El Parlamento recibió información sobre el proceso de reparación del buque Gral. Artigas definido en el año 2018

El ministro concurrió este miércoles a la Comisión de Defensa de la Cámara de Representantes, junto al subsecretario Rivera Elgue el comandante Wilson y el director general del ministerio, Fabián Martínez.
En la sesión se trató el tema del proceso de reparación del buque Rou 04 Artigas, iniciado a partir de un contrato firmado en el año 2018.
Tras la reunión, en conferencia de prensa, el ministro García explicó que «con el equipo del ministerio y el comandante de la Armada concurrimos a informar acerca del proceso de reparación del ROU 04 Artigas, que es el buque logístico que tiene nuestra Armada Nacional y que está desde el 2018 en proceso de reparación y, técnicamente, se llama la remotorización».
Recordó que «cuando asumimos en marzo del 2020, heredamos un contrato que era de finales de 2018 que fijó la administración anterior con todas las etapas que debían darse adelante para que, se previa en aquel entonces, catorce meses, así que, saquemos el cálculo, estamos hablando que el buque se preveía reparar en poco más de un año, es decir, estar pronto cuando asumía esta administración. Bueno, la realidad impuso que, por diferentes circunstancias, al día de hoy todavía el barco no esté navegando y está en una etapa que esperamos que sea la final de reparaciones», dijo el ministro.
Indicó que «heredamos un contrato en 2018, con el cuál yo personalmente, si hubiera sido ministro en aquel momento, no lo hubiera firmado, porque es un contrato que cuando uno lo lee ve que no se previeron circunstancias que, lógicamente, se podían haber previsto, que eran elementos supervinientes que pasan cuando se repara un barco que tiene la edad que tiene el ROU Artigas».
Indicó que «los países son continuos y las empresas que contratan con el Estado uruguayo contratan con el Estado y no con un particular o un partido político que está al frente del Poder Ejecutivo, por lo tanto, lo que nos corresponde a nosotros es honrar ese contrato en una actitud institucional y estamos en esa etapa de tratar de dar los pasos finales para corregir la circunstancias que se dieron y que impidieron que el barco estuviera navegando en tiempo y forma y prestando servicio al país. La Armada se ha comprometido mucho con esta reparación y, ha dispuesto todo en el dique de la Armada para que el mismo pueda corregir las circunstancias que llegaron a que el barco no se pudiera reparar y no esté navegando».
El ministro dijo que «la administración anterior había firmado un contrato de reparación con una empresa extranjera, de origen alemán, por la cifra de un poco más de seis millones y medio de dólares. Vuelvo a reiterar, monto que lo decidió la administración anterior y capaz habrá tenido sus criterios para hacerlo y para estudiarlo. Nosotros no encontramos en todo el expediente ningún estudio de costo/efectividad, porque cuando uno compromete este tipo de montos nosotros entendemos que lo lógico es pensar si es más barato o más efectivo invertir estas cifras o adquirir un buque de similares características que se pueda conseguir por cooperación. La administración anterior decidió invertir esa cifra sin ese estudio que nosotros no encontramos de costo/efectividad, y llevar adelante esta remotorización por seis millones y medio de dólares, costo que la Armada ya pagó en buena parte, ya venía pagando desde el 2018/2019 y se termina de pagar cuando estuviera navegando o estuviera verificado que funciona», explicó García.
Indicó que «obviamente, que estas cosas no previstas en el contrato generaron arreglos que tuvo que hacer la Armada y que tienen costos agregados. A nosotros nos hubiera parecido que hubiera sido correcto analizar previamente, prever que iban a existir elementos que no estaban previstos y que había que incluirlos en el contrato original, como no se incluyeron; yo creo que, con un error, pero no se incluyeron, ahora hay que hacerse cargo, porque de lo contrario perderíamos toda la plata que se invirtió hasta el momento», advirtió.
Agregó que «acá hay dos opciones: o uno decide reparar lo que apareció y si decide no invertir, tirar por la borda toda la plata que invirtió antes, el buque no navegue y tirar millones de dólares para afuera. Esa es la decisión que nos encontramos. La Armada, con buen criterio, decidió hacerse cargo de los costos supervinientes y no previstos en el contrato para poder terminar esta reparación», señaló.
Costo superveniente
El comandante Wilson dijo que «los costos asociados de las entradas a dique que no estaban previstas -este buque debería haber estado navegando en el año 2021-, los costos asociados a contratación de terceros para la realización de algunos trabajos o la compra de algunos materiales necesarios, han salido del presupuesto de la Armada.
El total, considerando eventualmente costos por pérdidas de tiempo de dique para trabajos de terceros, más o menos ronda en el entorno de 500 mil dólares, costos que viene asumiendo la Armada», precisó.
El comandante de la Armada dijo que «la utilidad de este buque al día de hoy es el único buque mayor que tenemos para cubrir el área que llega hasta la mitad del océano Atlántico. En el año 2017, era el único buque de la Armada con capacidad real de llegar y tener permanencia en el área. Es el único buque que, hoy por hoy, puede llegar a darle abastecimiento a la base antártica, esa es la importancia», precisó
Agregó que «es un buque de transporte, con gran capacidad. Al momento, cuando este no estaba en servicio, se atendía con el ROU Vanguardia, que ahora está degradado en sus condiciones de propulsión y no es confiable para mandarlo a la Antártida. Entonces, en primera instancia, las tareas primordiales son esas: ser la plataforma mayor para atender el incidente «sar» que se pueda dar en el área de responsabilidad, atender los requerimientos de operaciones Antarkos».
«En cuanto a los costos operativos, este buque tiene costos operativos más bajos que los que tiene la fragata Uruguay, por ejemplo. Es casi la mitad de la dotación de personal, es de dos motores, no de cuatro motores, está dentro de lo que hoy por hoy la Armada puede sostener», puntualizó Wilson.