Ganadería y Clima

Antecedentes del proyecto

Proyecto GCP/URU/034/GFF “Producción ganadera climáticamente inteligente y restauración del suelo en pastizales uruguayos” Ejecutado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y el Ministerio de Ambiente (MA), con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF).

En Uruguay, más del 90 % de su superficie es adecuada para la producción agropecuaria (Uruguay XXI, 2020) y en particular, la pecuaria, ha sido históricamente uno de los rubros principales. Según datos de Uruguay XXI, la carne bovina fue el principal producto de exportación en 2019, representando un 20 % del valor total de las exportaciones.

De acuerdo con datos del Anuario Estadístico de DIEA (2020), 44.355 establecimientos ganaderos ocupan una superficie de 12.871.000 hectáreas, de las cuales aproximadamente el 85% tienen como base forrajera el campo natural. El campo natural, además de ser un valioso recurso para la producción, provee diversos servicios ecosistémicos y posee resiliencia frente a eventos climáticos extremos. Sin embargo, su potencial productivo se ha visto limitado por el sobrepastoreo lo que implica menor productividad de carne por hectárea, erosión de suelos, pérdida paulatina de materia orgánica y degradación de la biodiversidad.

Existen evidencias de que un alto número de predios ganaderos tienen niveles bajos de productividad y reducidos ingresos netos por hectárea. Según datos de la Encuesta Ganadera Nacional de 2016, se constata un bajo nivel de adopción de tecnologías, a modo de ejemplo, sólo un 43,7 % realiza revisación de toros previo al entore, un 42,5 % de los productores declaran tener el toro con el rodeo de cría todo el año y el porcentaje baja a 7,3 % cuando se consulta sobre la realización de diagnóstico de actividad ovárica. Estudios nacionales determinan una productividad media de carne por superficie de pastoreo de entre 70 y 81 kg/ha en el período 2010-2017, constatando además una fuerte brecha entre quienes alcanzan los mejores y los peores desempeños productivos. Entre el percentil 75 y el 25 de desempeño, la diferencia en productividad fue mayor a 65 kg/ha (Aguirre, 2018). Reducir esta brecha en productividad tendría un alto impacto, no solo a nivel de los establecimientos individuales sino de la economía uruguaya.

El sector agropecuario es responsable del 57% de las emisiones netas de gases de efecto invernadero en Uruguay de acuerdo al Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero 2019, siendo la ganadería el principal responsable por las emisiones de metano. Por lo tanto, la ganadería se presenta como un sector estratégico para acciones de mitigación. Uruguay así lo ha definido en su primera Contribución Determinada a nivel Nacional para el Acuerdo de París (NDC) y ha presentado metas desagregadas por gas y por sector, entre ellas la reducción de emisiones de la ganadería vacuna por kilogramo de carne producida.

La GCI propone aumentar la productividad de manera sostenible de forma de contribuir a reducir la vulnerabilidad climática y al mismo tiempo, a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

En este sentido, el MGAP, en colaboración con el MA, con apoyo técnico de FAO y financiamiento del GEF, implementan desde marzo del 2019, el proyecto “Producción ganadera climáticamente inteligente y restauración de suelos en pastizales uruguayos” (GCP/URU/034/GFF), conocido como “Ganadería y Clima”, con el objetivo de promover el aumento sostenible de la productividad y el ingreso neto en los sistemas ganaderos familiares y medianos, y contribuir a mitigar el cambio climático, restaurar tierras degradadas y mejorar la resiliencia en los sistemas a través de un proceso de coinnovación.

Componentes del proyecto Ganadería y Clima

El proyecto está estructurado en 3 componentes que conjuntamente contribuyen al logro del objetivo. 

El Componente 1 fortalece el marco institucional y las capacidades nacionales para implementar la gestión de la GCI a gran escala. Dentro de este componente se desarrolla: (I) una Estrategia Nacional de GCI; y (II) una Acción Nacional Apropiada de Mitigación (NAMA) con su correspondiente sistema de monitoreo, reporte y verificación para el sector carne. 

El Componente 2 trata del desarrollo e implementación de prácticas y tecnologías de GCI a nivel de 60 predios comerciales que abarcan 35.000 ha distribuidos en cuatro regiones ganaderas utilizando un enfoque de coinnovación. Establece un sistema de monitoreo para realizar el seguimiento de los impactos de los cambios introducidos en la gestión, sobre las variables relacionadas con las emisiones de GEI, el secuestro de carbono, los cambios en la vegetación y en la calidad del suelo, así como la producción y los resultados socioeconómicos.

