Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca

En la actividad de firma del contrato que se realizó este martes 31 de octubre en la escuela 29, participaron además de maestra y escolares, familiares y personas de la comunidad. Estuvieron presentes autoridades de las instituciones, por la Dirección General de Desarrollo Rural- MGAP, la adscripta a la Dirección, Mercedes Yacosa; Luis Clavijo, presidente de la Agremiación de Tamberos de Canelones, que es la institución de la zona que recibirá y administrará los fondos para implementar el proyecto; y la maestra inspectora de ANEP Luján Alpuín; además de técnicos y representantes de las instituciones vinculadas al proyecto. El mismo consta de financiar jornadas técnicas de especialista agrario, costos de salidas didácticas y talleres e insumos para su desarrollo.

En conversación con la maestra directora de la escuela anfitriona, Silvana de León, nos contó “en la actualidad tenemos 23 escolares, entre nivel 4 años y sexto…en este momento estamos enmarcados en este proyecto para trabajar la agricultura en la escuela, para el que contamos con el apoyo del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, por la parte de Desarrollo Rural, y de la Agremiación de Tamberos…se firmó hoy, y va a comenzar a tener andamiaje a partir de marzo del año que viene”.

Nos cuenta que el Ing. Agr. Germán Ochoteco es el técnico contratado para el desarrollo del proyecto. También nos dijo que “la idea es trasladar los aprendizajes a otros espacios, salir al INIA, al Centro Agustín Ferreiro, visitar también algún campo de producción familiar de aquí de la zona, por ejemplo, el del Sr. Ramón Perrone, que contamos siempre con su ayuda para trabajar en la huerta de la escuela. A su vez, que esto sea un estímulo para acercar otras escuelas rurales y urbanas también que están alejadas de esta realidad, compartir experiencias. También fomentar el trabajo con las familias, como herramientas de manejo de la vida cotidiana”.

Andrea Pérez es la mamá de Juan que está en el grupo de 5 años de la escuela. Nos contó muy entusiasmada del proyecto para “incentivarlos en todo lo relacionado al campo, aunque sea por medio de la escuela…el trabajo de producir y cosechar los alimentos, una herramienta muy importante para quienes nos criamos y estamos en el campo”. Sobre Juan nos cuenta orgullosa que “nos ayuda cuando estamos en el huerto, tiene sus herramientas chiquitas que el padre le hizo, y nos ayuda a plantar y a producir. Es muy bueno que aprendan el trabajo que es y lo que van a producir para consumir, o vender”, y el proceso del trabajo, que lleva su tiempo y esfuerzo. Andrea nos dice que con su hijo y su esposo viven en el campo, ella desde la pandemia trabaja como emprendedora artesana en su casa, y vende a través de internet. Su esposo es empleado en la ciudad. Ambos promueven y disfrutan mucho del huerto que tienen en su casa y comparten con Juan “la cultura de producir los alimentos…es lindo que vean eso de poder ir a cosechar, arrancar el primer tomatito, que ellos mismos plantaron”.

La escuela

La Escuela Rural N° 29 “Nilda Elena Solari de Santoro”, se encuentra ubicada en la ruta 64, km 5,500 cercana a la capital de Canelones. Es una institución con una rica historia, que da cuenta del paso del tiempo por distintas modalidades según la época que le ha tocado “vivir”. Fue fundada el 13 de setiembre de 1877, mes siguiente al decreto-ley que estableció la reforma valeriana y por ende bajo la supervisión técnica del propio reformador tenía el carácter de escuela granja. El insigne maestro Agustín Ferreiro había estructurado en la década del 40, un sistema de educación combinado con el trabajo productivo que permitía el autoabastecimiento y la comercialización de lo cosechado, con la finalidad de que los escolares al egresar, supieran los fundamentos básicos de la cultura, también habiendo adquirido capacitación para mantener sus familias con las tareas agrarias.” 

Además de la edificación se cuenta con aproximadamente 4 hectáreas disponibles para ser trabajadas con cultivos. En estos últimos años ha ido decreciendo la matrícula escolar por distintas razones, entre ellas la movilidad social en busca de trabajo y la migración del campo a la ciudad, lo que ha disminuido también en cargos docentes en la escuela. Con ello, disminuyeron las actividades agrícolas, plantaciones y cría de animales, por no contar con el personal y los medios necesarios para llevarlas a cabo. 

El proyecto busca revertir esta situación, abriendo las puertas a la comunidad, a otras escuelas rurales y urbanas cercanas, compartiendo instancias de aprendizaje que promuevan el desarrollo integral escolares y el fortalecimiento de prácticas agrícolas que aporten valiosos insumos a la comunidad, y que tanto aportan en la adquisición de nuevos aprendizajes y en el desarrollo de habilidades de sus escolares.