Cuatriciclos

Qué tema!

Los cuatriciclos en el verano florecen como hongos; y no tomamos responsabilidad de que hay que estar entrenados para dominarlos.
Cuatriciclo derrapando en la arena

Estos vehículos suelen ser uno de los “antojos” del verano que le damos a nuestros gurises; sin tomar conciencia de los riesgos a que los exponemos.

Sencillos de alquilar –mediante la presentación del documento- les regalamos un par de horas para que se incorporen al tránsito, por el sólo hecho de darse el gusto.

¿Estamos conscientes de lo que hacemos?

Lo que no tomamos en cuenta –es que a diferencia de un ciclomotor- el cuatriciclo, al moverse en terrenos irregulares como dunas de arena, requiere de un dominio particular del vehículo, en que el conductor debe acompañar con su cuerpo la trayectoria del mismo.

No basta la experiencia previa en la conducción de un auto, en que por más que surquemos una curva, nuestro cuerpo se mantiene estable dentro de la cabina.

De ahí que se deba comprender que su cilindrada y porte, son variables trascendentes a tener en cuenta; su centro de gravedad es elevado, lo cual los vuelve livianos y potencia el riesgo de volcar. Y esto no se aprende en los libros; sino que es parte de la experiencia que se adquiere con un instructor de manejo.

Otra fantasía que suele verse habitualmente en nuestros balnearios, es el hecho de más de una persona encima los mismos. Error habitual que sólo lo puede saldar la consulta del manual del vehículo.

Hay muchas formas de divertirse y distraerse durante el tiempo de vacaciones. Y hay una responsabilidad compartida de los adultos, a la hora de habilitar “caprichos” extremos.

Las caminatas o las bicicletas, usando casco protector y haciéndose visible en el tránsito, parecen una excelente opción de recreo y salud, frente a los mismos.

* Imagen ilustrativa: Motociclos Uruguay -  https://www.facebook.com/pg/CuatriciclosUruguay/about/?ref=page_internal

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