Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca

Gianella Galo, integrante de la Sociedad Fomento Defensa Agraria y delegada de la Mesa de Desarrollo Rural de Montevideo, cuenta: “Fue una actividad muy linda que estuvo dividida en una breve introducción de autoridades, después en temáticas, se difundió la campaña “Transformadoras”, también el proyecto de DIGEGRA, que es un préstamo dirigido a mujeres, liderado por mujeres, que va a sus propias cuentas...”.

Hubo baile y mucha alegría. Participaron mujeres de la zona que nunca habían participado de este tipo de actividades: “A mí me dio muchísima alegría varias cosas, primero que la Sociedad de Fomento y Defensa Agraria de Paso de la Arena nos apoyara tanto, y que se pudieran armar todas esas sinergias en la zona para que se pudiera festejar la fiesta de la mujer rural, y a partir de que aterrizó acá, estamos viendo otras posibilidades, inclusive que la Mesa haga una sesión abierta en el Arévalo”, cuenta Gianella.

Si bien Gianella no viene de una familia productora, decidió hacer su vida en el campo: “No vengo de una familia productora. Mis abuelos tenían una huerta, como buenos españoles, en Rosario, Colonia y después yo hice un pasaje con mi familia (mis tíos tenían una casa quinta en Lezica, y fue una época muy hermosa, con un italiano, donde producíamos de todo, pero básicamente para consumo familiar, y lo que sobraba, iban mi hermano y mi primo a venderlo con el feriante de la zona”.

“Mi acercamiento al agro fue desde otro lugar, después que fui gerente consignatario de ganado (...) y después gerencié el Frigorífico Cruz del Sur en nombre de 36 consignatarios afectados (porque cuando el frigorífico declara la quiebra, nos arrastra a 36 consignatarios en una deuda millonaria...). También contó un trabajo de forestación, porque tenía muchos clientes que eran del litoral... y en otra tapa, con Bolívar Annoni (...). Así que desde ese lugar vengo en el rubro del agro”, cuenta.

Se insertó en Montevideo Rural Oeste, en Camino O’Higgins, hace 23 años: “En 1999 vendí mi casa y me vine a vivir acá con mis hijos. Ahí empezamos un proyecto de autoconsumo. Era una chacra ya abandonada y como era abandonada, me permitió dejar reposar la tierra hasta poder empezar todo un proyecto orgánico de plantas medicinales. Nunca viví de la tierra, esa es la realidad, pero me he vinculado siempre con todos mis vecinos que se dedican a eso”.

Gianella es mimbro de la Sociedad de Fomento y Defensa Agraria desde hace muchos años y este último año le pidieron si no se podía presentar en representación de ellos como concejal vecinal, que fue lo que hizo, y a partir de eso creó la Comisión de Desarrollo Económico Rural en la zona, y de ahí derivó a la Mesa de Desarrollo Rural del MGAP. Paralelamente, fue invitada a participar de los grupos de lideresas territoriales, transformadoras, rurales y del agro.

Hablando de sueños...

Gianella vive sola en el establecimiento y trabaja mucho por la zona: “Mi sueño es que esta zona pueda permanecer siendo un área rural, que tiene muchísimas dificultades, porque estamos muy cerca del Puerto, y toda la logística, y todo el transporte pesado nos está invadiendo. Hay mucha área que está sin explotar, casi abandonada. Estamos haciendo, con las Mujeres Rurales de Punta Espinillo, un relevamiento de qué se produce y de todos los predios que están vacíos. Sueño que permanezca siendo un área importante, productiva, que podamos convivir con toda esa logística, e integrar gente joven, mujeres y jóvenes a trabajar en proyectos que sean de la zona”, dice Gianella.

Ahora están trabajando con los técnicos de la Fomento en encontrar la forma de que las mujeres se apropien de los proyectos, incluso de este préstamo para mujeres de la granja, que “podría ser un puntapié inicial para distintas actividades”, dice la mujer rural.