Inauguración en Montevideo

Obras con aportes del programa Kusanone de Japón fortalecen a la comunidad educativa de Casavalle

La Embajada de Japón en Uruguay, en el marco del Programa de Asistencia Financiera No Reembolsable para Proyectos Comunitarios de Seguridad Humana del Gobierno de Japón (APC /Kusanone) aportó U$S 18.010 para la renovación interna de las instalaciones del centro educativo “Los Rosales” ubicado en el barrio Casavalle de Montevideo. Las obras fortalecen al entorno educativo y la atención integral de estudiantes y sus familias.
Obras con aportes del programa kusanone de Japón fortalecen a la comunidad educativa de Casavalle

De la actividad que se realizó este miércoles 19 participaron el embajador de Japón, Kenichi Okada; el director de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), Martín Clavijo y la coordinadora de Cooperación Bilateral, Cynthia Padrón; la directora general de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, embajadora, Alejandra Costa; la directora (i) de colegio Los Rosales, Lucy Cardozo; equipos técnicos, funcionarios y alumnas del Colegio Los Rosales.

Okada expresó su reconocimiento y respeto a todas las personas que por varios años aportaron sus esfuerzos para participar en este proyecto dirigido a las niñas del colegio. 

La Fundación Los Rosales recibió una donación de U$S 18.010 por parte de la Embajada de Japón para la ejecución de la reforma del área de la cocina y comedor del centro educativo, un espacio clave para garantizar mejores condiciones en la alimentación y el bienestar de los niños, jóvenes y mujeres que asisten diariamente. 

En 2013, la Embajada de Japón apoyó con U$S 111.910 para la renovación del comedor y el salón multiuso; y en 2017 con U$S 98.068 para la construcción de nuevas aulas. 

En tanto, Clavijo, destacó la importancia de la cooperación de Japón en general y del programa Kusanone, en particular, que transforma realidades complejas en oportunidades, además de fomentar, como en el caso de Los Rosales, la construcción de comunidad con familias, vecinos y docentes desde una perspectiva intergeneracional. 

Consideró que el desarrollo de políticas sociales territoriales permite reducir la segregación socioespacial y reconstruir el tejido social, con el fin de mejorar la convivencia ciudadana. “Es necesario impulsar y robustecer políticas públicas integrales de apoyo a las infancias y adolescencias para que ningún niño, niña o joven transite las etapas clave del desarrollo en hogares con carencias críticas”. 

También se refirió a la consolidación del rol del Estado en articulación con la sociedad civil, con la academia y con todo el tejido y entramado social. “Esta colaboración de Japón con el Centro Los Rosales cumple con una de las principales premisas que debe estar detrás de toda la cooperación internacional: apoyar y acompañar las prioridades nacionales y locales de desarrollo, a través de financiamiento, transferencia de experticia y de experiencias exitosas que permitan generar cambios y aporten a la calidad de vida de las personas”.

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