Dentro del Componente 3 se establece un sistema de monitoreo y evaluación para una gestión del proyecto basada en resultados, incluyendo recolección de lecciones aprendidas y la gestión y el intercambio de conocimientos. Se implementa además una estrategia de comunicación con el objetivo de generar vínculos y fluidez entre todos los participantes, para comunicar actividades y resultados y asegurar una amplia difusión. 

A lo largo de todo el ciclo del proyecto se incorpora de forma transversal a los 3 componentes un enfoque de género. Finalmente, el proyecto establece y mantiene lazos con proyectos anteriores e iniciativas en curso para el desarrollo de una ganadería sostenible, con el fin de compartir lecciones aprendidas y beneficiarse de las experiencias.

Proyectos anteriores

Co-innovando Rocha

“Co-innovando para el desarrollo sostenible de sistemas ganaderos familiares de Rocha – Uruguay” 

En 2009, el INIA a través del Programa Nacional de Investigación en Producción Familiar (PPF) comenzó a trabajar en el departamento de Rocha, gracias a la iniciativa de técnicos de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), en conjunto con las Sociedades de Fomento Rural (SFR) Castillos, San Miguel y Ruta 109 y con la Intendencia Municipal de Rocha (IMR).

Este primer trabajo de diagnóstico dio origen a la formulación y ejecución de un proyecto de investigación acción participativa que se implementó entre 2012 y 2015. Entre los resultados del proyecto cabe destacar el aumento del producto bruto y del ingreso ganadero familiar en todos los casos considerando los 3 años previos al inicio del proyecto y los 3 años de implementación (140 a 191 U$S/ha y 58 a 90 U$S/ha; promedio para todos los casos respectivamente). Los costos totales (sin valorizar mano de obra familiar) considerando los 3 años previos al inicio del proyecto y los 3 años de implementación pasaron de 83 a 101 U$S/ha (promedio para todos los casos) lo que implica un 22% de aumento, que se debe al aumento en la producción de carne. En cuanto a los aprendizajes y cambios relevantes identificados por los productores, los cambios generados en el manejo del predio no fueron solamente cambios en las prácticas, sino que tuvieron un sustento en nuevos conocimientos, habilidades, actitudes y aspiraciones – KASA, por su sigla en inglés - en los productores. La valoración de la creación de capacidades a través del análisis KASA (Rockwell y Bennett, 2004) muestra que los cambios en los predios se sustentan fundamentalmente en mayor conocimiento sobre manejo de animales y pasturas, cambios en rutinas y prácticas productivas y de gestión, así como cambios personales en confianza y autoestima y cambios de actitud hacia la conservación de recursos naturales. Asimismo, los productores diferenciaron claramente la forma de trabajo y vínculo con el técnico de este proyecto con respecto a sus experiencias previas.

 

Ganaderos Familiares y Cambio Climático (GFCC)

PROYECTO GANADEROS FAMILIARES Y CAMBIO CLIMÁTICO-MGAP CONVENIO FAGRO-MGAP-IPA: “INTENSIFICACIÓN ECOLÓGICA EN SISTEMAS GANADEROS FAMILIARES”

El proyecto GFCC focalizó su intervención en la ganadería familiar de cría ubicada sobre suelos superficiales. Se desarrolló en dos unidades de paisaje, la Cuesta basáltica y las Sierras del Este, promoviendo estrategias orientadas a la reducción de la vulnerabilidad climática, la construcción de resiliencia y la intensificación productiva sostenible.

Se conformó y consolidó, desde 2016, una red de 26 predios de referencia distribuidos entre ambas unidades de paisaje, en los que se desarrollaron procesos de coinnovación que implicaron el diagnóstico, re-diseño, monitoreo y evaluación de los sistemas. Esta estrategia de trabajo se desarrolló, desde el punto de vista tecnológico, bajo el marco conceptual de la intensificación ecológica en sistemas ganaderos.

