Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

“Estoy convencido que este es el momento para fortalecer nuestro trabajo, aportar y contribuir por la paz en el mundo”, señaló Castillo, al referirse a los conflictos armados que se han naturalizado globalmente. Destacó que “hoy están en desarrollo 56 guerras que involucran a 92 países”, lo que constituye la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial.

Castillo alertó sobre la creciente desigualdad global, al citar el informe de OXFAM (ONG internacional, que examina las desigualdades económicas, sociales y políticas en el mundo) que señala que en 2024 “la riqueza conjunta de los mil millonarios se incrementó en dos billones de dólares”, mientras “3.600 millones de personas viven bajo el umbral de pobreza”. A ello sumó el retroceso en la participación de los trabajadores en el PBI mundial, según datos recientes de la OIT: “las y los trabajadores percibieron, el último año, 1 billón de dólares menos”.

El ministro subrayó también los desafíos que impone el cambio climático y la transformación tecnológica del empleo. En ese sentido, valoró los avances hacia un instrumento internacional sobre trabajo decente en plataformas digitales, al tiempo que propuso abrir la discusión sobre una futura norma de la OIT sobre inteligencia artificial en el trabajo. “Una acción firme de la OIT en esta materia será un aporte sustancial tanto para los países que aún no han legislado como para aquellos –como Uruguay– cuya normativa vigente no asegura una protección adecuada”, expresó.

Al referirse a la memoria del director general de la OIT, Castillo respaldó la idea de que “la justicia social depende del fortalecimiento de la relación entre empleo, derechos y crecimiento, en el marco de los principios democráticos”. En esta línea, destacó que Uruguay celebra este año 40 años ininterrumpidos de democracia y 20 años de negociación colectiva tripartita y libertad sindical. “Para nosotros, Democracia y Justicia Social son indisociables”, afirmó.

Entre los aspectos más innovadores de su intervención, Castillo propuso revisar los estándares actuales de duración de la jornada laboral, planteando que “se está en condiciones de revisar las normativas que mantienen las 48 horas semanales como límite temporal del trabajo”. Argumentó que esta cifra puede resultar excesiva en el contexto actual de avances tecnológicos y nuevas formas de organización del trabajo.

Castillo también saludó los consensos alcanzados en la Conferencia, como la aprobación del presupuesto, las enmiendas al Convenio Marítimo y “la histórica resolución sobre la condición de Palestina en la OIT y sus derechos a participar en las reuniones de la organización, como Estado observador”, en línea con Naciones Unidas.

En el cierre de su intervención, el ministro agradeció la confianza depositada en Uruguay para integrar la mesa de conducción de la Conferencia, y destacó que “el fortalecimiento de la democracia y de los ámbitos tripartitos, con apego y estímulo al diálogo social, ayudan a contrarrestar la fragmentación y los efectos más negativos del poder económico”.

“Estoy convencido que, si logramos avanzar hacia las metas que nos hemos propuesto, seguro que aportaremos a la pública felicidad de nuestros pueblos”, concluyó.