Juventud rural

“La Majada”, un proyecto de jóvenes que buscan iniciarse en el rubro ovino

Matías Mendiondo es un joven de José Enrique Rodó, de la Colonia Manuel Victoria. Forma parte del grupo de jóvenes “La Majada”, que presentó un proyecto al “Somos de Acá” para la compra de una majada de ovejas. Siente que el proyecto le cambió la vida...
Matías Mendiondo

Matías tiene 20 años. Nació en Cardona, estudió en las Escuelas 49 y 45 de la localidad de Rodó y luego, Ciclo Básico en la Escuela Agraria de Rosario. “Siempre estuve vinculado al campo porque mi padre tiene una fracción en la Colonia Manuel Victoria. Son cinco hectáreas más una casa que se la dieron a los primeros colonos y mi abuelo fue uno de los primeros colonos de la zona”, cuenta. Tenían ovejas y vacas.

“De chico siempre me crié con caballos, vacas, ovejas... Siempre me tiró ese lado. Con el correr de los años fui aprendiendo cómo marcar las ovejas para echarles cura-bicheras y el trato a los caballos...”.

Matías, que ayuda a su padre que tiene un taller de chapa y pintura, es parte de “La Majada”, un proyecto con que un grupo de jóvenes de Rodó y la Colonia Manuel Victoria se presentó a la convocatoria “Somos de Acá”, que llevan adelante la DGDR y el INJU, con la intención de comprar una majada de ovejas raza Texel, integrada por 20 ovejas y 2 carneros, construir un encierro y realizar capacitaciones abiertas a la comunidad sobre manejo y sanidad ovina. “El proyecto nos abrió las puertas a varios de la Colonia, queremos terminarlo y progresar... y que lo conozcan más nacionalmente”, dice el joven.

Matías cuenta que a mediados del año pasado, la técnica Carolina La Paz les planteó la idea a varios jóvenes de la Colonia y de José Enrique Rodó: “A mí me interesó porque era algo que nunca había hecho, estar en un grupo y menos llevarlo a cabo en asociación con el INJU y el MGAP... me interesó y a casi todos les gustó la idea”. “La idea al principio fue crear una majada (...) empezamos a hablar con vecinos de la Colonia, surgió un campo cedido, de cerca de 15 hectáreas... Nosotros íbamos presentarnos al Instituto de Colonización, pero se demoraba mucho y nuestra idea era adelantar bastante en medio año y con el papeleo no íbamos a poder llevar la idea a cabo enseguida, entonces pedimos a un vecino de la zona que tenía un asociado en el campo, para usarlo y se sintió feliz. Él tiene 30 hectáreas y nos cedió la mitad, y entre los dos pagamos por la hipoteca del campo”, cuenta Matías.

En total, integran el proyecto 14 jóvenes. “Primero conseguimos el campo, ahorramos tiempo y papeleo; enseguida fuimos al campo a vichar los alambrados. Había muchos alambrados rotos o muchos que había que hacerlos de cero; en la primera reunión dijimos que dependía de nuestro empeño y todos pusieron una gran mano”, dice el joven.

Les aprobaron el proyecto. “No lo podíamos creer”, dice Matías. “Casi todos tienen conocimiento pero no práctica”, cuenta. Hasta ahora lo que han hecho es pasar la excéntrica en el campo, para sembrarlo con pastura para invierno: “Ahí tenemos que hacer el manejo, en poco tiempo empezamos con las capacitaciones para tener más idea dentro del rubro, y eso también pensando en nuestro futuro... vamos a tener una noción más de lo que es el manejo”, dice el joven.

 

Un logro: la unión de los vecinos

Matías siente que el proyecto le cambió la vida: “Me cambió porque acá en la Colonia todos son vecinos, se conocen, pero nunca habían tenido un proyecto que los uniera para coordinar. Todos estuvieron interesados en dar una mano... Sentimos que ellos nos dieron una gran mano y nosotros queremos darles una gran mano a ellos”. En definitiva, sienten que el proyecto logró unir a los vecinos: “Tenemos la unión entre vecinos y gente de la localidad de José Enrique Rodó que está muy interesada en el grupo. Nosotros ahora vamos a intentar dar una capacitación en ovejas. Y pensando que la capacitación iba a tener 20 integrantes, nos dimos cuenta que en menos de un día se habían anotado 70 personas. (...) A nosotros nos alegró mucho ver cómo la gente misma nos apoya”, dice el joven.

La idea de los jóvenes es armar un Facebook con toda la información del proyecto. Además, tienen otro proyecto con el que quieren comprar ecógrafo y una máquina esquiladora, como para seguir en el rubro. Se presentaron al llamado “La Bujía”.

“A los jóvenes les recomendaría juntarse entre varios amigos que tengan algo en común y que creen un proyecto; que vaya el sentimiento de cada persona en el proyecto, que vean el futuro en esa idea. Nuestra idea empezó como nada y ahora varias de las personas estamos muy implicadas y lo queremos llevar a cabo para las futuras generaciones; que vean que nosotros hicimos un proyecto en la Colonia, que llevamos a cabo una idea que queremos que la conozcan en otros lugares del Uruguay”, dice Matías.

“Mi sueño siempre fue lograr trabajar en el campo, porque toda la vida me gustó el campo. Seguir en el rubro... manejar tractores. Me gusta. Siempre tuve la idea de tener un pequeño emprendimiento, un mini tambo y ver todos los meses cómo se agranda. Empezar de la nada y construir un gran tambo”, dice el joven.

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