12 años de reformas regionales de Seguridad Social

1982. Pinochet borra el sistema solidario de seguridad social, sustituyéndolo por otro basado en el ahorro individual. Las AFP chilenas pasan a ser las "vedette", como las AFJP lo fueron en 1994 en Argentina, quizás con un poco menos de profundidad que en Chile, e insisto en el quizás.  

Un largo y profundo proceso regional de reformas estructurales y/o paramétricas restrictivas de derechos, estaba en marcha. En 1996 Uruguay baja a la cancha. Las AFAP son la noticia. Paralela o posteriormente, algunos otros países latinoamericanos y de  Europa Central y Este, introducen modificaciones más o menos similares. Años en que visitaba nuestro país José Piñera, el ideólogo pinochetista de 1982.

                       ¿Qué decían los reformadores por aquellos años? El déficit de los sistemas públicos solidarios vigentes se vuelve insoportable
. ¿Solución? Eliminarlos o reducirlos todo lo que se pueda. El estado es el responsable. ¡Ninguna originalidad como se ve! El prolongado proceso iniciado en Chile ponía manos a la obra.
  

 

Quienes se oponían a las reformas, entre los que me incluyo, argumentábamos que sí, que los sistemas solidarios adolecían de grandes defectos, pero ello no significaba su eliminación, sino su corrección. Agregábamos que siendo la Seguridad Social un Derecho Humano Fundamental, implicaba entre otras cosas, una fuerte acción positiva del estado, porque, nos preguntábamos ¿el libre  mercado va a darle contenido a los mismos? Que no era posible negar la imprescindible armonía entre políticas activas de empleo, inexistentes en esos años, y la seguridad social, y entre ésta y el desarrollo en to da su cabalidad.  

            Han transcurrido 25 años de la primera modificación estructural chilena, 10 menos de algunas de las restantes. Surgen interrogantes. ¿Fueron necesarias las reformas? ¿O estuvieron signadas por el neoliberal contexto del Consenso de Washington? Años de reformas laborales flexibilizadoras y/o desreguladoras, de la "mano invisible del mercado", apertura comercial y financiera que priorizaba la obtención de la mayor rentabilidad en el menor plazo, institucionalizando la tasa de interés como principal variable de ajuste, etc.   

¿Cuáles fueron sus resultados? Hoy se habla en lenguaje solapado, difícil de desentrañar en cuanto a sus contenidos, sobre la necesidad de reformas de segunda generación. ¿Qué es eso? Chile, país pionero, analiza modificaciones sustanciales. Argentina ha adoptado alguna medida importante. En ambos casos luego de profundas discusiones con los actores involucrados en el tema.

 

                 ¿Y por casa? CEPAL y la Universidad de la República nos dicen que con los actuales parámetros sólo podrán acceder a la jubilación apenas un 15% de uruguayos. Inaceptable para Uruguay, siempre entre los primeros en materia de cobertura en A. Latina, con porcentajes siempre superiores al 75%.    

 

Como en Chile y Argentina, debemos analizar seriamente nuestro sistema, diálogo mediante, sin esquemas a priori, sea sobre el tema AFAP o cualquier otro. Nada de hacernos los distraídos. La experiencia regional, y de otras latitudes constituirán un gran aporte. El miércoles 13 de junio en el Paraninfo de la Universidad estarán  presentes expertos de altísimo nivel de Argentina y Brasil, junto a especialistas de primer nivel de CEPAL y OIT. Y destaco dos presencias singulares. El Banco Mundial, fuerte impulsor en la década de los 90 de las reformas que se analizarán y un ex Ministro de España, país que procesó una reforma del sistema mediante un muy conocido acuerdo nacional: el Pacto de Toledo. Como gobernante tengo la utopía, no quimera, que algún día en este país podamos procesar algo parecido. El intento hay que  hacerlo, ¿no? Tiempo al tiempo. Por ahora vayamos al Paraninfo  a enriquecernos.

Dr. Jorge Bruni. Subsecretario de Trabajo y Seguridad Social.