Planificación local

33 ya tiene su plan de ordenamiento territorial

Con la votación unánime de todas las bancadas de la Junta Departamental, se aprobó el Plan local de la ciudad de Treinta y Tres y su microrregión, en la última sesión del año 2018.
Imagen de plaza de Treinta y Tres, donde se ve monumento, juegos infantiles y edificaciones al fondo

De este modo la capital olimareña se suma al mapa de los territorios nacionales que cuentan con un instrumento de planificación local. El mismo establece, entre otros aspectos, una serie de innovaciones relativas al uso y la gestión del suelo en su ámbito de aplicación. 

El referente del equipo de ordenamiento territorial de la Intendencia de Treinta y Tres ing. agr. Gerardo Caticha destacó la nueva categorización del suelo, “ya que al bajar la lupa se realizaron modificaciones con respecto a la directriz departamental” y agregó que ello permitió definir zonas, como la destinada a actividades industriales. Además, se generó una zonificación de la ciudad según su morfología y densidad, con actividades admitidas y prohibidas. Se revisó toda la normativa relativa a la ocupación de los predios en cuanto a retiros, a alturas permitidas y factor de ocupación. Incluye también un capítulo sobre las edificaciones de valor patrimonial, del cual se hizo un inventario, explicó el especialista.

Entre las importantes novedades del plan local de la capital departamental Caticha resaltó especialmente la incorporación del mapa de riesgo de inundaciones. El mismo establece los límites de las áreas de riesgo alto y bajo, con normativas y disposiciones especiales para cada una de las zonas. “Este ha sido un trabajo con un alto grado de detalle, ya que analiza la afectación padrón por padrón, y define las cotas de inundación a partir de las cuales se puede construir, con el objetivo que ningún predio quede aislado en las crecidas”, añadió el experto.

Por último, se destacó como otra innovación del plan la incorporación de las herramientas de gestión territorial de última generación, como el derecho de preferencia y el retorno por mayor valorización. Se crea también el impuesto a las edificaciones inapropiadas y se estableció un nuevo concepto del impuesto al baldío, ya que si bien éste último existía era prácticamente imposible su aplicación. A su vez, se incluyeron otras valiosas herramientas para el desarrollo territorial con sostenibilidad ambiental y social de la ciudad a orillas del Olimar.

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