Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca

Además de las autoridades y referentes de ambas instituciones que como acostumbran, dieron la bienvenida, participaron los 13 analistas que están en todo el territorio, para desarrollar una jornada de trabajo sobre varias temáticas, afín de evaluar logros al momento, e intercambio para mejorar la herramienta. Conversamos con Verónica Ponce de León, encargada del Programa por Fundasol, nos contó que se “estuvo trabajando sobre los números generales, en una presentación y luego se dividieron en grupos para trabajar con distintos puntos de vista para seguir avanzando lo que significa el análisis del crédito, la mejor forma de entregar un crédito, modalidades de pago…tuvimos una jornada muy rica, muy productiva y de mucha camaradería”, nos cuenta. Además, nos dice que el mes de marzo habían trabajado en un taller, donde cada grupo había marcado sus objetivos con la modalidad SMART (por su sigla en inglés que se traduce en específicos, medibles, alcanzables, realistas, y con determinado tiempo de ejecución), para el año que corre, y que el viernes pudieron comparar y evaluar resultados en base a los objetivos planteados.

“Luego pasamos como a un repaso de consultas sobre temas de la sistematización…este año innovamos con una app para levantar las solicitudes, y como es una nueva manera de presentar y de acceder a la información, también se evaluó”.

20 años del programa

El Programa Microcrédito Rural (PMR) cumple este año 20 años de existencia, y al respecto Verónica nos cuenta, haciendo un repaso: “el programa ha ido creciendo, empezó siendo muy chiquito, en zonas muy determinadas, en diciembre de 2003 con la firma de un convenio marco entre el Ministerio de Ganadería y Fundasol, que en ese momento prestaba servicios de know how, sobre el mantenimiento y seguimiento de carteras y en la contratación de los analistas…a partir del 2006, Fundasol toma también de confeccionar los vales, hacer los desembolsos, y hacer el recupero del dinero”. Eso significa nos cuenta, que además del cambio del programa en sí que se fue adaptando, también cambió el lugar que ocupa y las responsabilidades de la institución financiera dentro del programa.

Destaca que el PMR a partir del 2006 se ha extendido en los territorios, “ha sido más demandado, empezó un desarrollo de crecimiento exponencial hasta el 2017, en la cantidad de analistas, de usuarios y de territorios”. Nos cuenta que, este crecimiento generó que con los años se tratara de nuclear a las y los integrantes de los Comité de Crédito Local (CCL), son vecinos y vecinas que integran dichos espacios de manera no remunerada. Para ello, fueron organizados tres encuentros: en 2009 el primer encuentro de integrantes de CCL, en Cerro Pelado; en 2013 en Montevideo y en 2017 el tercer encuentro en Durazno. En cada instancia participaron entre 200 y 400 integrantes de CCL de todo el país. “Fueron encuentros muy provechosos, no solo a nivel personal para cada integrante, sino también para el PMR que se nutrió siempre de las ideas y propuestas que surgieron de ellos. Así surgieron una línea de crédito para vivienda, el crédito a largo plazo…en fin el programa ha crecido, ha cambiado mucho, es dinámico y tiene aún mucho para mejorar…nos hemos actualizado con la tecnología, hoy se hacen los recibos con las Tablet, así como los pagos que se tratan de hacer por medios digitales”.  

Datos numéricos que destacan: desde marzo 2004 a octubre 2023 se hizo un total de desembolso de $1.145.367.472 (equivalente en dólares u$s39.839.066). Se otorgaron 57.339 créditos. Accedieron al crédito 16.031 personas, de las cuales el 51% son mujeres (entre las que se encuentra el proyecto Empodera que trabajan también juntos MGAP con Fundasol). La mora a más de 30 días solo asciende al 0.50%, o sea que 99.42 % de la gente está al día o con una cuota.

Un hito de este 2023 es que el MGAP a través del Programa y de Fundasol, hizo una Línea sequía que colocó 10 millones de pesos, en 110 créditos entregados en 45 días, y el resultado fue muy exitoso, porque se entregó rápidamente el dinero, para resolver los problemas, y el recupero es excelente.

El testimonio de un analista del programa

Yony Ferreira es analista del PMR desde hace 10 años. Conversando con él nos contó “trabajo en una parte del departamento de Rivera, una parte de Tacuarembó y una parte de Salto, es una zona de poblaciones muy dispersas, con localidades con muy poca densidad de población, y el PMR es la única herramienta de crédito que les llega, por las facilidades que les otorga, las personas no tienen que salir de sus comunidades, que se les dificulta, ya sea para hacer la solicitud, firmar los vales…o sea la herramienta va hacia ellos, y esa es un poco la función que tenemos los analistas”.

Yony nos contó que hoy tiene unos doscientos clientes activos, y destaca como cosas notables del programa, “son los cambios que uno puede ver en las familias y las comunidades, a partir de que reciben un crédito”. Nos explica que se piden para ampliación o mejoras en las viviendas, reparaciones, mobiliario, equipamiento tecnológico, y nos cuenta que esas mejoras se ven cuando vuelve a visitarlos y lo que manifiestan las personas con las mejoras que tanto significan para ellas.

Destaca el valor de la herramienta en términos de paridad en el acceso al microcrédito entre mujeres y hombres, “dentro de lo que es el programa, las mujeres son las que más usan la herramienta, ya sea porque son las que están más tiempo en la casa, los hombres están trabajando afuera, entonces ellas son las que se tienen que ingeniar para mejorar los ingresos familiares, y estos créditos les permite comprar, por ejemplo, materia prima para elaborar productos, que luego venden en ferias y en sus comunidades. Sin este apoyo lo podrían producir en menor escala y con retornos menguados. El crédito les permite un capital de giro mayor, y adquirir en mayores cantidades y a un mejor precio esos insumos. Las mujeres son las que se han puesto al hombro la economía doméstica del medio rural, son las que administran la casa y son las que más y mejor usan estos créditos”. Entre los usos que le dan al crédito, se encuentran las mejoras en rubros productivos, por ejemplo, la compra de animales, que se traducen en mejores ingresos para la economía familiar.