Análisis comparado de experiencias de política de empleo juvenil en la región

Chacaltana:  "En el caso de los jóvenes existe una línea tenue entre la actividad y la inactividad económica"

En esta década  América Latina es vista como una oportunidad para el empleo juvenil, y en el marco de ese contexto, la OIT advierte una serie de transiciones que pueden conducir o no, al trabajo decente, manifestó el consultor de OIT Juan Chacaltana durante su exposición en el Diálogo Nacional por el Empleo. Y resaltó que la transición demográfica en la década 2010-2020, no implicara presiones demográficas en el mercado de trabajo, como las que se observaron en décadas pasadas.

Definió a las década de los 90 como período de de políticas ajustes tras severas crisis en los 80; y la primera década de 2000 como lo que puede ser el inicio de una recuperación económica y en materia laboral. Asimismo, Chacaltana resaltó que a la juventud se les debe ver como sujeto de discusión y diálogo y no sólo como objeto de análisis, como se les observa en algunos lugares. La solución de los problemas en el mercado de trabajo, se avizora en el mediano y largo plazo, e insume cuando menos una década sino más, según el experto. Refiriéndose a la región, señaló que el desempleo juvenil en algunos países llega a triplicar la carencia de trabajo que se da en adultos.
Respecto de las transiciones, los jóvenes trabajan muchas veces desde los 15 años aunque muchos inician en condiciones muy precarias lo cual puede comprometer sus trayectorias laborales. En el caso del empleo asalariado, esta proporción sube hasta alrededor de los 20-25 años donde deja de crecer y entre los 30 a 35 años, muchos optan por el empleo por cuenta propia, montando pequeños negocios para evitar el desempleo. Otra situación que preocupa es la cantidad de jóvenes que no pueden trabajar ni estudiar, fundamentalmente mujeres, entre otras razones, por carecer de mecanismos para el cuidado de sus hijos en primera infancia. En este sentido resaltó la experiencia internacional, mencionando por ejemplo que en Chile, existió un mecanismo legal donde las empresas apoyaban en el cuidado de los niños; en Perú donde existía un mecanismo comunitario donde las propias madres se organizan para el cuidado con apoyo del Estado (Wawa Wasi) y en algún país de Centroamérica por el lado de la asistencia social. Destaco que la situación del empleo juvenil femenino tiene dos caras, pues las mujeres jóvenes que necesitan quien cuide de sus hijos, dejan en manos de otras mujeres jóvenes dicha atención, y es por eso que en varios países la ocupación mas frecuente de las jovenes es el trabajo doméstico, asociado a la economía del cuidado.
Otra transición importante y creciente es la migratoria tanto interna como internacional. En el Informe Trabajo Decente y Juventud 2007 de la OIT, se reporta que distintas encuestas aplicadas a mediados de esta década en varios países (Perú, Nicaragua, Chile, México) encuentran que la mitad o más los jóvenes se irían de sus países, si tuvieran la oportunidad. Esto indica que el tema del empleo juvenil excede o va más allá de la realidad económica local. Muchos jóvenes ven en la migración una oportunidad, aunque no todos los que desean migrar terminan concretando ese deseo por lo menos de la manera esperada. Tambien se ha empezado a ver jovenes calificados de países desarrollados, afectados por la crisis internacional, que empiezan a buscar oportunidades en países en crecimiento de la región.
También se refirió a la situación de los jóvenes que no trabajan, ni estudian en la región, llegando a una cifra del 20 por ciento promedialmente. Chacaltana destacó el alto nivel de discusión y buena disposición de los actores sociales, en el dialogo planteado en el eje temático "El empleo y la formación de los jóvenes" en Uruguay.