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Unicef destacó actuación del Gobierno frente a la pandemia de COVID-19

El sistema de protección social uruguayo permitió atender de forma rápida a la ciudadanía, mediante la expansión de programas de transferencias monetarias condicionadas ya existentes focalizados en los hogares con niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad socioeconómica, asegura un informe de UNICEF que evalúa el desempeño del país frente a la COVID-19.
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El informe elaborado por el organismo internacional resalta la respuesta del Estado para favorecer el acceso a los alimentos y los productos de higiene, en el marco de la crisis económica generada por la pandemia de COVID-19 en Uruguay, entre marzo y julio. Señala que se basó en una serie de medidas definidas a nivel central que fueron complementadas por abordajes descentralizados y focalizados de las administraciones departamentales.

El trabajo coordinado e interinstitucional se identifica en esta síntesis como una característica clave del proceso, ya que permitió el desarrollo de prácticas que, a su vez, estuvieron alineada con las recomendaciones de las agencias de las Naciones Unidas para proteger el derecho a la alimentación de los niños y los adolescentes.

También se destaca que el sistema de protección social permitió responder rápidamente, mediante la expansión de programas de transferencias monetarias condicionadas ya existentes focalizados en hogares con menores de edad en situaciones de vulnerabilidad socioeconómica.

Las modificaciones al seguro de desempleo y al de enfermedad para sostener el acceso a trabajo y minimizar el impacto de la crisis en el nivel de ingresos de los hogares fue otro aspecto resaltado.

Respecto a las nuevas iniciativas de transferencias condicionadas y no condicionadas en el ámbito departamental, si bien el informe menciona que en algunos casos pueden haberse superpuesto con los programas nacionales, reconoce que en otros se enfocaron en distintos segmentos de población, con base en las características de los hogares, la relación de los beneficiarios con otros programas del Estado y con sus vínculos con el sector de actividad informal.

Además señala que la entrega de alimentos y productos de higiene se realizó tanto a través de programas ya existentes, del Sistema Nacional de Comedores, del Programa de Alimentación Escolar o del Programa de Atención a las Situaciones de Calle, como de nuevas prestaciones, entre las que mencionó a la aplicación móvil TuApp.

Respecto a esas medidas, consideró que significaron un costo elevado en términos de recursos humanos y materiales movilizados y que, para su concreción, organismos como el Ministerio de Desarrollo Social y el Sistema Nacional de Emergencias estaban mejor preparados que varias intendencias departamentales.

El informe explica que las canastas de alimentos incluyeron componentes diferenciados según la institución proveedora y que, en general, estaban compuestas por alimentos mínimamente procesados, ingredientes culinarios y alimentos procesados. También señala que varias intendencias departamentales incluyeron, además, alimentos naturales, con el doble fin de mejorar su composición nutricional y beneficiar a productores locales de frutas y verduras en un contexto de paralización de la economía. En el mismo sentido, enumera que la entrega de alimentos también se realizó a través de otras organizaciones, para lo cual algunas intendencias ayudaron a sostener ollas populares, mediante la donación de alimentos para elaborar las comidas.

En referencia a las medidas señaladas que implementó el Estado, recuerda que incluyeron la modificación de los programas de alimentación de los centros educativos mientras estuvieron cerrados, para asegurar la provisión de alimentos a los escolares más vulnerables. Asimismo, el Estado recibió donaciones de comestibles, productos de higiene y canastas provenientes de empresas, organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales y particulares. Una de las características de las gestión del Gobierno central consistió en la utilización del protocolo Donaciones COVID-19, creado por el Instituto Nacional De Alimentación (INDA). Si bien este mecanismo no fue empleado por todos los organismos, permitió minimizar la exposición de los menores más vulnerables a productos ultraprocesados, con excesivo contenido de azúcares, grasas y sodio.

El informe concluye en que las iniciativas desarrolladas significaron contribuciones importantes y necesarias en un marco de disminución de la actividad económica y que alcanzaron a grandes sectores de trabajadores del sector formal y a segmentos específicos de la población en situación de vulnerabilidad socioeconómica. No obstante, advierte que el país deberá asumir el desafío de repensar y fortalecer las políticas y los programas para favorecer la seguridad alimentaria y el acceso a productos de higiene de las familias, en especial las que incluyen niños o adolescentes.

En referencia al texto, el director general de Secretaría del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Nicolás Martinelli, aseguró que este Gobierno entendió que la coordinación institucional era la mejor práctica para alcanzar las soluciones que la ciudadanía merece y que los equipos territoriales trabajaron sin pausa para mantener los servicios, aún en los momentos más difíciles de la pandemia.

Agregó que las canastas de alimentación se aumentaron de 8 a 14 kilos, y la aplicación móvil TuApp posibilitó brindar apoyo a más de 300.000 trabajadores informales y sus familias, con más de un 1,2 millones de canastas entregadas.

Fuente: Secretaría de Comunicación de Presidencia de la República