El diálogo social es la herramienta idónea para encarar las transformaciones en el mundo trabajo

En el marco de la 107a Conferencia Internacional de Trabajo que se celebra en Ginebra (Suiza), el director nacional de Seguridad Social, José Luis Baumgartner, frealizó la exposición por parte de la delegación del gobierno uruguayo.
A continuación la transcripción completa de la intervención realizada:
Señor director general de la OIT, Guy Ryder, señor presidente de la Conferencia Internacional del Trabajo, Samir Murad. Una vez más la Conferencia Internacional del Trabajo, en una de sus comisiones, aborda el análisis del tema "diálogo social y tripartismo", institutos enraizados en las mejores prácticas de esta Organización y cuyo hilo conductor nos remite a la Declaración de Filadelfia y a la propia Constitución de la OIT.
En esta instancia, el Gobierno de nuestro país se propone reflexionar sobre estos institutos, partiendo de una realidad nacional contemporánea rica en experiencias de este tenor.
Durante los últimos trece años nuestro país ha desarrollado una política de diálogo social para la gobernanza del sistema de relaciones laborales, donde reiteradamente se encuentran ejemplos de consultas previas, de tripartismo, de negociación colectiva inclusiva y de diálogo social amplio y comprensivo. Ese tipo de acciones le ha permitido un desarrollo humano constante, reconocido incluso por otras agencias del sistema de Naciones Unidas.
En materia legislativa se han dictado más de treinta leyes que han permitido actualizar la legislación laboral y de seguridad social en temas tales como subcontratación, promoción y protección de la actividad sindical, reforma del proceso laboral, nuevos estatutos de los trabajadores rurales y domésticos, trabajo nocturno, flexibilización del régimen de acceso a la jubilación y reforma del seguro de desempleo, entre otros. En materia de salud y seguridad en el trabajo se ha potenciado el Consejo Nacional para la Salud y Seguridad en el Trabajo, de integración tripartita, donde se ha construido, mediante el mecanismo de consulta, una cantidad importante de decretos y protocolos en la materia.
La política de salarios se centra en convocar Consejos de Salarios, órganos de integración tripartita cuya finalidad es la fijación de salarios mínimos por rama de actividad y categorías laborales. De estos órganos se han desprendido un sinnúmero de acuerdos y en algunos casos convenios colectivos, que cubren a casi la totalidad de los trabajadores de la actividad privada. La mayoría abrumadora de ellos, suscrita por unanimidad. El Consejo Superior Tripartito ha servido como órgano de consulta no sólo para la fijación del salario mínimo nacional, sino también respecto de diversas normas, tales como el decreto que reglamentó la ley de trabajo nocturno o el que reglamenta las agencias de colocación o empleo, o el proyecto de ley de trabajo para personas con discapacidad. El tripartismo se viene expresando desde hace veinticinco años, con la conducción exitosa de nuestra seguridad social a nivel nacional. Adviértase que el Directorio del Banco de Previsión Social se encuentra integrado por trabajadores, empleadores, representantes de los pasivos y el propio Gobierno. Y téngase presente que este Instituto es el que maneja la mayor cantidad de fondos públicos del país. Otro ejemplo resaltable de tripartismo exitoso es el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, el cual también está integrado por trabajadores, empleadores y gobierno y sobre cuyas espaldas reposa nada menos que la formación profesional de nuestros trabajadores. Lo interesante de todas estas experiencias de diálogo social y tripartismo es que han sido motor impulsor de una formalización necesaria del mercado de trabajo. En efecto, desde el año 2005 hasta el presente se han formalizado más de 500.000 trabajadores, y eso implica aproximarlos a trabajos decentes e incluir a sectores de la sociedad que durante mucho tiempo estuvieron fuera del círculo virtuoso de la formalidad.
Otro de los temas cuyo estudio aborda esta Conferencia, es el del acoso en el trabajo. Un punto en extremo complejo donde inciden sobremanera los particularismos de cada rama de actividad y en especial la cultura de cada país o región. El tema no resulta ajeno a nuestro país y, sin perjuicio de que esta Conferencia ha optado por discutir la creación de una norma internacional, en Uruguay ya lo hemos venido regulando, en algunos aspectos mediante la ley (de acoso sexual) y en otros mediante la negociación colectiva.
Sr. Director, Sr. Presidente de la Conferencia: en un tiempo de transformaciones tan profundas en el mundo del trabajo, amenazado en su concepción clásica por la revolución digital, el diálogo social, a través de cualquiera de sus expresiones - el tripartismo, la consulta, el diálogo propiamente dicho y la negociación colectiva -, aparece como la herramienta más idónea para encarar cualquier reforma que se pretenda realizar sobre el derecho del trabajo o las relaciones colectivas de una región o país. El diálogo social, por más transformaciones que sufra el mundo del trabajo, sigue siendo el elemento central del sistema normativo de esta Organización y una formidable garantía para los sectores sociales en las democracias modernas.
Muchas gracias.