Diálogo interinstitucional

Impactos de los siniestros viales en el Sistema de administración de Justicia y la sociedad

Fiscalía General de la Nación fue la sede para que funcionarios y funcionarias de Fiscalía, Poder Judicial, Ministerio del Interior y la Unidad Nacional de Seguridad Vial (UNASEV) abordaran el "Impacto de los siniestros viales en el sistema de administración de justicia y la sociedad" desde sus capacidades específicas, con el fin de lograr una mirada integral sobre esta problemática.
Marcelo Metediera y Mónica Ferrero lideraron la jornada de trabajo

La Dra. Mónica Ferrero, Fiscal de Corte y Procuradora General de la Nación (S) fue la encargada de brindar una breve bienvenida para que el Presidente de UNASEV, Marcelo Metediera iniciara el conversatorio recreando el marco de la siniestralidad vial vigente.

Acompañado en forma presencial por el Director, Aníbal Pintos y la Secretaria General Ejecutiva, Fernanda Artagaveytia, y a través de videoconferencia por la Directora Natalia López, Metediera señaló que UNASEV trabaja con diferentes modelos estadísticos, cuya proyección “permite predecir lo que va a pasar en función de los datos y la realidad actual, por lo tanto, estamos viendo el pasado, el presente y proyectando de alguna manera, con datos, con evidencia concreta, el futuro”.

El presidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial trasmitió que desde 2020 a la fecha, viene en aumento la tendencia de siniestros, lesionados y también a nivel de personas fallecidas, “esa es la realidad de la que partimos” sostuvo. No obstante, UNASEV tiene un plan de acción que pasa por reposicionarse desde un lugar de liderazgo en la temática vial, trabajar en la educación formal, insistir en el refuerzo de la fiscalización, (donde se vienen logrando acuerdos con el Ministerio del Interior y el Congreso de Intendentes), la promoción del fortalecimiento de la Ley de Faltas, la participación social a través de las Unidades locales de Seguridad Vial y la implantación del Permiso por Puntos.

Sobre esto último Metediera reflexionó que la implantación del Permiso por Puntos “es una herramienta que va a cambiar en términos culturales la forma de conducir porque la persona va a ser premiada o castigada en función de su conducta en el tránsito, algo que hoy no está pasando, porque el sistema no es de premios y castigos. Si bien hay una cuestión punitiva, no tiene otro estímulo más que ese y queda de alguna manera a la voluntad de las personas, su desempeño en el tránsito”. 

Ley de faltas

El Artículo 365 de la Ley 19.120 dispone una pena de 7 a 30 días de trabajo comunitario por participación en competencias vehiculares no autorizadas, conducción de vehículos motorizados sin la autorización correspondiente, conducción de vehículos motorizados con grave estado de embriaguez, conducción de vehículos motorizados al doble de la velocidad permitida y conducción de vehículos motorizados sin casco protector.

“Lejos de nosotros está la intención de que la gente termine presa” subrayó Metediera, pero lo que sí se plantea desde la Unidad es que exista una sanción para la persona que sea disruptiva, “porque cuando empiece a funcionar, es el cambio cultural en términos punitivos o de represión que podemos llegar a tener por los antecedentes que les decía anteriormente” aseguró, refiriéndose a la situación actual de la siniestralidad.

El presidente de UNASEV explicó que la puesta en marcha del Permiso por Puntos también dialoga con la acumulación de causas por resolver que hoy tiene la Justicia por la aplicación de la Ley de Faltas, como en el caso de los procesos respecto a conducir sin casco o sin permiso habilitante, ya que esta última falta también será sancionada con la quita de puntos. 

Agregó además que se incluyó la participación en picadas en la suspensión del permiso de conducir, porque “eso va a evitar quizás que estos temas lleguen con tanta cantidad a la justicia, porque lo van a poder instrumentar Caminera y las propias Intendencias, una herramienta que hasta hoy no se tenía”.

Marco normativo y rol de Fiscalía

El Dr. Jorge Píriz, expuso sobre el marco normativo y competencias del Poder Judicial en materia de faltas, desarrollando el proceso que estableció la competencia para el Poder Judicial en los Juzgados de Paz Departamental, y en Montevideo, los Juzgados de Faltas desde el año 2003.

En ese sentido, abundó en la dinámica que supone escenarios diferentes para la capital, donde se cuenta con una fuerte infraestructura y recursos humanos, mientras que “llevar a una persona al juzgado de la capital del departamento donde esté el Juzgado de Paz es muy complicado, por ahí quizás aplicar mayores recursos”, explicó brindando además algunas consideraciones de tipo procesal como la presentación de recursos o las apelaciones que dilatan los tiempos de resolución.

