"La mayoría de las denuncias se comprueban" entrevista al Inspector general de trabajo Gerardo Rey en Brecha

A continuación se transcribe la entrevista de Florencia Cremonese al Inspector general de trabajo, Gerardo Rey, publicada el viernes 6 de mayo, por el semanario Brecha.
Si bien en la órbita del Primero de Mayo suele girar con mayor intensidad la cuestión del salario, las condicionesde trabajo nunca son un tema menor en la cabeza de los trabajadores. Gerardo Rey, inspector general deTrabajo, cuenta que los sectores más vulnerables a la informalidad son el comercio, el trabajo doméstico y el de los rurales.
FC: Los inspectores controlan cuando surge una denuncia, ¿pero qué mecanismos tiene la Inspección General delTrabajo y la Seguridad Social (Igtss) para actuar de modo preventivo?
GR: Todas las inspecciones tienen dos componentes: uno es la denuncia, y el otro, el operativo. La denuncia incluye a las personas que vienen a la inspección a asesorarse y terminan formalizando la acusación. Ese es uncomponente fuerte, porque son unas 3.500 denuncias anuales aproximadamente, un número bastantesostenido desde que se instaló la negociación colectiva. De ellas, sólo 15 por ciento las efectúan los sindicatos. Luego están los operativos. Para eso nos valemos de la interacción con otros actores sociales y con nuestrosinspectores, que van encontrando cosas y plantean la necesidad de aumentar la vigilancia de ciertos ámbitos.El Banco de Previsión Social (Bps) en lo que refiere a formalismo y el Banco de Seguros del Estado (Bse) ensiniestralidad son nuestros principales socios públicos. Con todo eso construimos una matriz de riesgo. O sea,vemos qué sectores merecen una mayor vigilancia y en cuáles estamos en condiciones de hacerlo mejor. Estaren condiciones no es solamente tener los inspectores capacitados, los vehículos y la disposición. Esa es unaparte imprescindible, pero no suficiente. Tenés que poder articular en el territorio con las empresas y lossindicatos, para que la intervención no quede en nada, y se puedan sostener las políticas de vigilancia. En totales razonable tener entre 18 mil y 20 mil actuaciones inspectivas anuales.
FC: ¿Pretenden aumentar ese número?
GR: No tanto, más bien la calidad. Para eso hay al menos tres condiciones. Primero, hay que conseguir buena información que permita programar la actividad. Segundo, capacitar a los inspectores. Acá casi las dos terceraspartes de ellos tienen formación terciaria y todos trabajan en régimen de exclusividad desde 2007. En enero,cuando empezó a regir la ley de presupuesto, pasaron también a ese régimen nuestros abogados, y con elloscompletamos la reforma. Pero aun teniendo ese alto profesionalismo, el año pasado hicimos una fuerte apuestae incorporamos al gremio de los inspectores en la discusión de los propios planes de capacitación. Ahoraqueremos pegar un saltito de calidad, entonces este año vamos a implementar una capacitación guiada yadaptada a la normativa nacional proveniente de la Organización Internacional del Trabajo (Oit). La terceracondición, imprescindible, es la mejora tecnológica. Necesitamos informatizar todo nuestro proceso. En todaslas otras cosas estamos avanzados en la región, pero tenemos un atraso comparativo en tecnología. No es quenuestra prioridad sea tener drones, pero sí que todo el proceso pueda ser informatizado. Nuestro procedimientoes muy bueno, porque hoy al terminar la inspección se le entrega al empleador la actuación inspectiva y lamisma copia al delegado de los trabajadores, o a un trabajador si no tienen organización sindical. Eso lotenemos que preservar, porque es una de las prácticas que impulsa la Oit, y nosotros la cumplimos.
FC: ¿Qué porcentaje de las inspecciones detecta irregularidades?
GR: La mayoría de las inspecciones provenientes de denuncias comprueban lo denunciado. A veces totalmente ya veces incluso más. Sobre todo pasa en materia de salud y seguridad. Por ejemplo, se denuncia la falta deelementos de protección personal, y cuando los inspectores van, encuentran además riesgo eléctrico, por deciralgo. En ocasiones se filtra la información porque alguien comenta en el vestuario que hizo una denuncia, y elempresario termina sabiendo. Entonces cuando vamos ya se corrigió la situación. Eso pasa muy pocas veces,pero cuando pasa decimos: "Sirvió para algo". Nuestro objetivo no es poner multas. La multa es la herramientaque nos dio el legislador para que gestionemos mejoras en las condiciones de trabajo. Cuando verificamos quelos empresarios intentaron corregir la situación, los contemplamos atenuando la sanción. Además tenemos lafacultad de clausurar preventivamente. Cuando hay riesgo inminente de vida lo hacemos, y se dan unos 20casos por mes.