Entre los resultado de su implementación cabe destacar que un 80 por ciento de los sistemas ganaderos familiares (SGF) de la Cuesta Basáltica y Sierras del Este mejoraron su ingreso neto (IN) como consecuencia del proceso de coinnovacion. En las Sierras del Este mejoró un 30-54 % el IN, mejoras que se relacionan con incrementos en el PBV (valores reproductivos predichos) y la producción de carne por unidad de superficie, las cuales se basan en mejoras en el porcentaje de destete y la producción de carne por animal. Esto genera más kilos de peso vivo de superior valor. En la Cuesta Basáltica, las mejoras en la producción de carne ovina, lana y los precios de la lana contribuyen a explicar las mejoras de 100 y 200 % en el IN de SGF promedios y que mejoraron con respecto a la línea de base. El proyecto logró generar un cambio en el ecosistema donde el análisis de sistemas, la identificación de su funcionamiento y relación con resultados integrada con una propuesta de co-innovación de los SGF generó aprendizaje y cambio técnico que mejoró el ingreso neto y de esta manera permite plantear proyectos de desarrollo de SGF en Uruguay.

 

Antecedentes Regionales

Proyecto Ganadería Climáticamente Inteligente - ECUADOR

A partir de agosto de 2016 Ecuador inició la implementación del Proyecto Ganadería Climáticamente Inteligente (GCI), ejecutado por el Ministerio del Ambiente (MAE), Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF).

Hasta la fecha, el proyecto ha entregado 7 propuestas de actualización de Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT) con la incorporación del enfoque GCI, zonificación para uso de pastos, mitigación y adaptación al cambio climático y políticas provinciales.

Para fortalecer las capacidades de ganaderos/as, se establecieron 37 Escuelas de Campo (ECA), capacitando 709 productores y 347 productoras/es. Bajo este mismo eje se realizaron 33 eventos de capacitación con la participación de 254 técnicos y 194 técnicas.

Apuntando a fortalecer las finanzas populares, se brindó apoyo técnico en la creación y capacitación de 7 Cajas Comunales para la entrega de más de USD 25.000 en microcréditos. Además, el fomento de negocios integrales y emprendimientos locales se consolidó con el fortalecimiento de 7 Centros de Servicios Agropecuarios que actualmente movilizan recursos por más USD 39.480. En el marco de la alianza interinstitucional entre FAO-Ecuador y BanEcuador B.P., se lanzó la Línea de Crédito Verde, la cual operó hasta el mes de mayo/2020 con un monto aproximado de USD 934 mil, reduciendo potencialmente 1,01 millones kg CO2eq.

La implementación de buenas prácticas ganaderas dirigidas al mejoramiento de los parámetros productivos, reproductivos, alimentación y manejo de excretas, influenció más de 40 mil hectáreas, incrementando los ingresos de los productores/as en 15,83%, su productividad en 12,85% y la eficiencia productiva-ambiental en 27,18%.

Los resultados alcanzados han posicionado a la iniciativa como pionera a nivel mundial. El compromiso y empoderamiento de los productores/as y técnicos/as, con el apoyo de la comunidad científica y las alianzas estratégicas, han hecho del enfoque GCI un modelo exitoso, prueba de que sí se puede practicar una ganadería en armonía con el ambiente.

 

Proyectos similares

Proyecto Ganadería Familiar Resiliente

El proyecto "Ganadería Familiar Resiliente" (Co-innovación para la producción resiliente de alimentos en la ganadería familiar sobre campo natural del Uruguay), es una iniciativa de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) en el marco de la Confederación de Organizaciones de Productores Familiares del Mercosur ampliado (COPROFAM), que se ejecuta desde el año 2021, en sociedad con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de Uruguay.

Forma parte del sector Producción Resiliente de Alimentos de EUROCLIMA+, programa financiado por la Unión Europea y por los gobiernos de Alemania, Francia y España, para promover el desarrollo ambientalmente sostenible y resiliente al clima en 18 países de América Latina, en particular para el beneficio de las poblaciones más vulnerables.

El proyecto involucra a 52 predios ganaderos familiares de las Sierras del Este y el Basalto, vinculados a 6 Sociedades de Fomento Rural asociadas a CNFR: SFR Pan de Azúcar (Maldonado), SFR Ruta 109 (Rocha y Maldonado), SFR Ortiz (Lavalleja), SFR Colonia Lavalleja (Salto), SFR Colonia Artigas (Artigas) y SFR Vera y Cañas (Salto y Tacuarembó).

El objetivo es mejorar la resiliencia de los sistemas ganaderos familiares a la variabilidad y el cambio climático, aportando a reducir la brecha tecnológica mediante la implementación de buenas prácticas ganaderas, y generando información y conocimiento útil sobre los procesos productivos y sociales involucrados. Cada familia productora recibe asistencia técnica agronómica y veterinaria, basada en el enfoque de Co-innovación. Los resultados del proceso se sistematizan y se difunden en actividades a nivel local, nacional, y regional a través de COPROFAM.

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