Análisis y comentarios al Informe de la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo

Murro: “Debemos enorgullecernos de poder hacer estas cosas, que lamentablemente en muchos países de nuestra América Latina no son posibles”
En el marco de las acciones que se están llevando a cabo en nuestro país con motivo del Centenario de la Organización Internacional del Trabajo, se realizó el pasado viernes 15 de marzo, en el Paraninfo de la Universidad de la República, el seminario Análisis y comentarios al Informe de la Comisión Mundial “Trabajar para un futuro más prometedor”.
El ministro Ernesto Murro dijo estar de acuerdo con el informe y que en el momento en que dicho documento se apruebe se deberá “profundizar en planes nacionales tripartitos para llevar estas cosas adelante, en los países que estamos haciendo cosas, como Uruguay, y en los que no están haciendo cosas o están haciendo menos”.
“Creo que este documento está apareciendo medio a contrapelo de las tendencias mundiales, y eso nos aumenta el desafío y el compromiso”, señaló el jerarca.
Al referirse a la negociación colectiva, Murro sostuvo que “haber pasado de tener 25 % de trabajadores con negociación colectiva a tener hoy casi 100 % no es casualidad, es fruto de decisiones políticas que se tomaron para que eso fuera y siga siendo así. Y creo que en ese camino pueden aparecer, a veces, a diferencia de la contundencia que tiene el documento, posiciones donde aparentemente y con una buena calidad de exposición se esté de acuerdo en mantener ciertas cosas, pero en definitiva cuando pasemos raya al final y veamos los resultados se pueden estar produciendo cambios sustanciales”.
Al finalizar destacó como otro aporte fundamental del informe “la vinculación entre los derechos laborales y la democracia”, lo cual significa un “motivo de orgullo y de satisfacción” para la Organización Internacional del Trabajo.
El evento contó con la presencia de Hugo Ñopo, economista regional OIT América, quien realizó la presentación del informe. Además, la apertura estuvo a cargo de la decana de la Facultad de Derecho, Cristina Mangarelli; el director de OIT/Cinterfor, Enrique Deibe; y el director del Instituto de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Hugo Barreto.
En el panel tripartito de comentarios participaron Abigail Puig, como representante del Plenario Intersindical de Trabajadores; Sebastián Pérez, de la Cámara de Industrias; y el subsecretario de Trabajo y Seguridad Social, Nelson Loustaunau; y en la mesa de clausura expusieron el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro; el director de la oficina de OIT para el Cono Sur, Fabio Bertranou; el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim; y la coordinadora residente de Naciones Unidas en Uruguay, Mireia Villar.
A continuación, compartimos la exposición completa del ministro Murro:
Muy buenos días a todas y a todos, es un honor estar nuevamente aquí en la Universidad de la República, para conversar de un tema tan trascendente en el marco del Centenario de la OIT. En primer lugar, quiero notificar que estoy muy contento con este acto. Cuando me dijeron que se iba a hacer en el Paraninfo dije bueno, pero hay que meter gente en el Paraninfo... Que tengamos este acto con esta participación tan plural de empresarios, trabajadores, la academia, invitados internacionales de altísimo nivel, expertos, un diputado, una candidata, que lo podamos hacer de esta manera. Nos aplaudimos hasta cuando no estamos de acuerdo, eso es ejemplo de Uruguay y de la democracia. Agradecerle a la Universidad, a la señora Decana esta posibilidad.
Yo creo que como uruguayos y uruguayas debemos enorgullecernos de poder hacer estas cosas, que lamentablemente en muchos países de nuestra América Latina no son posibles. Y creo que debemos, a partir de eso, reafirmar nuestro compromiso con este proceso, de seguir haciendo las cosas. En segundo lugar, yo voy a decir una cosa, que los que somos más viejos acá adentro puede ser que les produzca alguna sonrisa, yo estoy de acuerdo con el informe. Con el documento de estos expertos internacionales que han hecho este excelente trabajo, que acá ha sido destacado, que nos ilumina, que nos da esperanza, que reafirma algunos principios y normas fundamentales de la querida OIT en su Centenario. Y creo que eso nos abre como algunas etapas en esto que estamos haciendo. Ayer, por ejemplo, en el Ministerio de Trabajo hacíamos otro acto muy importante, con mucha participación tripartita, que fue la presentación del libro de la historia del CONASSAT, el Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, sus 23 años de historia, un salón lleno de gente con participación multipartita, con todo lo que se ha hecho en seguridad y salud laboral. Y tenemos previstas, como lo decía nuestro amigo Fabio, una decena de actividades en Uruguay en estos meses hacia el Centenario de la OIT. Esta es una de ellas, ya se han realizado dos o tres.
