“El drama humano fuera del número no tiene registro en la pérdida de un hijo, en la pérdida de un familiar”
La Dra. Cordone –integrante del Área Salud de Unasev- enmarcó la intervención como un desarrollo de los aportes de las políticas públicas en la reducción de la morbimortalidad vinculada al consumo problemático de sustancias. “La situación actual en Uruguay de todas aquellas sustancias consumidas, como alcohol, THC, cocaína, fármacos y otras drogas, en cuanto atañe al consumo en los jóvenes, en los jóvenes de mayor productividad”.
Cordone le puso números a la problemática. Las edades jóvenes son las más afectadas; para el rango de los 15 a los 34 años donde se pierde un 54% del total de años perdidos por muerte y discapacidad; lo cual representa 1 punto del PBI, unos 600 millones dólares. Lo cual, con la atención sanitaria, se estima en 2 puntos del PBI, 1200/1500 millones de dólares por año.
“Seguimos teniendo desde unas encuestas del 2015 al 2019, el quinto lugar en siniestralidad vial; seguimos teniendo hoy un lugar importante en las causas de fatalidad y lesiones graves.”
En cuanto al registro de espirometrías a conductores –en base a datos del Sistema de Información Nacional de Tránsito (SINATRÁN)-, más allá de que hay un subregistro en aquellos siniestros graves y fatales donde no se puede controlar, señaló que “los rangos de mayor consumo están por arriba del 0.8 y más de 1.2; es la mayor proporción de consumo y de registros obtenidos de alcohol, en tanto en los graves y en los fatales coincide con las mismas cifras, son las más altas en esa gradación”.
Cannabis, cocaína y conducción
El Lic. Psic Daniel Ventura abordó la temática “cannabis y conducción” contextualizándola en lo que refiere a la Ley 19.172, “donde tenemos un enfoque jurídico: la observancia del Estado en resguardar y priorizar la salud de la población”.
Refirió a las garantías que la misma da a los conductores. “En su artículo 15 se refiere a todos los elementos técnicos que tienen que ver con dar garantías a la población. Esto es, cuáles dispositivos vamos a utilizar, el aspecto educativo, fundamental. Existen mitos con respecto al efecto del cannabis en la conducción”, señaló.
Sobre el control de cocaína en conductores apuntó que “ha habido una ampliación, un intento de ampliación para integrar otras sustancias a las que ya existen, al alcohol y cannabis, y hay un proyecto de ley, para sumar la cocaína” a la fiscalización.
“Sabemos que estas dos sustancias, marihuana y cocaína, tienen una incidencia en la conducción, en el manejo, y es bueno decir que ahí nos basamos en estudios, por ejemplo del TRL inglés, el organismo referente en conducción en Inglaterra, que ha hecho estudios en simuladores. Cuando hablamos específicamente del efecto de una sustancia, también hablamos del ser humano integral, porque en realidad la persona que consume una sustancia, que conduce, está atravesada por otras situaciones, situaciones personales, de estrés, situaciones del día a día de vivir. Entonces, por eso es tan importante. Y hablamos también del efecto de consumo cruzado.”
Cordone aseguró que “el policonsumo (de drogas) en el Uruguay y en el mundo se da, incluyendo varias drogas a la vez”. Por ello se alienta que el abordaje “tiene que ser una política integrada; con un enfoque intersectorial”.
Fármacos y conducción
Ventura invocó una acción que Unasev impulsó en el año 2016, con dos períodos de discusión y estudio, en que no se ha logrado acordar.
“En el Ministerio de Salud todavía no se ha concretado”, apelando a que hay una percepción errónea, “en el entendido de que acá no se quiere desalentar la prescripción médica. Lo que se intenta acá es que en el consejo sanitario, cuando un médico prescribe o alguien del equipo sanitario, genere el consejo sanitario en seguridad vial hacia el paciente.
La iniciativa apunta a que desde la consulta médica “se alerte al ciudadano de que eso que va a tomar tiene una ventana de efecto sobre él que lo puede afectar en la conducción, en el manejo de maquinaria peligrosa, en cualquier actividad que pueda realizar.
Ventura invocó el proyecto DRUID, que ha examinado ciertos grupos de medicamentos de acuerdo con su influencia sobre la capacidad para conducir y ha formulado una clasificación de estos en 4 categorías: desde los que no tienen efecto sobre la capacidad de conducción, hasta una influencia muy marcada sobre la capacidad de conducción. Son más de 300 fármacos los que inciden en la conducción. Por ello es relevante el consejo sanitario, “sabemos que previene, y eso es trabajar en la atención primaria en salud”, señaló.
Aportes y desafíos
La Dra. Cordone hizo énfasis en fortalecer la vigilancia y la fiscalización. “De nada sirve que no haya un buen control y fiscalización si nosotros educamos y después tenemos que ver, controlar y generar una conciencia de cumplimiento”
También, en el trabajo interinstitucional y el abordaje multidisciplinario de los temas. “El trabajo interinstitucional es lo más importante, lo que nos va a fortalecer”. De ello se trata asumir el consumo problemático en el tránsito desde un enfoque psicosocial-sanitario.
“Está el programa de libreta por puntos, de recuperación de puntos, que en realidad acá tiene un enfoque absolutamente educativo, restaurativo, social. Acá más que punitivo, es educativo. ‘Me equivoqué’, te enseño, vamos a ver cómo podemos solucionarlo. No generar la sensación de peligro, de riesgo, es importante”.
A este respecto, Ventura señaló que “el objetivo a un dígito que tiene Uruguay no se puede lograr solamente desde la Unidad Nacional de Seguridad Vial. A a veces hablamos de factores de riesgo de forma aislada y no existen los factores de riesgo de forma aislada.
En el consumo de cocaína sabemos que por evidencia científica hay una conducta temeraria, hay un exceso de autoconfianza, hay una toma de decisiones apresurada, hay una exposición al riesgo mayor. Entonces se genera otro factor de riesgo que es aumento de la velocidad. Hay varios factores de riesgo que confluyen. Y la política pública no se puede lograr si no se trabaja de forma intersectorial e interinstitucional, con la Academia y los organismos cercanos.”
Hay una estrategia a asumir porque “el drama humano fuera del número no tiene registro en la pérdida de un hijo, en la pérdida de un familiar.
Se ha hablado de esto (los siniestros viales) como una enfermedad, como una pandemia, eso viene de la medicina y está bien, porque la enfermedad del trauma es una enfermedad. Nosotros desde la psicología también tratamos de ver esto como una esperanza, no pasarle la pelota a la gente de que la culpa la tiene la gente, la ciudadanía que se comporta mal. Hay una responsabilidad entre el Estado y la población” laudó el técnico.