Ordenamiento Territorial

La planificación y gestión del territorio para la restauración de los ecosistemas

Este 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. El tema del 2021 es la Restauración de los ecosistemas. El MVOT, desde su visión del ordenamiento territorial para el desarrollo sostenible, realiza importantes aportes a la consigna.
Dunas y mar de Uruguay

El MVOT, a partir de su nueva conformación, pretende tener una fuerte impronta en materia de ordenamiento territorial, siendo  un articulador y coordinador eficiente de las políticas públicas con incidencia en el territorio. Esta estrategia va en línea con unos de los principales desafíos que tiene el ordenamiento territorial, que son mantener y mejorar la calidad de vida de la población, fomentar la integración social en el territorio y procurar el buen uso y aprovechamiento de los recursos naturales y culturales. En este sentido, se trabaja con una visión integral que permita un desarrollo económico, social y cultural, teniendo en cuenta las potencialidades y limitaciones ambientales existentes. 

La planificación nacional y los ecosistemas

El MVOT, desde la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial (Dinot), centra parte de su planificación en varios programas nacionales de ordenamiento territorial que toman las cuencas hidrográficas y el espacio marítimo y costero como espacios geográficos integrales de actuación. El propósito es tener una visión integral del territorio, donde las políticas sectoriales no miren solo el agua, la ciudad, un emprendimiento productivo o el cuidado patrimonial, sino que se articulen y coordinen para actuar en conjunto, potenciándose. La recuperación y preservación de los ecosistemas es uno de los objetivos de estos programas. 

A su vez, el Ministerio forma parte del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en ciudades e infraestructuras (NAP Ciudades), que brinda importantes herramientas al trabajo que desarrolla la Dinot, promoviendo  por ejemplo que la planificación nacional y departamental incluya medidas de adaptación al cambio climático en los instrumentos de ordenamiento territorial elaborados. 

Entre los avances más recientes del Plan, se encuentra la Guía para la evaluación de ecosistemas y el diseño de medidas de adaptación en entornos urbanos, la que será muy importante para apoyar a los equipos técnicos en los diferentes procesos relacionados  al ordenamiento territorial. 

En esta misma línea, también se desarrolla la  Guía de Herramientas de planificación y gestión para el reordenamiento del suelo urbano costero en zonas de riesgo alto por Cambio y Variabilidad Climática (CVC). Esta contribuirá a gestionar la readecuación y reordenamiento de fraccionamientos costeros existentes, ya sean formales o informales, y las infraestructuras asociadas que se encuentran en zonas de riesgo por el aumento del nivel del mar y la erosión costera. Generará criterios y herramientas para el desarrollo de nuevos fraccionamientos en estas zonas en beneficio de la protección de los componentes vulnerables del espacio costero.

Las recuperaciones específicas desde la planificación departamental 

Con la colaboración de la Dinot, los gobiernos departamentales trabajan en el desarrollo de instrumentos de ordenamiento territorial, contemplando acciones para la conservación y el tratamiento de los ecosistemas naturales, así como en acciones para recuperar y desarrollar espacios verdes en los centros urbanos.

Uno de los ejemplos es el caso de Canelones que, a partir de un piloto en el marco del NAP Ciudades, incorporó como herramienta de planificación el tratamiento del arbolado público. También en su Plan Ruralidades Canarias hace foco en el desarrollo sostenible de la zona rural y ha generado planes específicos para la recuperación de los bañados del arroyo Pando. 

Otro ejemplo es Rivera, que a través de un plan sectorial está desarrollando un parque lineal en la zona central del arroyo Cuñapirú que atraviesa la ciudad, que recuperará el área y su vegetación autóctona. 

Los gobiernos departamentales vienen incursionando también en la elaboración de inventarios de protección patrimonial. Tacuarembó, por ejemplo en su inventario incluye zonas naturales y ecosistemas valiosos para su conservación, trascendiendo el contenido que identifica solamente aquellos componentes urbanos y edilicios. 

Más allá de las situaciones particulares, la planificación en los diferentes departamentos del país avanzó mucho en este tema. A través de directrices departamentales y planes locales, se han categorizado suelos, definido usos y estrategias de conservación y tratamiento respecto a las zonas costeras, las riberas de los cursos de agua, la preservación de los montes fluviales y autóctonos, entre otros aspectos vinculados a la recuperación de los ecosistemas. 

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