Yo quiero destacar que este documento de estos especialistas, lo que ha significado todo el trabajo que se hizo, eso nos da perspectivas y nos abre esperanzas. Y creo que cuando el documento nos dice en sus partes principales, y yo las voy a sumar: “aprovechar el momento para el cumplimiento del contrato social y asumir responsabilidades”. Nosotros podríamos resumir en esa frase, o podríamos pensarlo cuando también el documento nos solicita a cada uno de los Estados miembros de la OIT poner en marcha conversaciones tripartitas nacionales para discutir a fondo un plan de acción nacional sobre la aplicación de las recomendaciones del informe e informar a la OIT como corresponde. O sea que quiere decir que, si este documento finalmente se aprueba, y creemos que sí, vamos a tener que trabajar mucho de acá hasta el 21 de junio. Después tendremos que profundizar en planes nacionales tripartitos para llevar estas cosas adelante, en los países que estamos haciendo cosas, como Uruguay, y en los que no están haciendo cosas o están haciendo menos. Y yo creo que allí hay aspectos sustantivos, en esta discusión. Porque estando de acuerdo con el documento, en nuestra opinión... yo creo que este documento está apareciendo medio a contrapelo de las tendencias mundiales, y eso nos aumenta el desafío y el compromiso, y también en nuestra región, y también en nuestro país.
Yo creo que vamos a tener que ver primero hacia el 21 de junio, ¿por qué pongo el 21 de junio?, porque ahí culmina la conferencia, ahí vamos a saber si este documento se aprueba o no se aprueba, o con qué cambios se aprueba. Y después de la conferencia, para ver cómo lo llevamos adelante, si es que se aprueba sustantivamente lo que tiene el documento, o si el documento tiene cambios sustanciales. Y creo que allí estamos ante una situación, en un marco internacional donde nosotros creemos que hay tendencias internacionales, regionales y también en nuestro país contrarias a lo que plantea este documento, y creo que además vamos a tener que encarar algo que podríamos denominar “ri-re”, el riesgo del retroceso. Yo creo que tenemos riesgo de retrocesos, si no valoramos adecuadamente las coyunturas en las cuales nos encontramos.
Uruguay hoy es primero en América Latina y alterna muy bien a nivel internacional en protección social, en negociación colectiva, sin dudas en negociación colectiva en el sector público, prácticamente inexistente en América Latina.
Esto de haber pasado de tener, en la década de los noventa, 25 % de trabajadores con negociación colectiva a tener hoy casi 100 % no es casualidad, es fruto de decisiones políticas que se tomaron para que eso fuera y siga siendo así. Y creo que en ese camino pueden aparecer, a veces, a diferencia de la contundencia que tiene el documento, posiciones donde aparentemente y con una buena calidad de exposición se esté de acuerdo en mantener ciertas cosas, pero en definitiva cuando pasemos raya al final y veamos los resultados se pueden estar produciendo cambios sustanciales, por ejemplo cuando decimos negociación colectiva sí, pero voluntario; negociación colectiva sí, pero por empresa; negociación colectiva sí, pero por zona. ¿Cómo negocio Montevideo e interior, por ejemplo? El Conrad, ¿dónde lo ubico? ¿En la Ciudad Vieja o en Punta del Este? Los principales aserraderos del país o las grandes empresas que están en Tacuarembó y Rivera, con 800 trabajadores, y alta tecnología. Por eso nosotros somos partidarios y vamos a tratar de seguir llevando adelante la negociación colectiva obligatoria por rama de actividad, fundamentalmente, que permite la negociación con la empresa y existe la negociación con la empresa, y los Consejos de Salarios crean subgrupos porque hemos descentralizado las decisiones del Gobierno. O hay Consejos de Salarios que han creado diferencias para determinadas zonas del país o determinados sectores de actividad, pero eso son decisiones de los Consejos de Salarios tripartitos basados en la negociación obligatoria por rama de actividad. Otra cosa es decir pasemos a la negociación voluntaria por empresa.
