Se expusieron datos relevantes sobre los desafíos del recambio generacional dentro del sector

El Subsecretario del MGAP, Ing. Agr. Enzo Benech, junto a la representante de IICA en Uruguay, Ing. Agr. Alejandra Sarquis, el oficial a cargo de FAO en Uruguay, Ing. Agr. Vicente Plata, la coordinadora del Proyecto Conciencia Agropecuaria en el MGAP, Lic. Patricia Céspedes, y por OPYPA las Ec. Ma. Noel Ackermann y Ángela Cortelezzi presentaron los desafíos del Uruguay Agrointeligente y el potencial para alimentar a 50 millones de personas hacia el 2030.La conferencia de prensa (Ver en CanalMGAP) se realizó este miércoles 27 de septiembre, a las 14:30hs.

El MGAP, en cooperación con la institucionalidad agropecuaria, FAO y el IICA, trabaja en identificar acciones para reposicionar la imagen del agro en la sociedad. El reconocimiento de ese sector como motor de desarrollo es clave para enfrentar los desafíos de la intensificación sostenible y la mecanización de procesos productivos.

Benech destacó que dada la gran importancia del plan, la Conciencia Agropecuaria es el sexto eje estratégico que suma a su agenda el MGAP.

En relación al tema, la coordinadora del proyecto “Conciencia Agropecuaria”, Patricia Céspedes compartió datos sobre los desafíos y la necesidad de revalorizar el campo y las ventajas laborales.

Por otra parte, las representantes de Opypa expusieron datos estadísticos claves sobre la actividad agropecuaria nacional. En otros datos, mostraron que en 10 años el salario real de trabajadores rurales aumentó 26 % y descendió 15 % la mano de obra empleada. Entre diversos factores se busca un mayor recambio generacional que esté capacitado en tecnologías. Como respuesta el sector educativo generó  nuevas carreras. Existen al menos 98 carreras de grado, licenciaturas, tecnicaturas y posgrados a nivel terciario, público y privado, que descentralizaron las opciones en gestión empresarial, ingeniería, agronomía, salud animal o vegetal, biotecnología, logística, transporte, inocuidad alimentaria, manejo de semillas y cambio climático.

En tanto, la educación no formal brinda más de 900 actividades en diversas áreas, que ayudan a capacitar estudiantes y profesionales por parte del Ministerio de Ganadería y los institutos agropecuarios. “Eso muestra que el sistema educativo formal y no formal reaccionaron a las transformaciones laborales”, dijo Cortelezzi.

El sector rural empleó en 2016 al 8,23 % de los trabajadores, unas 135.535 personas. En 2006, era el 10,8 % del total. El año con más fuentes laborales abiertas fue 2011, con 174.991 personas, según estos informes. La cantidad de trabajadores dependientes que aportan a la seguridad social varió de 93.210 en 2005 a 90.439 en 2016, lo que representa una disminución del 3 % en la cantidad total, cifra que refleja la disminución del empleo en el sector.

Ackermann informó que los subsectores forestales y los servicios asociados al agro fueron los de mayor demanda, mientras que ganadería y hortifruticultura fue en los que más descendió la ocupación. Sostuvo, además, que el desafío del sector rural es que el recambio generacional esté alineado a los adelantos tecnológicos. Recordó que dos de cada tres trabajadores rurales solo tiene primaria completa como máximo logro educativo. “La fuerza laboral actual no cuenta con la calificación adecuada para el desarrollo que va a tener en el futuro”, finalizó.

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