Jóvenes rurales

Grupo de jóvenes “Tres Querencias”, de Paysandú lleva adelante un proyecto de engorde de terneros en el marco de la convocatoria “Somos de Acá”

En el departamento de Paysandú, a 17 kilómetros de Guichón, está el pueblo Piñera Beisso. Allí funciona el grupo “Tres Querencias”, aspirante a campos de Colonización. Como todos sus integrantes son asalariados rurales, tuvieron idea de irse organizando, trabajar juntos e ir haciendo un fondo común para el día que consigan tierra, a la vez de hacer alguna obra social en el pueblo.
Grupo de jóvenes “Tres Querencias”, de Paysandú

“Una de las ideas que se nos presentó fue un proyecto de ‘Somos de Acá’, y con ayuda de algunos técnicos (...) formamos, dentro del grupo, un grupo de jóvenes para presentarnos al proyecto”, cuenta Jorge Cabrera, uno de sus integrantes.  

En total, integran el grupo cinco jóvenes, de entre 16 y 26 años. Jorge trabaja como auxiliar en una Escuela Agraria y trabaja en changas en establecimientos. Desde los 5 años siempre ha vivido en el campo: “mi madre siempre fue cocinera de estancia, y yo siempre estaba con ella y de ahí me mandaba a la escuela más cercana de donde ella estuviera trabajando”, cuenta. Como joven rural, él quiere quedarse en el campo.

Al “Somos de Acá”, presentaron como propuesta un sistema de engorde de terneros: “presentamos el proyecto para comprar unos terneritos para engordarlos y después poder venderlos y, con la ganancia que nos quedara, poder seguir agrandando ese rodeíto... o seguir con la misma cantidad de bichos, pero ir guardando la ganancia para el grupo”, dice el joven.

Para funcionar, les prestaron parte de un establecimiento, el Santa Isabel, a unos seis kilómetros de Piñera: “Nosotros vamos algún día a trabajar con los bichos y ayudamos en el establecimiento, y es como un intercambio, como una obra social: ellos nos dan una mano con el pastoreo y nosotros les damos una mano con el establecimiento”, cuenta Jorge.

El monto otorgado por “Somos de Acá” fue de 92 mil pesos, con lo que compraron los terneros y parte de la ración. Tienen once terneros, machos y hembras, de razas Normando y Hereford. “Dentro de la plata del proyecto, había una posibilidad, poniendo una parte nosotros, de haber comprado otro ternerito, pero como estábamos en pleno invierno, que en estos lados nos golpea feo, decidimos no ponernos tan ambiciosos y reservarnos, porque sabíamos que íbamos a tener unos lotes de meses para darles ración, vitaminas (...) entonces dejamos una partecita que nos había dado el proyecto para ayudarnos con la ración y nosotros pusimos una gran parte en ración, vitaminas, antiparasitarios y otros productos que se les fue dando en el correr del año”.

Según Jorge, el engorde del ternero es una manera de hacer dinero rápido: “como no tenemos campo tenemos que estar con el tema del pastoreo y, aparte, como el ternero no requiere tanto cuidado como una vaca de cría, como una vaquillona... más que nada darle alguna pichicata, hacerle un control de kilajes y la idea es llevarlo a unos 300, 400 kilos –que a ese kilaje llegaría bastante rápido-, y venderlos”.

Una vez que el ternero pasa los 300, 400 kilos, requieren muy buena pastura o mucho tiempo de desarrollo: “Ellos tienen un boom hasta los 300, 400 kilos y después se trancan un tiempo largo, entonces nuestra idea era hacerlos llegar de golpe hasta ahí y venderlos y con la ganancia comprar la misma cantidad de terneros y guardar un resto, o comprarlo todo en terneros para ir fortaleciendo el fondo del grupo”, explica Jorge.

“Para nosotros ha sido una bruta experiencia, en todo sentido, uno aprende a trabajar en grupo, conoce nuevos emprendimientos y puede informar a otra gente... Aparte que atrás de este proyecto hay muchas cosas que a uno lo incentivan... saber que en el día de mañana puede salir un proyecto también por Somos de Acá para el pueblo... arrimar alguna cosa que esté haciendo falta... que uno va a ser escuchado y atendido. El apoyo del Ministerio ha sido muy bueno. Han estado en contacto con nosotros, nos brindan información”, dice Jorge.

La aspiración de los jóvenes es poder permanecer en el campo y tener una vida digna: “Hoy en día, el tema del campo está bastante complicado. La mayoría de la gurisada, si no nos gusta lo que estamos haciendo, es muy difícil que nos quedemos en el campo, porque se complica... desde los caminos hasta el estudio... A uno que le gusta el campo y quiere seguir, una de las únicas formas de poder estar acá es por medio de estas cosas así. Tener un emprendimiento de uno, trabajar para uno... poder hacer algo bien”.

Como grupo se presentaron a un llamado de Colonización, pero no les fue adjudicado: “Siempre estamos a la expectativa, pero en un principio no es algo por lo que tengamos mucha urgencia... Nos queremos preparar nosotros. Trabajar en grupo muchas veces se complica, son varias cabecitas con distintas ideas, y coordinarlas a todas juntas, es difícil, por eso queremos organizarnos, conocernos bien e ir haciendo estos tipos de emprendimientos para después sí, poder entrar bien como grupo, un poco mejor económicamente”.

Jorge destaca la participación femenina dentro del grupo: “Es muy importante; en el grupo tenemos mujeres que son las que se organizan; cuando pedimos un curso o una charla, que se consigue por la Mesa de Desarrollo, nos ayudan mucho con el tema de la organización, que es muy importante...”, dice.

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