Ministerio de Trabajo y Seguridad Social

La seguridad y salud ocupacional tiene su foco puesto principalmente en acciones tendientes a la prevención de todos aquellos acontecimientos que puedan ocurrir en el trabajo que resulten en desmedro de la salud física y/o sicológica de las personas, y por supuesto, del bien mayor que es la vida, explicó a El País el Dr. Tomás Teijeiro, Inspector General del Trabajo y la Seguridad Social (MTSS).
 
Consideró que para que esto ocurra es “fundamental” el trabajo que haga hincapié en cambios de conducta, ya que la cultura del trabajo seguro es la meta ideal, en cuanto minimiza las contingencias, y también las pérdidas que todas las partes sufren cuando estas ocurren, indicó.

Teijeiro precisó que nuestro país tiene un entramado jurídico protector de la salud y seguridad en el trabajo que no es nuevo. “Resulta de un proceso virtuoso y acumulativo mediante el cual desde hace muchas décadas el Uruguay ha ido conformando una red de normativa de diferente naturaleza con un mismo objetivo: hacer del lugar de trabajo un ambiente seguro”, remarcó.

A su vez, recordó que el país ha sido pionero en la ratificación de distintos tratados internacionales que ponen el foco en cuestiones vinculadas a la salud y seguridad física y sicológica de las personas. Pero, indicó, también es relevante destacar que en esta materia juegan un rol muy importante los actores de las relaciones laborales como empleados y empleadores, y/o sus respectivos sindicatos o gremiales, en el vínculo directo entre ellos, y en el que sostienen con el Estado, en el diseño, la implementación, la puesta en práctica, y el control de las disposiciones pertinentes en la materia.

“Señalar la madurez de las relaciones laborales en este sentido es algo que nunca está de más”, dijo el jerarca, para luego destacar el “gran trabajo” que se desarrolla en las comisiones tripartitas de salud y seguridad llevadas adelante por las partes y el cuerpo inspectivo de la división de Condiciones Ambientales de Trabajo (CAT) de la Inspección General del Trabajo y la Seguridad Social (IGTSS). Este cuerpo de inspectores es “un contingente muy profesional y capaz que lidera estas tripartitas, y luego vela por el cumplimiento de lo dispuesto”, destacó Teijeiro.

También juega un rol principal el Consejo Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo (Conassat), que desde hace mucho tiempo es permanentemente consultado por las autoridades competentes, y siempre empresas y organizaciones con el fin de prevenir sucesos que afecten la salud y seguridad de los trabajadores. “En esto tuvo una importante incidencia la epidemia, que llevo además a realizar un gran trabajo vinculado a la creación, aplicación y control de protocolos”, puntualizó Teijeiro.

Evaluó que la labor de la IGTSS durante el ejercicio referido, tanto cuantitativa como cualitativamente “ha sido muy relevante, y determinante en muchas áreas, para beneficio de trabajadores, empresas, y sociedad en general, en cuanto ha contribuido a mitigar los efectos de la epidemia”.

Los objetivos del gobierno en la materia “son bien claros”. Como primer punto, puntualizó Teijeiro, es promover relaciones laborales sanas, basadas en la cultura del dialogo y no en la del conflicto, y donde el rol del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) “sea el de aportar confianza y ecuanimidad cuando resulte necesario”.

El hecho de que todos los “jugadores vean en el MTSS ecuanimidad es muy importante porque legitima el ámbito” de actuación, indicó.

En lo que tiene que ver con salud y seguridad laboral es “fundamental que las partes estén cómodas, que perciban que para el gobierno lo primero es la salud y la seguridad, y que en esto no hay matices”.

Manifestó Teijeiro que el actual gobierno “se preocupa por la gente, y el trabajo es parte fundamental de la vida”.

En este contexto, como otro de los objetivos “nos planteamos dinamizar y modernizar en todo lo posible nuestros procesos para estar mas cerca de los problemas”.

Para lograr esta aspiración hay que atender “de la mejor y más rápida manera las denuncias recibidas, o mediante los operativos diseñados a los efectos de precaver circunstancias en determinadas actividades que pueden conllevar mas riesgo que otras”.

Aseveró que la epidemia “nos ha enseñado muchas cosas, entre ellas que la capacidad de reacción de los cuerpos inspectivos debe mantener la agilidad que hemos logrado, porque esta, muchas veces salva vidas”.

Asimismo, comentó que se debe crear la normativa que pueda ser necesaria según los tiempos, o adaptar la ya existente, “pero siempre atentos a no caer en el pecado de ser legiferantes, que es algo que nuestro país ha padecido desde siempre; no todo se arregla con leyes o normas, muchas cosas se solucionan de mejor manera por acuerdo de partes”.

En materia legislativa las relaciones laborales “se enfrentan a un gran desafío que es el de aggiornarse al mundo contemporáneo, y desde ya aclaro que por modernización no me refiero a flexibilización, pero si a un cambio conceptual en las bases de fundamentación de la normativa laboral”.

“En Uruguay nos parece normal que todo se siga razonando en función de los principios enunciados por Américo Plá Rodríguez, pero ese mundo está muriendo, entre otras razones, porque estamos en uno más dinámico y un poco mejor, y donde las personas tienen otras capacidades de conocimiento de sus derechos, así como acceso a organizaciones que las representen”, añadió.

Tenemos que replantearnos los fundamentos filosóficos de nuestro derecho laboral para hacerlo mas protector de todas las partes en la práctica, no en la teoría, y así lograr que goce de mas legitimidad, sino es un instrumento inútil al que los involucrados acuden solo cuando no tienen otra opción”, consideró Teijeiro.

En el pasado, el foco se ponía en la salud y seguridad física pero “hoy todos los actores entienden que tan relevante como ambos factores, lo es la sicológica”.

Un ambiente laboral sano debe excluir cualquier circunstancia que sea perjudicial para la persona, el desafío “es que esto se vuelva cultura, tanto en lo individual como en lo colectivo”.

Finalmente, el jerarca apuntó que este año entra en vigencia el Convenio 190 de OIT de prevención de violencia y acoso en el trabajo. Esto también hace a la salud de los trabajadores, y “ocuparse que la violencia y el acoso no existan en el trabajo, es tarea de personas, empresas, gremiales empresariales y sindicatos”, dijo Teijeiro