Yo creo que el final de eso, en mi opinión, es decir vamos a reducir sustancialmente la negociación colectiva, camino que nosotros no queremos transitar porque, miren, en estas horas yo he tenido una noticia sorprendente de fuente insospechada, ayer en Búsqueda, el FMI, en un documento que se llama “Más trabajo para hacer”, haciendo balance de los mercados laborales latinoamericanos, analiza particularmente el caso de Uruguay en negociación colectiva. Leí solo lo de Búsqueda, no me dio el tiempo todavía a leer todo el documento, voy a confiar en Búsqueda, como corresponde. En Uruguay los acuerdos salariales generalmente son por consenso, por ejemplo si miramos la séptima ronda, esta que está en curso, de 230 Consejos de Salarios, 203 que ya culminaron, 94 % de acuerdos entre empresarios y trabajadores, y 35 % de ese 94 por encima de los lineamientos del Poder Ejecutivo. Esto muestra la fortaleza de la negociación colectiva y la independencia de las organizaciones de trabajadores y empleadores para negociar entre sí.
El documento del FMI dice, además, de los efectos positivos en los indicadores de resultados en las tasas de desempleo que cayeron y las de empleo que aumentaron. A nosotros nos duele cada empresa que cierra y cada trabajador que pierde su trabajo. Nos duele, nos preocupa y nos ocupa. Hemos perdido, en los últimos 4 años, 50.000 puestos de trabajo. Ahora, primero creamos 300.000, y si miramos las tasas de empleo y las tasas de desempleo desde 1985 hasta hoy, las tasas de desempleo de estos períodos de gobierno son las más altas desde el retorno de la democracia y las tasas de empleo son las más bajas desde el retorno a la democracia. Tenemos problemas de trabajo, pero ubiquemos esto en esta realidad y en las realidades que tenemos alrededor, porque países que han disminuido los últimos años notablemente los derechos laborales tienen más desempleo que nosotros y más inflación que nosotros. Hoy Argentina está preocupada por ver qué hace con 51 % de inflación y con 10 % de desempleo y Brasil con 13 % de desempleo. Acá nos duele el 8, tenemos que trabajar para mejorarlo.
Sigo leyendo el informe del FMI: “Los Consejos de Salarios ayudaron a elevar la estabilidad a las relaciones laborales, canalizaron las demandas de manera ordenada y fomentaron un entorno propicio para la moderación”. Y agrega el informe un trabajo de la OCDE donde dice: “Los sistemas de negociación colectiva coordinados [ellos diferencian entre los coordinados y los descentralizados, los coordinados son los más parecidos a los de Uruguay] tienden a conducir a más empleo y menor desocupación en comparación con aquellos totalmente descentralizados”, o sea aquellos que van a la negociación por empresas o por zonas.
Por eso creo que las recomendaciones que hace el documento, que esperemos que en Uruguay también las podamos profundizar y seguir avanzando a partir de comprometernos desde ya como Gobierno, a que el 22 de junio estaremos convocando las conversaciones tripartitas nacionales para discutir a fondo los planes de acción nacionales para la aplicación de las recomendaciones del informe e informar a la OIT, porque tenemos que seguir trabajando para mejorar las cosas que están mal, para bajar ese 8 % de desempleo, para aumentar la tasa de empleo, para mejorar y seguir mejorando las condiciones de trabajo junto a lo que es la mejora de los salarios, principal fuente de ingresos de nuestro país junto a las pasividades y que, entre otras cosas, han puesto a Uruguay a la cabeza de América Latina en la venta minorista explicada fundamentalmente por el aumento real de aproximadamente un 55 % en estos 14 años consecutivos por primera vez en la historia de salarios y pasividades por encima de los precios.
Creo que el informe, además, hace otro aporte sustancial, y es la vinculación entre los derechos laborales y la democracia. Y creo que eso, sin duda, es nuevamente para la Organización Internacional del Trabajo, y para aquellos que queremos a la OIT, motivo de orgullo y de satisfacción. No hay paz social, no hay democracia verdadera sin justicia social, trabajo decente. Muchas gracias.