Bosque nativo

Nueva emisión en el mercado global del Bono Indexado a Indicadores de Cambio Climático

Desde el 6 de noviembre de 2023, el Gobierno concretó una operación de financiamiento en el mercado global a través de la reapertura del BIICC, denominado en dólares y con vencimiento final en 2034. La primera emisión se realizó en octubre de 2022, en la cual Uruguay emitió bonos soberanos asociados a indicadores ambientales, que alinean la estrategia de financiamiento público con los compromisos nacionales de sostenibilidad y desarrollo económico bajo en carbono. En aquella oportunidad, primero fueron 1500 millones y en esta instancia 700. La Estrategia Nacional de Bosque Nativo, lanzada en 2018, establece como política nacional para la conservación y mejora de las reservas de carbono de los bosques nativos, el manejo forestal sostenible y la reducción de emisiones por deforestación. Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas
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Antecedentes

Para el diseño del bono, el Grupo BIICC seleccionó dos indicadores, basados en la CDN presentada en 2017 en el marco del Acuerdo de París. Con respecto al primer indicador, contempla esfuerzos de todos los sectores emisores de gases de efecto invernadero, que incluyen energía, transporte, procesos industriales, residuos y agropecuario, incluido el forestal.

Con respecto al segundo indicador, la gestión de los bosques nativos por parte de la Dirección General Forestal del MGAP se ha desarrollado con éxito desde hace más de 50 años, al amparo de las leyes forestales. Uruguay se ha posicionado como un país que preserva  las áreas de bosque nativo, valora los servicios ecosistémicos que aportan, incluyendo la conservación de su biodiversidad y la gestión sostenible de estos recursos.

 

I. Objetivos de la operación 

1) Complementar el programa de fondeo del gobierno para el año 2023.

2) Reafirmar la estrategia de financiamiento soberana alineada con los objetivos ambientales de Uruguay.

3) Diversificar la base de inversores de títulos del gobierno, accediendo a otros mercados e inversionistas focalizados en objetivos de sostenibilidad.

II. Resultados      

• La emisión del BIICC alcanzó un valor nominal de 700 millones de dólares, a cambio de efectivo.

• La demanda superó ampliamente el monto emitido, con un libro de órdenes que, en su máximo, llegó a 2.701 millones de dólares.

• La reapertura del bono se realizó a un rendimiento de 5,6% anual, correspondiente a un diferencial de 95 puntos básicos respecto al bono de referencia del Tesoro de Estados Unidos de plazo similar. El precio de reapertura del bono fue de US$ 101,15 por cada US$ 100 de valor nominal.

• En su máximo, el libro de órdenes estuvo compuesto por 139 inversores, de las cuales 15 cuentas invirtieron por primera vez en un título soberano de Uruguay. Aproximadamente el 89,5% de la demanda provino de cuentas extranjeras, y la restante de inversores de Uruguay.

• Dentro de las cuentas internacionales, el grueso de la demanda se originó en Estados Unidos y el Reino Unido, con la presencia de las mayores cuentas enfocadas en mercados emergentes de alta calificación crediticia. También participaron inversores de Alemania, Austria, Canadá, Chile, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Irlanda, Japón, Países Bajos, República Checa y Singapur. Asimismo, se destaca la participación de agencias del gobierno de Corea del Sur y Suiza.

• Los bancos BNP Paribas, Goldman Sachs (B&D) y Scotiabank actuaron como agentes colocadores en esta operación.

III. Evaluación

• A pesar del contexto actual de alta volatilidad global, Uruguay logró conseguir un volumen importante de financiamiento, a plazos intermedios a través de un instrumento innovador. El BIICC es el primer bono global indexado a indicadores de sostenibilidad (Sustainability-Linked Bond) que incorpora una estructura de tasa de interés bidireccional. El cupón del bono puede potencialmente subir (step up) si el país no cumple con los objetivos establecidos en el marco de emisión, mientras que el país se podría beneficiar de una reducción (step down) del cupón del bono si sobrecumple sus metas ambientales.

• El volumen de demanda permitió al gobierno comprimir el spread durante la transacción, con una concesión estimada por debajo de 15 puntos básicos, respecto a la cotización del bono en el mercado secundario.

• La operación permitió acceder a demanda incremental de fondos de inversión comprometidos con el desarrollo económico sostenible. La transacción también contribuye a aumentar la visibilidad de la estrategia de acción climática y desarrollo sustentable del país, como objetivo conjunto de los sectores público y privado. Asimismo, apuntala el desarrollo de otros instrumentos del gobierno de financiamiento climático con organismos multilaterales, para la transición a una economía más baja en carbono.

 

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