Análisis de la cadena de valor forestal
Informes
El documento fue preparado por Virginia Morales Olmos, consultora de la oficina de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Montevideo, con la colaboración de Julia Ansuberro, bajo la supervisión de José Gabriel Porcile, director de dicha oficina, en el marco de un proyecto conjunto entre la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) y la Oficina de la Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en el Uruguay.
El sector se encuentra inserto en dos cadenas forestales de valor a nivel global: la cadena celulósica y la de madera sólida, pero con participaciones diferentes. Uruguay es el tercer productor en Sudamérica de celulosa blanqueada de madera dura en tanto en el caso de la madera sólida, participa en el mercado de coníferas que es el principal a nivel mundial y tiene un rol destacado en un nicho en el mercado de no coníferas (de maderas duras).
De la revisión de los antecedentes de trabajos se detectó un “sobrediagnóstico” del sector.
Del análisis de comercio exterior se observa que hay una oportunidad para agregar valor a la madera de coníferas ya que actualmente se exporta un gran volumen en forma de madera rolliza por un exceso de oferta a nivel local, con la contracara de un insuficiente desarrollo industrial para procesarla.
De las entrevistas a actores locales, se identifican temas claves que presentan oportunidades y desafíos, que pueden resumirse en: la necesidad e importancia del desarrollo tecnológico de la etapa industrial, la disponibilidad de mano de obra, la calidad de los productos, la importancia de la diversificación de los productos para acceder a diferentes mercados y maximizar el uso de todo el árbol.
Finalmente, se tomaron dos casos de sectores forestales para identificar instrumentos de política exitosos y evaluar su viabilidad en el contexto uruguayo: Chile y Austria