Ministerio de Defensa Nacional

A continuación las palabras del ministro en el acto realizado este martes en la sede del ministerio de Defensa Nacional, ante un grupo de efectivos de las tres fuerzas, representando a quienes participaron del patrullaje fronterizo:

Hoy cumplimos un año del inicio de la operación fronteras seguras, cumpliendo la ley 19.677.

De allí a hoy, 800 soldados por día cuidaron nuestra soberanía, nuestra seguridad y nuestra salud. Desplegaron 5200 puestos de control fijos y móviles, adecuados según la circunstancia y las necesidades, 16.268 patrullas terrestres y fluviales, 1.826 horas de vuelo de la FAU. Empeñamos más de 4.350.000 horas de servicio.

Un año después se puede decir, sin grandilocuencias, serenos y objetivos, que Uruguay es más seguro que antes de empezar la tarea. Una zona tan sensible de los países, y el nuestro no es la excepción, que son las fronteras, con un perfil de comisión de algunos delitos específicos a ella, tiene hoy una custodia y una protección que la hace más segura. Abigeato, gran contrabando, narcotráfico, el crimen organizado en general, tiene en la frontera un área natural de desarrollo. En la prevención y en la disuasión, pero también la represión de ellos estuvieron presentes las Fuerzas Armadas.

No es menor, el ejercicio soberano de nuestro territorio que significó la tarea. Es la tarea que define a las Fuerzas Armadas.

A poco de empezar se sumó la pandemia y nada se dejó de hacer, sino que se sumaron misiones.

Estamos en plena lucha contra un enemigo biológico muy serio y allí en primera línea está nuestro personal. Que el impacto es grande en materia sanitaria nadie lo duda, pero cuánto peor podría haber sido sin esta presencia preventiva en frontera, durante todo el año pasado.

Ganamos 10 meses mientras nuestros vecinos tenían cifras que estaban entre las primeras en el mundo. Controles sanitarios, desinfección de vehículos, información ciudadana, cierre de fronteras en los momentos más difíciles, controles migratorios, vigilancia en cursos fluviales, en fin tareas todas que desplegaron con sacrificio y profesionalismo. Nada de lo habitual dejó de hacerse, la estructura se estresó al máximo para cumplir bien.

Un año después y luego de miles de procedimientos no existió ninguna denuncia en Fiscalía por abusos, malos tratos, uso de la fuerza, o ninguna ilegalidad de ningún tipo. Eso habla del profesionalismo y sobre todo la actitud. Cosa que nos fue personalmente, y por diferentes medios, destacada por vecinos de las fronteras.

Hoy, un año después la presencia cercana del soldado es un signo de los tiempos que corren, de relacionamiento directo con la población que se suma al que históricamente se tenía en la vida social de nuestras comunidades. Ayudando a la escuela rural, al hospital, al club de barrio, al merendero, a la policlínica, acercando un plato de comida caliente, refugiando al desamparado. Ello no suple el trabajo profesional del militar como servidor de la defensa militar del país, pero lo complementa en un nuevo concepto de protección civil, y es protagonista de la seguridad humana de nuestros compatriotas.

No es un dato menor que el propio Presidente de la República, en un hecho sin antecedentes, haya destacado particularmente el papel de nuestras Fuerzas Armadas.

Como ministro de Defensa, quiero agradecerles el trabajo y reconocerlo especialmente. La ley de presupuesto incluyó por primera vez la compensación económica por la tarea, monto que acaban de cobrar 2.700 efectivos. Porque no alcanza solo con el saludo, a la llegada a sus casas hay una familia que atender y gurises que criar. Pero tampoco es un tema económico, es básicamente de confianza porque el país cuenta con soldados, mujeres y hombres, de los cuales nos sentimos orgullosos.

El Uruguay hoy es más seguro, entre otros, por ustedes, y enfrentamos mejor la pandemia por la misma razón.

¡Gracias por la misión cumplida!