Ministerio de Defensa Nacional

El acto de clausura realizado en la plaza de Armas de la Escuela Naval estuvo encabezado por el presidente Luis Lacalle Pou y el ministro de Defensa Javier García.

Estuvieron también el comandante en jefe de la Armada, almirante Jorge Wilson, el director de la Escuela Naval, capitán de Navío Víctor Ruiz, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia Doris Morales, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, brigadier general (Av.) Rodolfo Pereyra, el secretario de la Presidencia Álvaro Delgado, el ministro de Educación, Pablo Da Silveira, el presidente de la Cámara de Representantes, diputado Sebastián Andújar y la presidenta de la Comisión de Defensa del Senado, senadora Sandra Lazo.

En la ocasión se graduaron 21 guardiamarinas, 9 pilotos e ingenieros mercantes, 3 suboficiales del Cuerpo Especialista y 7 profesionales de para Cuerpo Auxiliar (abogados, contadores y arquitectos).

En rueda de prensa, el ministro de Defensa, García dijo que «estamos en una Armada Nacional que está en pleno proceso de mejora en el sentido de que está incorporando buques. Tenía un problema muy grave que era muchos profesionales formados durante años, pero casi sin posibilidad de navegar. Con la adquisición de nuevos buques, fíjese que vamos a terminar este periodo y va a comprender algo el periodo que viene; va a haber ocho buques que ingresaron a la Armada Nacional», destacó.

Advirtió que «teníamos una Armada que prácticamente no navegaba, que no podía cumplir su misión fundamental que es cuidar nuestras riquezas naturales, nuestros recursos, cuidar nuestra soberanía, ejercer el salvamento, la búsqueda, el rescate, en fin. Todas las misiones fundamentales de esta posibilidad de tener, lo dijo el propio director de la escuela hoy, de tener capacidad de navegación, de tener nuevas plataformas, significa profesionales que van a aumentar en su cantidad porque van a poder ejercer su profesión».

Indicó que del grupo de guardiamarinas recibidos «hay dos características me parece que yo destaco por lo menos. Uno, un número muy importante, una presencia de mujeres muy importante, tanto a nivel del cuerpo general, de los oficiales, como también de los otros cuerpos de la Armada Nacional, incluso de los cuerpos auxiliares profesionales. Ustedes vieron que es un número bien interesante. Así que creo que eso habla de motivación, eso habla de una vocación que siempre es permanente pero que tenía la dificultad de no poder concretarse», puntualizó.

El ministro agregó que «es muy triste para una persona formarse en algo que después no puede ejercer. Bueno, los marinos pasaba eso, no pueden ejercer su vocación prácticamente porque las posibilidades de navegar eran mínimas, ahora el país va a tener esas posibilidades y nuestros marinos también».

«Formamos profesionales»

El director de la Escuela Naval, capitán de Navío Ruiz, dijo que «así como Uruguay genera recursos humanos en software o para el agro, en esta escuela formamos profesionales para la economía azul, economía que a través del mar genera prosperidad para el Estado. Los marinos militares y mercantes formados ante ustedes son nuestros profesionales».

Agregó que «para lograr prosperidad debemos tener un mar ordenado y ustedes, futuros guardiamarinas, ya son parte. Confíen en las enseñanzas recibidas, en la sabiduría y experiencia de sus mandos. Sigan templando su espíritu para unirse con grandeza a las tripulaciones de la Armada. Son el único capital humano capacitado en el mar para combatir amenazas como el tráfico de personas, el narcotráfico, la pesca ilegal, así también como para mantener nuestro balizamiento, nuestra cartografía, controlar la punición, estar presentes por mar en la Antártida y realizar el control de aguas jurisdiccionales. Todo esto es soberanía», subrayó.

Indicó que «también es soberanía disponer de tecnologías en simulación así como recursos humanos calificados que nos permiten desde esta escuela contribuir con los intereses marítimos, creando escenarios para el dragado del canal de acceso a 14 metros de profundidad como también ofrecer Cursos OMI para generar empleos de calidad en nuestro mar».

«Para lograr todo lo anterior, me gustaría resaltar y agradecer a dos pilares institucionales. Al cuerpo docente, reconociendo la gestión del señor ministro de Defensa y su equipo, el doctor Fabián Martínez, contador Damián Galó, coronel Bordagorri y el contralmirante Luciani, por haber incrementado las retribuciones por dietas para nuestros docentes civiles. Y como segundo pilar, a los señores oficiales y tripulación de la Escuela Naval», resaltó.

Agradeció también «a los grandes mandos de la Armada, particularmente a la Dirección de Personal, así como a los mandos logísticos, de apoyo y operativos, en especial a la Fuerza de Mar, Infantería, Aviación Naval y el Grupo de Buceo, así como a las Prefecturas».

«Agradecemos también a nuestros camaradas de armas de la Escuela Militar de la Escuela Militar Aeronáutica y Liceo Militar General Artigas. A los señores directores de las Academias Navales de la región, quienes han sido, a través de sus respectivos agregados, con quien intercambiamos nuestras mejores prácticas en ocasión de la Tercera Conferencia Naval Interamericana».

«Con humildad, pero con absoluta convicción, remarco que debemos estar orgullosos de la formación que brindamos, formando con el mismo ADN a marinos militares, mercantes, así como a bachilleres, con excelencia académica, reconocida por las auditorías y las devoluciones de capitanes y comandantes. Por eso, exhortamos a cada alumno a mantener su ritmo y velocidad firme hacia la graduación», puntualizó.

Dijo que luego de cinco años y dos como director, «me despido y presento a mi relevo, amigo y compañero de promoción, excelente profesional, el capitán de navío Gerardo Estellano, con quien hace apenas 28 años estábamos formados para recibir nuestra espada. Mi agradecimiento a los señores padres de los alumnos por su confianza y apoyo. Al cuerpo docente, a la placa mayor y tripulación, por su compromiso y dedicación. Al señor comandante y jefe. A los contralmirantes De Souza y Luciani, jefes directos durante estos años. A mi familia, a mi esposa Florencia, y a mis hijas Juli y José, siempre navegando juntos».

Finalmente señaló: «señor presidente, entregará la espada a los jóvenes que custodiarán nuestro mar, sus marinos militares. Entregará también la certificación académica a los futuros pilotos e ingenieros de la Marina Mercante Nacional, cultivadores de nuestra pradera azul. Están a su lado los señores oficiales que después de más de 20 años de carrera y fruto de su esfuerzo y superación, han cumplido en este último año con la formación en el Cuerpo Especialista. Seguido de profesionales, abogados, arquitectos y contadores, que en un programa de 6 meses han alcanzado las competencias para ser parte del Cuerpo Auxiliar. A todos que les felicitamos».

«Citando a las lecciones aprendidas en la Estrategia de Seguridad Marítima Nacional, expresamos: no se defiende lo que no se valora, y no se valora lo que no se conoce. No hay acción más soberana que educar a una nación en la importancia de su mar, promoviendo su buen uso y el conocimiento de su potencial», concluyó.