“Afrodescendientes y la matriz de la desigualdad social en América Latina: retos para la inclusión”

Informes

Difundimos documento preparado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

En América Latina, una de cada cinco personas es afrodescendiente, es decir, desciende, en la gran mayoría de los casos, de las personas que llegaron de África a nuestro continente a través de la trata transatlántica de personas esclavizadas en el período colonial. Esa es una estimación moderada, porque solo en el presente siglo la invisibilidad estadística de esa población —una de las formas de discriminación más perversas— se ha comenzado a revertir mediante la incorporación de su autoidentificación en algunas fuentes de datos, aunque persisten importantes desafíos para la consolidación de ese proceso.

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Las personas afrodescendientes son una de las poblaciones que han sido dejadas atrás en lo referente a los beneficios del desarrollo, debido a históricos procesos de exclusión que se expresan en profundas desigualdades en desmedro de estas poblaciones. Asimismo, los Estados no han sido capaces de reconocer el enorme aporte económico, social y cultural que han hecho las personas y comunidades afrodescendientes al desarrollo de nuestros países. Las desigualdades étnico-raciales, como se muestra en este estudio, conforman uno de los ejes estructurantes de la matriz de la desigualdad social en América Latina y el racismo es un elemento central de la cultura del privilegio que aún persiste y se reproduce en nuestros países.