Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca

El grupo de danzas folclóricas funciona desde hace siete años, pero este año incorporó niños de 3 a 12 años. En total son unos 35 integrantes: “Es la única actividad cultural que hay en el pueblo para hacer y es totalmente gratuita; vienen profesores de Montevideo, los que pagamos haciendo actividades benéficas como rifas, venta de ravioles y campeonatos de fútbol”, cuenta María José Prieto, integrante del grupo. Muchos de los niños que participan en las danzas son hijos de productores familiares o peones rurales que trabajan en tambos de la zona.

Con el financiamiento del “Somos de Acá” pudieron comprar calzado para la danza: “Uno de los fines es que todas las pequeñas que están en el grupo, que son como 15, pudieran tener el calzado más adecuado para la danza, y que todas estén iguales, porque no todas tienen acceso o pueden comprarlo. La idea fue esa y ahora, gracias al aporte, pudimos comprarlo”. Del mismo modo, se compraron chalecos para los niños (ya se les había comprado bombacha y camisa). También vestimenta para los grandes, maquillaje, gel y fijador, y un bombo para mejorar el espectáculo.

Ensayan en el salón comunal del pueblo, entre dos y tres veces por semana. Los docentes vienen una vez por mes y ese día se trabaja varias horas. Durante el año tienen muchas actuaciones. Por lo general colaboran con las escuelas rurales de la zona, entre otras instituciones.

Cufré es un pueblito de poco más de 300 habitantes. A las danzas concurren niños y jóvenes del pueblo, pero también de las zonas rurales cercanas. Las danzas son muy importantes como actividad cultural y lugar de referencia, porque allí no hay muchas actividades para hacer, “ni siquiera deporte”, dice María José. Justamente, a este llamado también se presentó el Club Unión, de la zona, ya que otro grupo de jóvenes quiere reflotar la cancha del club y hacer un complejo deportivo, de manera que los jóvenes tengan actividades para hacer: “Los pocos niños o jóvenes a los que los padres los pueden llevar, tienen que hacer 21 kilómetros hasta Nueva Helvecia para poder hacer alguna actividad deportiva. Y son muy pocos los que cuentan con los recursos necesarios”, dice la joven.

En la localidad hay una escuelita urbana y un liceo rural, que cuenta con 7mo, 8vo y 9no. Para cursar de 4º a 6º de liceo o UTU, los jóvenes deben viajar a Nueva Helvecia.

“Ver que se puede”

La peña, que tendrá lugar mañana sábado, será una forma de mostrar lo que se ha podido lograr con el apoyo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Ministerio de Desarrollo Social. Participarán “El Timbó”, de Ecilda Paullier, el grupo de danzas folclóricas de Florencio Sánchez, el ballet folclórico de Ismael Cortinas y, los anfitriones, el grupo de danzas Renacer. Además, cantarán “Los del momento”, que es un grupo de jóvenes del pueblo que hace folclore, y “Con alma y vida”, de La Paz.

“Estamos muy entusiasmados; toda la semana hemos estado con los arreglos del salón y en la organización de la bebida y la comida y aprontando la fiesta”, cuenta María.

Para los ensayos tienen un pequeño parlante, pero para pagar la amplificación de la peña hicieron una venta de ravioles para juntar fondos. “Es una fiesta familiar y, como siempre, la gente del pueblo acompaña, y la del campo también. Siempre están presentes”.

“Queremos agradecer a todos los que están detrás de lo que es ‘Somos de Acá’, porque es una ayuda muy importante para los jóvenes. La verdad que estamos muy agradecidos por que hayan tenido en cuenta al pueblito de Cufré”, dice María.

Es también un incentivo a los jóvenes que quieren seguir haciendo su vida en el campo: “Es ver que se puede y que hay que seguir. No dejar el lugarcito donde estamos y seguir ahí, presentes”, concluye la joven.

“Somos de Acá” es un fondo concursable de iniciativas juveniles con enfoque de desarrollo rural, que promueve la participación de las juventudes en proyectos productivos y socio-culturales. Tiene como propósito encontrar alternativas para que las juventudes sean protagonistas de sus proyectos de vida, ayudando a que la permanencia en el campo sea una elección. Es promovido por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca a través de la Dirección General de Desarrollo Rural y el Ministerio de Desarrollo Social a través del Instituto Nacional de la Juventud.