Estudio del PNUD muestra diferencia salarial entre mujeres y hombres con igual nivel de estudio

A pesar de que las mujeres representan el 63% del total de asalariados con nivel educativo terciario, la brecha salarial en ese nivel educativo sigue siendo la más elevada y se ubica en el 20%. Esta es una de las conclusiones a las que llegó el estudio realizado por las economistas Soledad Salvador, Alma Espino y Paola Azar, publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Se trata del Cuarto Cuaderno sobre Desarrollo Humano “Desigualdades persistentes: mercado de trabajo, calificación y género”, que forma parte de la serie “El Futuro en Foco”, editada por el PNUD.
La presentación del cuaderno realizó el miércoles 13 de mayo en las oficinas del Programa y contó con la participación de las autoras, la representante residente del PNUD, Denise Cook, y los comentarios del Ministro de Trabajo, Ernesto Murro, la senadora Constanza Moreira y la coordinadora académica de la Comisión Sectorial de Investigación Científica, Judith Sutz.
Las mujeres con titulación universitaria ganan en Uruguay el 20% menos que los hombres con la misma formación y el 10% menos en el conjunto de niveles educativos. En algunas de las ocupaciones en que se ubican los y las asalariados con estudios terciarios, la brecha salarial de género es muy significativa. Es el caso, por ejemplo, de los auxiliares contables y financieros (–30%), médicos y profesionales afines (–20%), especialistas en ciencias sociales y humanas15 (–32%) y vendedores y demostradores de tiendas y almacenes16 (–21%).
De acuerdo con la ONU, la brecha salarial entre hombres y mujeres es de un 19% en América Latina y el Caribe, inferior al 24% en el ámbito mundial, mientras que en Asia meridional llega al 33% y en regiones desarrolladas del 23%.
Las autoras plantean algunas hipótesis sobre la existencia y persistencia de esa brecha. Una de ellas es la denominada segregación ocupacional, o sea la diferencia de concentración de mujeres en determinadas áreas laborales. A modo de ejemplo, el 20% de la fuerza de trabajo femenina se concentra en el área de servicio doméstico, y eso contribuye a bajar le promedio. Otro elemento es lo que denominan como efecto techo de cristal, que implica que en los puestos jerárquicos más altos están los hombres.
Recomendaciones
En relación a las políticas de oferta laboral, las expertas recomiendan promover medidas de acción positiva que procuren “reequilibrar las desigualdades de partida, considerando que los factores culturales, las expectativas de trayectorias laborales, las aspiraciones respecto a la vida familiar y la carga de trabajo doméstico pesan a la hora de elegir carreras profesionales o tecnicaturas”. Asimismo, modificar los “patrones de género” de las instituciones educativas “mediante campañas de promoción de la igualdad de género” y desarrollar el Sistema Nacional de Cuidados.
Respecto, a la demanda laboral, proponen promover procesos de contratación y ascenso lo más transparentes posible; políticas de capacitación y actualización dirigidas a las mujeres para fomentar su ingreso y permanencia en trabajos mayoritariamente masculinos”, y “asegurar que no se obstaculizará su acceso a puestos de responsabilidad”.
Fuente: PNUD Uruguay