Ordenamiento territorial

Más herramientas de planificación y gestión territorial para contrarrestar el cambio y variabilidad climática

Se presentó consultoría que brinda a los equipos de las intendencias herramientas para el reordenamiento del suelo urbano costero en zonas de riesgo alto por cambio y variabilidad climática.
Presentación de la consultoría

El martes 10 de agosto se presentó a los equipos de ordenamiento territorial de las intendencias de Canelones, Colonia, Maldonado, Montevideo, Rocha y San José, la consultoría Herramientas de planificación y gestión para el reordenamiento del suelo urbano costero en zonas de riesgo alto por Cambio y Variabilidad Climática, en el marco del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en ciudades e infraestructuras (NAP Ciudades) en coordinación con la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial (Dinot) del MVOT. 

La actividad contó con la participación del director nacional de Ordenamiento Territorial Norbertino Suárez, el coordinador del NAP Ciudades Gustavo Olveyra, la coordinadora del NAP Costas Mónica Gómez e integrantes de los equipos de las intendencias costeras, de la Dinot y NAP Ciudades. 

El producto final de la consultoría, realizada por la doctora Claudia Moroy, implementa herramientas de gestión territorial para la adaptación al cambio climático y a la variabilidad climática, con el propósito de reducir la vulnerabilidad urbana y aumentar la resiliencia de las ciudades costeras uruguayas ubicadas sobre el océano Atlántico y Río de la Plata.

En la apertura Suárez expresó que el producto se centra en un abordaje del ámbito urbano costero, el cual requiere la implementación de ciertas acciones para la adaptabilidad al cambio y variabilidad climática, una temática que preocupa mucho a la Dinot. “Entendemos que en esa faja de protección costera debemos tener especial atención, tanto en la implementación de herramientas de gestión, como también en la aplicación de la normativa de ordenamiento territorial visualizando particularmente aquellos cambios que esta necesite para fortalecer la planificación y gestión territorial en relación a la mitigación de riesgos”, explicó. 

A su vez dijo que “El aumento del nivel del mar es una realidad. Eso significa que en el futuro tenemos que prestarle muchísima atención. Hay que trabajar fuerte en determinar áreas de vulnerabilidad en la faja costera platense y atlántica, no solo en relación al aumento del nivel del mar, sino también en otros aspectos vinculados, como ser el desplazamiento de la línea de costa, olas de tormentas y otros. Consideró que cuanto antes actuemos y llevemos adelante medidas de adaptación, estaremos reduciendo eventuales daños, incluso previniendo futuros reclamos de indemnizaciones al Estado, lo que ha dado en llamarse sociabilización del daño”.

Por su parte, Moroy recalcó que la consultoría tuvo un gran componente participativo que es lo que valida a este producto. Contó con el involucramiento del NAP Costas, NAP Ciudades, la Dinot del MVOT, el Ministerio de Ambiente y las seis intendencias costeras. 

La consultora explicó que ya existen variadas herramientas de gestión e instrumentos de ordenamiento territorial capaces de abordar este tema, que la necesidad está en poder hacer foco específicamente en atender el cambio y variabilidad climática. En ese sentido, afirmó que ya existen instrumentos de segunda generación que incorporan este aspecto y que el desafío está en seguir avanzando por este camino. 

Para Moroy es a través de los instrumentos de ordenamiento territorial que debería abordarse el cambio y variabilidad climática en las zonas costeras. En relación a los instrumentos recalcó que sería muy importante verlos como una posibilidad para la conservación de ciertos ámbitos y no como una restricción. Asimismo, aclaró que debería haber un equilibrio entre las normas nacionales y las departamentales, así como en sus competencias, para logar una actuación efectiva. 

El trabajo implicó tres productos: el primero, un estudio de casos internacionales y nacionales de adaptación al cambio y variabilidad climática en ciudades costeras; el segundo propuso herramientas jurídicas, económicas y de ordenamiento territorial a aplicar en situaciones más concretas definidas a partir del análisis local; y por último, el aporte de una mirada más específica de conflictos costeros, que propone la implantación de los casos piloto Arazatí y de fraccionamientos costeros consolidados y no consolidados en zonas de riesgo alto actual o potencial.

Para la Dinot este es un importante producto que apoya y asesora en la identificación de los conflictos costeros y sus posibles soluciones, a partir de la aplicación de herramientas de planificación y gestión territorial, incluyendo las de orden jurídico. 
 

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