Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional

Coelho consideró que “es necesario establecer un proceso educativo que lleve a los ciudadanos a reflexionar sobre el mundo, dónde nos ponemos y qué cambios queremos hacer basados en los valores de derechos humanos e igualdad”. Afirmó que es necesario impulsar las agendas nacionales y que para ello es vital la creación de alianzas entre los actores que trabajan en el terreno gubernamental y la sociedad civil para “no dejar a nadie atrás”, como dice la Agenda 2030.

El representante de la Presidencia de la Iniciativa y también jefe de la División de Acción Humanitaria, Sociedad Civil y Ciudadanía de Camões – Instituto de la Cooperación y de la Lengua, de Portugal), Sergio Guimarães, dijo que es necesario enfrentar la complejidad de los problemas y dificultades sociales y económicas de manera grupal en el marco de la cooperación internacional, con el intercambio de experiencias nacionales para un aporte global que favorezca al desarrollo sostenible. Para ello, dijo que es importante una estrategia con compromiso político en referencia al cumplimiento de la Agenda 2030.

"Pensar global y actuar local"

El director ejecutivo de la Agencia Uruguaya Cooperación Internacional (AUCI), Mariano Berro, al dar la bienvenida a las delegaciones internacionales, dijo que la ciudadanía global tiene varios componentes, entre ellos: “Pensar global y actuar local”.

También citó a la educación, la participación de los jóvenes y de la ciudadanía frente al compromiso de la comunidad en los problemas cotidianos, con mirada al futuro y en términos locales. “Estos procesos promueven liderazgos y hay que estar atentos a la diversidad de miradas y a la generación de espacios de intercambio de opiniones”. Sobre los compromisos internacionales en cuanto a la Agenda 2030, precisó que hay que sensibilizar para el involucramiento de la sociedad y en referencia al cumplimiento de las políticas enmarcadas en los ODS.

La gerenta de AUCI, Claudia Romano, explicó que la AUCI tiene por función principal, a partir de la identificación de las prioridades nacionales, el poder establecer vínculos con los organismos internacionales, con el fin de fortalecer el trabajo para construir más y mejor ciudadanía. En el marco del trabajo con la Secretaría General Iberoamericana (Sebig), Uruguay participa en 24 iniciativas de distintos programas.

Juntar experiencias para lograr cambios

Explicó que en Uruguay hay un Sistema Nacional de Cooperación Internacional en el que participan intendencias y organismos de la Administración Central, con un marco estratégico que aborda la ciudadanía global, rendición de cuentas y la participación del interior del país. La hoja de ruta se presenta en el Plan estratégico de cooperación 2020-2025. Romano dijo que para implementar la CGpDS, en Uruguay hay una Red de Escuelas Asociadas de la Unesco (Red PEA), que integran 164 instituciones. Es necesario articular ambas iniciativas y hacer alianzas en temas comunes con objetivos como la paz, la solidaridad y el desarrollo sostenible, precisó.

Destacó la posibilidad de hermanar escuelas con otras instituciones similares del exterior del país, que están alineadas con temas de ciudadanía global. Es necesario tener como eje y centro a los niños para trabajar en los ODS y construir en forma colectiva, subrayó. También hizo referencia al trabajo que se pueda realizar con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en género, juventud y discapacidad. Asimismo mencionó el posible trabajo conjunto con el Ministerio de Ambiente (MA), así como la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y los gobiernos departamentales, así como los municipios que quieran ser parte de la iniciativa que se lanzó en esta jornada.

"Los cambios no se hacen en forma solitaria", afirmó Romano, al nombrar el trabajo de las ONGs y al movimiento cooperativo, además de organizaciones sociales como los clubes de rotarios o los grupos de scouts.

En tanto, en la apertura del evento, el prosecretario de la Intendencia de Maldonado, Álvaro Villegas, anunció que el año próximo presentarán la instancia presupuestal de acuerdo a la perspectiva de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y para ello trabajan con el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), afirmó. Agregó que es necesario concientizar sobre la importancia de los 17 ODS de la Agenda 2030 y que la intendencia de Maldonado incide en cada uno de ellos, en términos departamentales.

También compartieron el significado de la CGpDS por cada país, la representante de Andorra, Adrià Vergés Aleix del Departamento de Asuntos Multilaterales y Cooperación del Ministeri d’ Afers Exteriors; de Chile, Ana María Portales, encargada de la Unidad de Estudios de la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Agcid); por España, Pilar Debén Gomes, jefa de Servicio de Educación y Ciudadanía Global por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid); Martha Medina, directora de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay; y Lidia Encarnación, la directora de Cooperación Regional del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd) de República Dominicana.

Metas y desafíos para “no dejar a nadie atrás”

La CGpDS tiene su origen en la XXVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno efectuada en Andorra en el año 2021. La propuesta nació con el objetivo de contribuir a la toma de conciencia de los ciudadanos de Iberoamérica sobre su rol en el desarrollo sostenible en cuanto al valor de la cooperación internacional para la implementación de los ODS a escala global.

Desde la aprobación de la Agenda 2030 y los ODS en el seno de las Naciones Unidas en setiembre de 2015, la Conferencia Iberoamericana está dirigiendo hacia ellos sus estrategias de cooperación y planes operativos. La Agenda 2030 tiene por finalidad la erradicación de la pobreza y el hambre, además de la promoción de un desarrollo sostenible e inclusivo capaz de “no dejar a nadie atrás”.

Para alcanzar esas metas, resulta fundamental difundir el conocimiento de la Agenda entre la ciudadanía y fomentar en ésta una conciencia crítica que haga que cada persona sea responsable y trabaje activamente construyendo así una sociedad más justa y sostenible. El proceso educativo de los ciudadanos es primordial para capacitar a las personas a comprender mejor los problemas globales y a la compleja red de interrelaciones entre ellos, para así reflexionar críticamente y explorar posibles formas de promover un cambio social positivo. También promover el diálogo y el trabajo en red con otras organizaciones regionales e internacionales.

**Con esta acción Uruguay avanza en la Agenda de Desarrollo Sostenible con la ejecución del ODS 17: alianzas para lograr los objetivos.