeos con quienes compartimos los valores mencionados, podremos apostar a tener un mundo más seguro y previsible. Volver a instituciones firmes y a una relación multilateral capaz de actuar evitando e impidiendo la violación de estos derechos, es fundamental», sostuvo.
«Tenemos desafíos y amenazas muy graves: el narcotráfico, el terrorismo y su financiamiento corrupto, los ciberdelitos y las ciber amenazas, los cambios climáticos, los fenómenos migratorios, la pobreza en amplios sectores ampliada por los efectos de la crisis sanitaria», advirtió.
Dijo que «el mundo está en una cruz de caminos. Los totalitarismos y los populismos de izquierda y derecha, que terminan siendo lo mismo, quieren nutrir a nuestros pueblos de soluciones pretendidamente fáciles que son veneno para la paz y para la democracia. La democracia es ética, respeta los derechos humanos, las diferencias, la libertad, o simplemente no es democracia», enfatizó.
«Tenemos, por encima de nuestras diferencias ideológicas, que hacer lugar a reivindicar una institucionalidad democrática y fuerte, y a lograr que la multilateralidad no sea solo un ámbito de declaraciones y acciones intrascendentes, sino el ámbito de solución de conflictos que eviten la guerra, la violación de los derechos humanos y un ámbito de progreso y paz».
«Propiciar ámbitos y actividades como la inaugurada en el día de hoy, evidencian un firme compromiso en la comprensión de la situación actual, en función de la realidad internacional que experimentamos y con la cual nos sentimos comprometidos», concluyó.