En un contexto en que el 90% de las faltas que llegan a los Juzgados de Falta o Paz Departamental tienen que ver con el tránsito (principalmente por la carencia del permiso de conducir, conducir con el permiso suspendido, y particularmente sobre las picadas), Píriz opinó que lo que se plantea a nivel técnico, es que “no es una falta que presente dificultades sino que presenta dificultades el tema de cómo reunir la prueba, cómo presentarlo a nivel del juzgado para que se pueda tener una sentencia condenatoria”.

Por su parte, la Dra. Tania Vidal aportó una mirada desde lo jurídico, para trasmitir cuál es el rol de la Fiscalía en la atribución de responsabilidades penales que se generan o que pueden eventualmente generarse a partir del fenómeno de la siniestralidad vial.

En ese marco, la Fiscal Letrada Departamental de 1er turno en Atlántida, desglosó los tres tipos distintos de responsabilidades que pueden surgir de un evento de tránsito: administrativo, civil o penal “que es la que nos convoca como fiscales, en la que vamos a intervenir”, señaló.

Posteriormente detalló las imputaciones pasibles de ser sancionadas: dolo eventual o culposo. “El dolo eventual sería cuando la persona no tiene una intención directa de generar el daño, no es lo que busca con su acción, pero de todas formas se lo representa como posible en su psiquis, no lo quiere, sabe que puede acaecer y así y todo actúa, se la juega”. Este es típico caso de quienes participan en picadas, donde en condiciones muy irregulares se circula altas velocidades, “así como quien sale a conducir su vehículo con muchísima graduación alcohólica en sangre, gente que no se acuerda ni del siniestro”, explicó la experta.

A su vez, los delitos culposos se caracterizan por actuar con negligencia, impericia, imprudencia o violación de leyes o reglamentos que determinan que en definitiva se produzca un resultado dañoso que no era querido por el agente, por la persona o por el imputado. Entonces, son esos los elementos de la culpa que inciden en forma directa en la cantidad abrumadora, en la enorme mayoría de los siniestros de tránsito.

Sobre las competencias no autorizadas –conocidas como picadas- dijo que es simplista decir que la picada es una falta ya que “se trata de un fenómeno que se está dando y que genera multiplicidad de problemas que impactan en forma directa en la seguridad pública”.

En ese sentido trabajó sobre las dos formas habituales de las mismas: espontánea y convocadas. Pero más allá de esta característica, la complejidad surge del entorno que las rodea, de la voluntad de participar de los que compiten, pero también de quienes asisten a presenciar; e incluso del comercio informal que se erige en derredor, sea de alcohol, alimentos, estupefacientes o apuestas. Por ello, insistió en afirmar que “es muy simplista decir que participar de una picada es una falta. No”, enfatizó.

Accidentología Vial

Por su parte, desde el Departamento de Accidentología Vial de Ministerio del Interior, explicaron las etapas de la investigación en los eventos de tránsito: criminalística de campo, relevamiento de la escena del hecho (donde se hace un informe con los peritos participantes) en el que se informa en la situación o estado que encuentran la escena del hecho y sus elementos, y su materia prima, indicio y evidencia. 

“Ese informe, conjuntamente con todos los obrados que hace Fiscalía de las actas a los testigos, personas involucradas, filmaciones, protocolo de autopsia, todos esos elementos utilizamos para hacer el informe final, concluyente, que es la pericia accidentológica”, donde vamos se trata de establecer la causa eficiente, o la causa raíz, aquellas en las cuales no se hubiera producido el hecho, y todas aquellas que hayan colaborado para que sucediera, señaló el Oficial Agustín Da Luz.

Policía Científica concurre a los siniestros de tránsito en los que hay menores de 12 años o mayores de 65 años involucrados, porque es población de riesgo. Científica también releva cuando hay pérdida de conocimiento, “aunque sea fugaz, aunque haya sido por un instante, porque se considera grave”.

Respecto a los vehículos involucrados en siniestros, se releva qué tipos de modificaciones puedan tener. “Hay de dos tipos: en lo físico, en lo tangible, en lo visible, pero tenemos también lo que son las modificaciones a nivel del software que controla, la computadora que controla el motor del vehículo”. Eso no es pericia, aclara el Crio. Lic. Darío Parris, sino que de allí se extraen datos, se analiza, pasan a planillas y con esa información, se puede llegar a determinar, si hay una modificación del software.

En el caso de vehículos participantes en picadas se ha llegado a constatar vehículos que le sacan la amortiguación y están picando sobre los espirales, carecen o se elimina uno de los sistemas de freno, ya sea el delantero o el trasero, cubiertas vencidas, entre otros detalles.

Factor humano y seguridad del pasajero

Desde la Dirección Nacional de Policía Caminera, el Sub Oficial Mayor, Belso Rodríguez, realizó un abordaje desde el impacto social de la siniestralidad vial y sus consecuencias, centrada en el factor humano y la seguridad del pasajero.