FC: ¿Cómo está Uruguay en materia de condiciones de trabajo, si se compara con la región?
GR: Tenemos una formalización más alta que el resto del continente, y en la última década hubo avances. Se llegóal récord de 1.450.000 personas registradas. Todavía uno de cada cuatro uruguayos está en el empleoinformal, pero teníamos cuatro de cada diez hasta hace unos 15 años. En lo que respecta a la siniestralidadtenemos algunos "peros" en la estadística. No nos podemos comparar con países de la región donde elinformalismo es del 60 o del 70 por ciento, porque las cifras de siniestralidad imaginate lo que son? Me pareceque Uruguay está en condiciones de levantar un poquito la mira y de compararse con los países másdesarrollados. Comparándonos con ellos tenemos una tasa de siniestralidad más alta que los mejores deEuropa, pero que se parece a la de los más pobres de ese continente. En algunos sectores hay mejorasconcretas.
FC: ¿Qué sectores por ejemplo?
GR: La construcción, porque hay un fuerte peso de los actores sociales. El Sunca, principalmente, pero tambiénlas cámaras empresariales, que fueron sensibles al reclamo de los trabajadores. Llegaron a un punto en quelos acuerdos bipartitos y tripartitos son muy amplios y han generado un cambio en la política de esa industria.Esto no se logra de un día para el otro. Se requieren prácticas sostenidas en el tiempo, y en el caso de laconstrucción pusieron énfasis en la incorporación de tecnología, y en la capacitación de los trabajadores. Existela figura del delegado de obra y estamos muy próximos a cerrar un acuerdo en la tripartita para capacitar a 800delegados. La incorporación de técnicos prevencionistas fue muy fuerte en ese sector, y responde a un cambioen la política de cuidado de los trabajadores. Por supuesto que hay una pata que es la de la fiscalización. Fijateque de cada diez inspecciones que se hacen para fiscalizar condiciones ambientales de trabajo, o sea lasreferentes a salud y seguridad, en los últimos años siete de ésas fueron en el sector de la construcción.
FC: ¿Pesó también la ley de responsabilidad penal empresarial?
GR: Sí, claro. Igual la ley, si algún efecto tuvo en la preocupación por estas cosas, no fue en las grandesempresas, las más notorias de la obra pública. Éstas ya tenían una política instalada con bipartitas y buenarelación con el sindicato. Cuando vino la ley se incorporaron las que estaban más rezagadas. Obviamentecuesta muchísimo más en las pequeñas empresas, en las que, además, hay un grado de informalismo muchomayor.
FC: ¿Qué sectores identifican como más problemáticos?
GR: Depende. Si te referís a informalismo, los más vulnerables son el comercio, el trabajo doméstico y los rurales.En los comercios más grandes el informalismo es menor. Por eso cuando hacemos un operativo como el delverano en el que visitamos casi 1.200 establecimientos en lugares turísticos, no nos sorprendió que de repentela mitad no tuviera toda la documentación. Pero lo habíamos previsto con la matriz de riesgo. En siniestralidadlos sectores son distintos. Notoriamente la construcción, los delivery, la metalúrgica, la industria química, losaserraderos y los rurales son los que tienen la siniestralidad mayor.
FC: Y respecto a represión sindical, ¿en qué sectores observan más problemas?
GR: Ahí es muy variado. No hay uno que destaque.
FC: En el caso del servicio doméstico, ¿cómo se inspecciona?
