El Presidente dijo otra cosa

Faltaba inspiración. Leo a Cuque Sclavo en la última Búsqueda. Con ese humor admirable del que hace gala dice: "cuando a uno no se le ocurre nada, al menos en lo que trato de hacer, uno debe plagiar.

Mis compañeros de semanario en su mayoría no tienen necesidad de hacerlo: ellos viven de ese fenómeno inexplicable que es la noticia" Sigo leyendo. Toca el turno a dos notas centrales. Y entonces sí, ¡surgió el tema que me posibilitó no plagiar! "Innegable, indiscutible e irreversible" el título de la primer,  referida a seguridad social "Los daños autoinfligidos" el de la segunda, mezcla de temas varios.    

A ver, veamos, como graciosamente decía un querido paisano de Mercedes, mi ciudad natal. ¿Es que existen en la vida política, social o económica temas que sean palmarios, irrefutables, irremediables, máxime tratándose de la seguridad social que tiene que ver con la vida de todos los uruguayos? No digo que no. Pero "a mi me parece, no sé, en fin, este, veamos, como diría Peloduro, que resulta una afirmación algo desmedida, soberbia. ¿Alguien puede creerse poseedor de verdades eternas?  

            Como hombre de gobierno no quiero ni debo polemizar con ningún periodista. Menos sobre las AFAP. Ni siquiera estoy convencido que hayan sido el principal problema de la reforma de la seguridad social de 1995-1996. Pero las notas comentadas, al igual que la  murga, "nos obligan a salir". Simplemente para explicar algo que siendo repetido hasta el cansancio, al parecer no se ha entendido. Me limitaré a lo elementalmente necesario para que se comprenda lo que es el Diálogo Social sobre la seguridad social, en un país precisamente caracterizado por "la conversa" y el coloquio. 

Véase lo que está pasando en la región. Se cuestiona, en mayor o menor grado, los sistemas basados en ahorro individual, proponiéndose algunos cambios al respecto. No entremos al fondo de la cuestión. Sólo quiero decir que aprendamos, recojamos experiencias de hechos que, como todos los que tienen que ver con el hombre, siempre son dudosos, variables, inciertos, impugnables, alterables, mutables. Tengamos los uruguayos un poco de modestia. Desterremos en temas tan trascendentes como la seguridad social la altanería, orgullo, arrogancia, esto es: no corresponde la innegabilidad, indicutibilidad e irreversibilidad.           

            La nota agrega que en el pasado "el dinero de los trabajadores se usaba con fines políticos, se alimentaba el clientelismo, se toleraba el trabajo en negro y la evasión. ¿A eso se llamaba solidaridad y reparto?"  No lo sé. Pero pregunto a la vez: ¿los errores del pasado significan que la solidaridad y el reparto tengan que ser desterrados innegable, indicutible e irreversiblemente de una vez y para siempre de la historia? Recordando nuevamente a Peloduro digo: "con toda humildad, no me parece,  no sé, en fin…usted vea, yo no sé nada, que  opinen los que saben".            

             ¿Desde cuándo discutir, dialogar sobre la seguridad social y las AFAP resulta desgastante, como afirma la segunda nota? Justo en este país que en las dos últimas grandes reformas al sistema, ni siquiera se le dio participación a la sociedad. En un Uruguay caracterizado por la amplitud del diálogo me parece al menos una expresión muy desafortunada. Lo cual demuestra que no se ha entendido el objetivo del llamado del Presidente de la República al Diálogo Nacional sobre Seguridad Social, que no es otra cosa que escuchar, recoger puntos de vista, encausar discrepancias. Viene a cuento lo de aquel hombre que estando sentado a la orilla de un río un forastero le grita desde la otra: ¿cómo hago para cruzar al otro lado? Y le contestó ¡si ya está del otro lado! Respuesta que demuestra la validez de los diferentes puntos de vista. De eso se trata. En cuanto a algunas referencias a mi persona, no vale la pena contestar. Somos aves de paso. Dr. Jorge R. Bruni. Subsecretario de Trabajo y Seguridad Social.