Para Rodríguez, los siniestros viales “no son solamente ese hecho en sí, generan no solamente una preocupación a nivel profesional, sino que producen una gran connotación a nivel social. Familias enteras que ven realmente sufrir una transformación, con pérdidas humanas de su núcleo familiar que son irrecuperables, irreparables”.

Desde su experiencia en territorio trasmitió que el principal desencadenante, (prácticamente en el 97% de los siniestros viales) los protagonistas son los y las conductoras y su falta de recaudos. En ese sentido repasó los diferentes factores de riesgo que son responsabilidad personal, como el chequeo general del estado de nuestro vehículo a modo preventivo.

Rodríguez puso particular énfasis en la concentración en la conducción ya que los datos técnicos indican que “solamente para conducir un vehículo utilizamos un 65% de la capacidad de nuestro cerebro”.

Alertó sobre la falta de empatía a la hora de socializar en un ámbito vial, en la circulación diaria, así como lo efímero del impacto de las noticias relacionadas a los siniestros de tránsito, “generan una gran connotación en su momento y luego surge otro hecho que hace que éste quede prácticamente en el olvido. Entonces parecería que estamos tomando con normalidad hechos que deberían de ser una anormalidad, y ese acostumbramiento no debería de suceder” subrayó.

Sobre la seguridad del niño pasajero, el jerarca sostuvo que “muchas veces los padres o los adultos mayores subestiman el uso de este tipo de elementos” y esto dista de los datos que arroja la realidad ya que, está comprobado en diversidad de estudios que el uso correcto de un sistema de retención infantil reduce el riesgo de muerte más de un 70% en los niños pequeños”. En este sentido, subrayó que “la protección de niños y niñas en los vehículos no es un simple requisito legal. Tiene que ser un acto de amor y de responsabilidad por parte de los adultos”. 

Enfermedad traumática: la pandemia del siglo XX

El Dr. Luis Caillabet, Director del Instituto Técnico Forense propuso abordar la problemática desde el concepto de enfermedad traumática “por los aspectos sociales y epidemiológicos que conlleva el trauma en nuestro país y en el mundo”. El abordarlo como enfermedad traumática, lo ubica a la altura de las enfermedades cardiovasculares y oncológicas en el mundo y estableció que “el siniestro de tránsito y la enfermedad traumática son la pandemia del siglo XX”.

El Director del Instituto Técnico Forense desglosó diferentes componentes que desembocan en el trauma, observando la importancia que en nuestro país prime la política de alcohol cero, deshilvanando desde allí su combinación con diferentes variables que impactan en las situaciones psicoemocionales de quienes participan en el tránsito. 

Puso como ejemplo comportamientos como la admiración o llamar la atención, “quizás son esos que van a alta velocidad, tal vez muchos de los que hacen las picadas buscan la admiración” y agregó que por ejemplo “el estrés, la angustia, o la depresión, que llevan al consumo de fármacos que alteran lo sensorial” hace que las personas estén abstraídas de sus pensamientos “y van manejando, pero no se dan cuenta”.

Posteriormente detalló los mecanismos lesionales, comenzando por la cinemática, “qué es lo que produce un impacto frontal, un impacto lateral, los siniestros de tránsito con motos, los siniestros de tránsito con peatones”, planteó retóricamente. De ahí la relevancia de las medidas preventivas para mitigar las consecuencias “del impacto frontal cuando el vehículo está en movimiento y se produce una desaceleración bruta; el cuerpo sigue hacia adelante y va a tener un impacto hacia adelante y abajo o un impacto hacia adelante y arriba”. 

Explicó el daño originado por el impacto de un vehículo en el cuerpo de un peatón, en los motociclistas y las consecuencias físicas que sufren los individuos que muchas veces genera una incapacidad funcional genérica importante en la persona.

El forense, destacó la importancia de tratar de contextualizar los eventos que llevan al fallecimiento. “Por eso es que nos lleva tanto tiempo sacar los datos, porque en esa búsqueda de contextualizar y los hallazgos que puedan darse, son fundamentales para desarrollar políticas sanitarias, efectivas, para implementar medidas de control adecuadas, realizar análisis detallados para la evitabilidad de los siniestros” resaltó.

Finalmente, abogó por estrategias de prevención que permitan disminuir la enfermedad traumática, sugiriendo un protocolo de actuación con participación interinstitucional donde se centralicen los datos con el fin de generar estrategias aplicables en todo el territorio nacional. 

Sin dudas, un encuentro de especialistas de diferentes áreas, con una mirada de mediano y largo plazo que promoverá fortalecer las respuestas frente al escenario actual de la siniestralidad vial, sus causas y consecuencias.

 

Galería de imágenes

1 /

Descargar todas las imágenes (.zip 1.57 MB)
3 imágenes, 1.57 MB

Etiquetas