GR: Es un sector en el que funciona bien el hacer operativos, dirigirse a aquellos lugares en los que a prioritrabajan unas cuantas domésticas. Esa es una forma de proteger a la denunciante. Imaginate que voy a unedificio de 42 apartamentos y toco en el piso 803, hago la inspección y me voy. Es altamente probable que sesepa quién denunció. Tuvimos algunas particularidades con casos de domésticas extranjeras este verano. Haycasos demostrativos de una realidad que hay que leer con mayor atención, y es la contratación de extranjeros.En Uruguay los trámites para la contratación de extranjeros son realmente sencillos, pero aun así a veces nolos hacen. Por ejemplo, sucedió que vino una doméstica paraguaya que había ido a Argentina, sin contrato, yse reunió con sus empleadores para venir a hacer la temporada. Pero le prometieron cosas que luego no secumplieron. En este caso los malos tratos terminaron por impulsar a la trabajadora a denunciar. Hicimosentonces una inspección, que en ese caso sí fue puntual. En la casa había más empleadas domésticas y segeneró una situación muy complicada. Tuvimos que pedir la asistencia de la Policía para que se pudieraterminar de labrar un acta. Justo había invitados y uno salió a la puerta a decir que estábamos violando elderecho internacional? Dejamos el acta y la trabajadora ya no quiso volver a entrar a la casa. Hubo quecoordinar con el Mides dónde albergarla. A partir de eso se dispararon expedientes en dos direcciones: unopara que se llegara a un acuerdo por la liquidación de haberes pendientes, y otro para el cobro de la multa,muy difícil de lograr porque eran extranjeros que sólo se quedaron un tiempo.
De todas maneras, cuando van los compañeros a eventos internacionales siempre les piden exponer el caso dela ley de las domésticas. Somos de los pocos países que ratificaron la recomendación de Oit, laimplementamos, y la fiscalizamos con resultados palpables. Pasamos de 40 mil a 70 mil trabajadoras en elseguro social. Eso está bárbaro, pero que el letrista no se olvide de que cuatro de cada diez siguen estando enel informalismo, muy por encima del promedio. Entonces hay que seguir insistiendo, porque es muy difícilorganizar sindicalmente a ese sector, ya que es excepcional que trabajen en grupos.
FC: ¿Cómo actúan frente al acoso sexual y laboral?
GR: Muchas veces si seguís la historia de un expediente ves que la resolución final fue archivar. A priori decís quesi se archivó es porque no hubo mérito, pero no es necesariamente así. Un caso reciente, de fines de 2015: enuna gran superficie, una trabajadora denuncia acoso sexual. La Inspección intima a la empresa, que contestaque la trabajadora no se presentó allí con la queja y que se agradece la puesta en conocimiento del tema.Hacen un procedimiento de separación de las dos personas para que no compartan lugar de trabajo y se iniciauna investigación que le da la razón a la denunciante. Efectivamente había un acosador, al que la empresadespide. La propia trabajadora se presenta en el ministerio para dar por concluida las actuaciones, puesto quelogró el objetivo. Cuando yo agarro eso, termina en "archívense las presentes actuaciones", pero en el caminose verificó que las cosas se hicieran.
El acoso laboral es más difícil de probar, y lo que hace la Inspección es sugerir que haya un protocolo detratamiento. Son esas pequeñas cosas que van generando cambios. Cabe destacar que con el acoso sexualhay una ley específica muy clara, mientras que para el acoso laboral no tenemos ley. Podemos sí tomarmedidas previstas en la Constitución, y criterios de la cátedra de la Udelar, porque no es un tema menor. Sonunas 350 denuncias por año, o sea el 10 por ciento de las que recibimos.
FC: Lo que suele estar en la plataforma más inmediata de los trabajadores es la mejora salarial, o en todo casomantener el poder adquisitivo del salario. Pero ¿qué pasa con las cuestiones no salariales del trabajo?
GR: Claro, eso se va recorriendo. El Inefop capacitó a 18 mil personas en 2014, y en 2015 a 27 mil. Ademásestamos aumentando la visión territorial, que no es menor. De vuelta, si me pedís ejemplos, te digo que losúltimos sectores que incluyen este tipo de contemplaciones son la industria del papel y la de la construcción,porque, insisto, tiene que haber madurez en las relaciones laborales. La industria del medicamento tienerelaciones de este tipo hace mucho tiempo. Hicieron un curso de salud y seguridad hace 15 días, en el queinstalaron comisiones por cada empresa. Participaron 60 delegados de los empresarios y de los trabajadoresde unas 25 industrias. En esos casos se puede evolucionar hacia otras cosas, por ejemplo, hacia la discusiónde la productividad como un elemento más en los procesos de recuperación del salario. Eso no implica laburara más ritmo, sino discutir la organización del trabajo, la incorporación de tecnología, y la calidad. Todo eso no lopropiciás en actividades donde el patrón ni te tiene en caja, porque es una ilusión. Sin embargo en industrias oen empresas donde esto se practica hace años, se ha avanzado ya no sólo en productividad, sino también enla reducción horaria. En la Pilsen se logró mayor productividad, y reducción horaria a la vez. Y cuando losnúmeros no dan, el sindicato reúne a los trabajadores y dice: "Bueno, tenemos un problema de presentismo y lotenemos que discutir". Pero para llegar a esos niveles necesitás experiencia y confianza.
