Participar para transformar

La plantación y manejo de estas especies forma parte del Plan de Restauración de Ecosistemas, iniciado a mediados del 2016 en el entorno de la cuenca del río Santa Lucía. El objetivo es ayudar a la naturaleza a reconstituir el monte nativo de la zona, que oficie de filtro natural para el cuidado de la calidad del agua de la principal fuente de agua bruta con destino al suministro de agua potable de buena parte de la población del país.
En esta oportunidad se plantaron 140 ejemplares de más de 10 especies distintas. Entre las llamadas de "primera línea", por estar más próximas al agua, se plantaron: mataojo, sarandí, palo amarillo, sauce y viraró. Se trata de especies hidrófilas, con las que se busca generar un monte ripario, que oficie de filtro para impedir que los nutrientes lleguen al agua.
En una segunda línea, y con este mismo fin, se plantaron: murta, coronilla, sombra de toro, pitanga, chal chal, tala, arrayan y guayabo del país.
El lugar corresponde a la denominada tercera zona de restauración en la que ya se puede apreciar el crecimiento del pastizal natural y de las especies plantadas durante este proceso. Si bien se avanza en un proyecto que permitirá un relevamiento preciso, se estima que el nivel de sobrevivencia supera el 90%.
Un factor clave en este proceso, y en particular en esta etapa avanzada del Plan de Restauración, es el vínculo con los productores de la zona, en muchos casos se trata de los propietarios de los terrenos linderos de la plantación.
Con ellos se hace un abordaje que apunta a la información y sensibilización: se conversa, se explican los objetivos y beneficios ambientales de este Plan, se los convoca como aliados estratégicos cuyas acciones contribuyen también al éxito de la restauración. El entendimiento y buena disposición hace muchas veces la diferencia a la hora de facilitar el acceso al embalse en determinados sitios cuya llegada no es sencilla si no se atraviesa por estos predios.