¿Qué son las Reservas Privadas?
En un contexto en el que más del 90% del territorio nacional es de propiedad privada, las áreas protegidas ingresadas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) aún cubren una superficie reducida en el territorio nacional. Debido a esto, y a las presiones que impactan sobre los recursos naturales y la biodiversidad, es que resulta clave lograr la protección de una mayor superficie del país, de forma rápida pero al mismo tiempo planificada, por lo que estrategias de conservación complementarias a las áreas protegidas toman relevancia.
En nuestro país, ya existen diversas iniciativas de conservación en tierras privadas, ya sean particulares, impulsadas desde la sociedad civil, empresas y corporaciones, que se llevan a cabo desde hace varios años y actualmente algunas se encuentran consolidadas, por lo que es importante su consideración al momento de planificar la gestión del territorio con fines de conservación.
A esto se suma que la Meta 3 del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, a la que Uruguay suscribe, aspira que “…para el 2030, al menos el 30% de las zonas terrestres, de aguas continentales y costeras y marinas, especialmente las zonas de particular importancia para la biodiversidad y las funciones y los servicios de los ecosistemas, se conserven y gestionen eficazmente mediante sistemas de áreas protegidas ecológicamente representativos, bien conectados y gobernados de forma equitativa, y otras medidas eficaces de conservación basadas en zonas geográficas específicas…”.
Es en ese sentido que para avanzar en la protección de una mayor superficie del territorio, mejorando los resultados en conservación de la biodiversidad, así como reconociendo el esfuerzo que muchas personas hacen en materia de conservación de la naturaleza, surge este reconocimiento de iniciativas privadas de conservación a través de su declaración como Reservas Privadas por parte del Ministerio de Ambiente.
Los objetivos de estas declaraciones son reconocer y poner en valor iniciativas de particulares de conservación de la biodiversidad, con sus servicios ecosistémicos y aspectos culturales asociados, así como contribuir con las metas nacionales de conservación y uso sostenible de la biodiversidad.