Microcrédito Rural

Integrantes de Comités de Crédito Local evalúan al microcrédito rural como ejemplo de política de desarrollo rural

Durazno fue la sede del III Encuentro Nacional de integrantes Comités de Crédito Local del Programa Microcrédito Rural, una herramienta financiera basada en la confianza y que ha hecho posible mejorar la calidad de vida de miles de personas que viven y trabajan en el campo.

Desde que el programa comenzó a funcionar, en el año 2004, se han entregado cerca de 38 mil créditos, en tres líneas: para emprendimientos productivos agropecuarios o no agropecuarios; de libre disponibilidad, para cubrir una importante gama de necesidades de las familias, como problemas de salud, equipamiento del hogar, materiales escolares, vestimenta, etc; y para refacciones de viviendas o pequeñas ampliaciones.

Del encuentro surgió que para el funcionamiento de los microcréditos ha sido fundamental el compromiso y la responsabilidad de la gente, la vocación de servicio, la confianza en el analista y el conocimiento de la gente. Compartimos algunas experiencias, contadas por sus protagonistas.

“La gente saca dinero de su bolsillo con tal de que la herramienta no se vaya de la zona”

Paola Reina es de Salto. Trabaja como analista para Fundasol desde hace tres años. Anteriormente fue integrante del Comité de Crédito de la zona de Zanja Honda. Actualmente trabaja para las zonas de Paloma, Saucedo y Zanja Honda. Trabaja con un número de 30 personas y comenta que tiene un 100% de recuperación del dinero. Reconoce que en el medio rural la gente debe esforzarse para salir adelante.  Comenta que en la actualidad, entre los tres  comités de crédito de la zona, hay 25 créditos funcionando y cuenta que en Zanja Honda hubo que hacer una recuperación: “Eso se hace con todos los beneficiarios del crédito si una persona queda deudora, entre todos tenemos que recuperar la herramienta; la gente saca dinero de su bolsillo con tal de que la herramienta no se vaya de la zona, porque es muy buena. Para la gente que no tiene acceso a otros créditos, este es un crédito muy accesible y de bajo interés. (…) La gente se esfuerza mucho por mantener la herramienta en la zona”.

Como analista, Paola debe ir dos veces al mes a la zona: una vez a hacer la cobranza de los créditos otorgados y luego a levantar solicitudes, enviar los papeles al Ministerio para que los aprueben, y estar en comunicación constante con Fundasol por temas de cobranzas, refinanciación, cancelaciones… Cuenta que para difundir la herramienta es esencial la Mesa de Desarrollo Rural: “La gente lleva la inquietud de que necesita la herramienta en su zona, y ahí va el analista junto al Ministerio a ofrecerla”. Además se usan la radio, la televisión y las redes sociales. “Todo el que tenga interés que se acerque, porque es una herramienta muy buena, de fácil acceso, con un interés muy bajo y sirve; empieza en montos chicos, después, a medida que la gente va pagando, se va incrementando el monto. Sirve para trabajar. No sólo hay créditos productivos, también hay para vivienda y libre disponibilidad: si vos necesitás comprarle algo a tu hijo, una ropa, un calzado, un mueble, también tenés acceso a esos créditos”, concluye.

Ángel Rodríguez es de Mataojo, también del departamento de Salto. Integra el Comité Local de Pueblo Rama. Actualmente hay 12 personas que tienen crédito en la zona: “Comencé desde que empezó el programa y he andado muy bien; hubo algunos atrasos pero se pudieron solucionar”. Respecto a la herramienta, sostiene que sirve: “Tengo una muchacha que puso un pequeño comercio ayudada por el microcrédito. Un almacén…  A las personas les ha servido mucho. Muchos de los que han sacado, han repetido el crédito”. En cuanto al encuentro, señala que le pareció muy interesante: “Me pareció especial, estamos en una zona lejos y nos encontramos con gente de casi todos los departamentos, eso para nosotros es muy bueno. Estamos contentos”.

Sin gente no hay desarrollo

El director de Desarrollo Rural, José Olascuaga, fue el encargado de dar cierre al encuentro. Señaló que el programa de Microcrédito Rural “es un ejemplo de política pública y de herramienta para el desarrollo rural inclusivo” y argumentó a favor de esto: “Tiene muchas cosas interesantes: en primer lugar es una herramienta que pone en juego, que valoriza y que desarrolla una cosa muy importante para el desarrollo, que es el capital humano y social: el valor de la gente. El desarrollo se construye con gente, que participa, que se compromete, que quiere trabajar (…) Sin gente no se hace desarrollo”, indicó. Agregó que la manera de mejorar la calidad de vida de la gente que vive en el campo es tomándola en cuenta y dándole oportunidades y que lo que hace el Programa Microcrédito Rural es “valorizar la gente, la cultura, la palabra, el compromiso, las ganas de trabajar y de salir adelante y generar organización social”. Señaló que también es una herramienta de inclusión, porque apunta a trabajar con la gente que no tiene facilidad de acceso al crédito convencional. “Es una herramienta que se construye, se gestiona y se vuelve a construir, de arriba abajo y de abajo a arriba: con la participación activa (…) eso también hace que haya posibilidades de que cada comité adapte la herramienta a su territorio, y eso es desarrollo territorial (…) por eso pensamos que es una herramienta importante de desarrollo rural. Una herramienta que  apunta a mejorar la calidad de vida, a generar oportunidades, a devolverle a la gente la dignidad”, señaló Olascuaga. Expresó que otro componente interesante es que la decisión se toma en el territorio y por parte de los propios actores que trabajan en el sistema: “es una herramienta donde la famosa descentralización es real”, dijo, y aclaró que la descentralización es cuando la toma de decisión sobre los recursos se hace en el territorio: “Por todas esas cosas es que el Programa de Microcrédito Rural es un buen ejemplo de política de desarrollo rural”. Remarcó la importancia del encuentro y dijo que desde la DGDR se llevan deberes sobre cómo mejorar el acceso de crédito a los jóvenes, cómo expandir el programa a otros territorios y cómo lograr extender los plazos  y los montos: “son deberes que nos llevamos, pero para hacerlos juntos con ustedes”, les dijo a los integrantes del programa.

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