Planillas electrónicas
FC: El Ministerio de Trabajo está haciendo una apuesta fuerte a la modernización de la gestión que viene de lamano de la aprobación de fondos en el último presupuesto. ¿Esto se refleja en la actuación de la Inspección?
GR: Nosotros ya dimos algunas señales, por ejemplo la aplicación del recibo electrónico, que implicó sacar undecreto que ajustara las prácticas un poco más a la realidad. Hay un montón de empresas que comunicanla liquidación de haberes de forma electrónica y la normativa no lo recogía. Antes vos le pagabas alreponedor en el cajero de Bella Unión, por ejemplo, pero la ley decía que el trabajador tenía que firmar elrecibo que tenía Recursos Humanos en Montevideo. Entonces habilitamos el recibo electrónico. Laadministración pública lo hacía y los privados no podían. Otra cosa que vamos a hacer es unificar la nóminay la planilla. Los empresarios tienen que hacer una nómina que ingresan al Bps con las altas de laspersonas que trabajan. Y por otro lado tienen la planilla de trabajo, que es lo que controlan nuestrosinspectores. El cambio implicará que el empresario haga un solo trámite digital. Más del 80 por ciento de losdatos se repiten en la nómina y en la planilla. Con la información mejor ordenada se puede ver claramentesi fulanito está o no está en la planilla aunque esté trabajando. Tenemos que lograr cambiar la imagen deque en la administración central las cosas cuestan más.
La preocupación por los delivery
"Las empresas que sólo se dedican a repartir pagan sueldos más bajos que la pizzería del barrio"
FC: ¿Cuán dispuesto se muestra el empresariado a generar cambios, a aumentar los derechos de lostrabajadores?
GR: Es bravo hacer generalizaciones. Hay sectores con una cultura de relaciones laborales que viene desdehace muchos años: la bebida, la salud privada, la construcción, que tenían negociación colectiva inclusocuando no existían los consejos de salarios. Pero también hay situaciones un poco paradójicas y otraspositivas. Hay un sector que tiene altísimo informalismo y la siniestralidad más alta según el Bse: losrepartidores en motocicleta. La cantidad de días de internación en Cti del accidentado, del comúnmentellamado delivery, es diez veces mayor que en el resto de los sectores. Es un empleo juvenil masculinizado,en el que de los más de 3 mil repartidores, cuatro de cada diez tienen menos de 30 años y cinco de cadadiez tienen entre 31 y 45 años. Y que en su mayoría son propietarios del vehículo pero trabajan en lainformalidad. Tienen la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys), pero haybaja afiliación. Sin embargo tenés al Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afinesdel Uruguay (Cambadu), a la cámara de las farmacias y a Fuecys trabajando junto con el gobierno en unaruta común, que tiene que ver con los modos de formalización, con la capacitación que va a ser obligatoriaen unos años, y con la generación de incentivos.
Hay trabajadores de este rubro que tienen como principal medio de vida el reparto en motocicleta, perootros lo tienen como un complemento. Abrir una unipersonal sale como 6 mil o 7 mil pesos, pero el tipo no lova a hacer? Y el monotributo no está permitido para el sector por la normativa actual. Por eso estamosviendo cómo promover un camino intermedio. Fijate que las empresas que sólo se dedican a repartir pagansueldos más bajos que la pizzería del barrio. Tenemos que intentar empujar hacia arriba para que seunifiquen. Desde ahora al 10 de mayo hay un plazo para generar el contenido de la capacitación, que tieneque pensarse con los pies sobre la tierra. Cuando hablás de un repartidor con motocicleta, que no ejerceesa actividad con exclusividad, tenés que diseñar horarios cortos. Tenemos que combinar práctica y teoría,y capacitar en seguridad vial y en normas y derechos laborales. Hay que considerar también los aspectospsicológicos del asunto: el estrés que genera el tránsito y el estigma de "los loquitos que andan a todavelocidad por la ciudad". No digo que a veces no sea así, digo que miremos la otra pata: que son informalesen su mayoría, y de no muy alta escolaridad. Este trabajo de prevención tiene el objetivo de terminar conun flagelo, porque la mitad de las personas que mueren en Uruguay por accidentes de tránsito sonmotociclistas.
(Foto: Andrés Cuenca)