Frutos nativos potencialmente pueden identificar al país como carnes, vinos y quesos
El subsecretario de Turismo y Deporte, Benjamín Liberoff, admitió que Uruguay, además de carnes, vinos y quesos, puede ser promocionado en el exterior por la calidad de sus frutos nativos. El jerarca aseveró que algunas variedades de guayabo del país, butiá, arazá, pitanga y guabiyú tienen potencial para “tener un rol en el desarrollo de nuestra identidad gastronómica” y constituirse en “factor de promoción turística”.

"Los actores públicos y privados vinculados a la actividad turística y a la producción de frutos nativos debemos analizar si para la próxima temporada de verano se dan las condiciones para que en los restaurantes de la costa atlántica se pueden informar y promocionar sus potencialidades”, sostuvo el subsecretario Benjamín Liberoff.
Liberoff participó en el Séptimo Encuentro Nacional sobre Frutos Nativos, que se realizó los días 9 y 10 de abril en la Estación Experimental del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA), de La Estanzuela, en Colonia.
El representante de Turismo dialogó con los organizadores del evento, Facultad de Agronomía, de la Universidad de la República; Dirección General Forestal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Programa Nacional de Investigación en Producción Frutícola del INIA.
“Consideramos muy posible avanzar en un camino de estas características”, adelantó el jerarca a la Secretaría de Comunicación. De esta forma, “cuando el país se promociona en el exterior, además de las carnes, los vinos, quesos y cítricos, podríamos incluir otros productos que pueden identificarnos como alguno de estos frutos”, reflexionó.
Según consideró, la gastronomía es otro factor de atracción de un destino. “Productos que son autóctonos seguramente puedan tener un rol en el desarrollo de nuestra identidad gastronómica y constituir un factor de la promoción turística”, afirmó.
“Debemos pensar con cabeza abierta —instó— de qué manera los frutos nativos pueden ser elementos de promoción mientras las nuevas generaciones de gastrónomos uruguayos lo incorporen a sus elaboraciones”.