COP 26

COP 26, Uruguay adhiere a acuerdos sobre forestación y metano.

Más de 100 líderes mundiales que representan a países con más del 85% de los bosques del mundo se comprometieron a detener la deforestación para el 2030, al firmar la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre el Uso de los Bosques y la Tierra. Además, se lanzó formalmente el Compromiso Global de Metano, con el apoyo de más de 100 países que representan el 70% de la economía mundial y casi la mitad de las emisiones antropogénicas de metano.
COP 26

Acuerdo para detener la deforestación

Nunca antes tantos líderes, de todas las regiones, representando todos los tipos de bosques, habían unido sus fuerzas de esta manera. En conjunto, contienen el 85% de los bosques del mundo. Los bosques son considerados el pulmón de la tierra porque absorben alrededor de un tercio de las emisiones de carbono globales anuales. Sin embargo, en la actualidad casi una cuarta parte (23%) de las emisiones mundiales proceden de actividades de uso del suelo, como la tala, la deforestación y la agricultura.

Los resultados del evento demuestran cómo la acción sobre los bosques y el uso de la tierra puede contribuir a mantener el objetivo de 1,5 grados de temperatura, a apoyar los medios de vida sostenibles y a cumplir las promesas compartidas sobre adaptación y financiación, relativas a la movilización del financiamiento.

La Declaración de los Líderes de Glasgow sobre el Uso de los Bosques y la Tierra está respaldada por casi 19.200 millones de dólares de financiación pública y privada. Desde el sector público, 12 países se comprometieron a destinar 12.000 millones de dólares de financiación pública para 2025 a actividades en los países en desarrollo, incluyendo la restauración de tierras degradadas, la lucha contra los incendios forestales y el apoyo a los derechos de las comunidades indígenas. El sector privado sumará un mínimo de 7.200 millones de dólares de financiación recientemente movilizada. Más de 30 instituciones financieras con más de 8,7 billones de dólares en activos mundiales se comprometieron a eliminar las inversiones en actividades relacionadas con la deforestación y a apoyar la economía forestal.

Uruguay como signatario ejemplar

Si bien Uruguay es uno de los signatarios del acuerdo, la superficie de bosque nativo en Uruguay se ha mantenido relativamente estable durante las últimas décadas como resultado de estímulos y regulaciones que controlan su corta. Se estima que esta es de 835 mil hectáreas, lo cual representa el 4,8% de la superficie del territorio nacional. La Ley Forestal, sumado a la provisión de incentivos en la forma de renuncias fiscales a las áreas con bosque nativo registradas ante la Dirección General Forestal, ha permitido mantener la superficie de este ecosistema y permitirá alcanzar el objetivo incondicional establecido por Uruguay de mantener el 100% del área actual de bosque nativo.

A pesar de estos avances, en los últimos años se han identificado procesos de degradación en los bosques nativos del país, problemática que será abordada a través de la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD+) que está siendo elaborada en Uruguay. Es así que, en el marco de esta Estrategia, se espera no sólo el aumento de stocks de carbono por la restauración de áreas degradadas, sino también identificar oportunidades de aumento de stocks por el incremento del área de bosque nativo.

Reducción de metano

A partir del acuerdo celebrado ayer, los países se comprometen a reducir los niveles de emisión de metano en un 30% para el fin de la década con respecto a 2020. El metano tiene un potencial de calentamiento global 28 veces mayor que el del dióxido de carbono. Sin embargo, a diferencia de este último, el metano se mantiene en la atmósfera un promedio de apenas nueve años y luego desaparece por reacción química. Por esta razón este compromiso es clave para frenar el calentamiento global en el corto plazo y en caso de lograrlo el Compromiso Global del Metano puede limitar hasta 0,2 grados de calentamiento sólo en la próxima década.

El 60% del metano en la atmósfera proviene de las actividades humanas y en 2019 sus niveles atmosféricos llegaron a una máxima histórica. Este gas es responsable de un tercio del calentamiento global actual causado por las actividades humanas.

En Uruguay, según datos de la Quinta Comunicación Nacional publicada en 2019, las emisiones netas de metano representan más de la mitad de las emisiones totales netas de todos los gases de efecto invernadero directos. El sector con mayor responsabilidad de esto es el de la Agricultura, Silvicultura y Otros Usos de la Tierra (AFOLU por su sigla en inglés), responsable por el 93% de las emisiones de metano.

Las emisiones más importantes de metano provienen de la fermentación entérica, que en 2016 representó el 89,5% del total nacional para dicho gas. El mayor aporte proviene de las emisiones derivadas de la fermentación entérica del ganado vacuno. Como lo establece en su NDC, Uruguay busca hacer los procesos productivos más eficientes para reducir las emisiones por kilo de carne producido.

Algunas de las acciones que se vienen desarrollando en este sentido son el Plan de Producción Ganadera Climáticamente Inteligente y Restauración del Suelo en Pastizales Uruguayos y la implementación de biodigestores de pequeña escala para tratamiento de estiércol vacuno y recuperación de metano.

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