Preferilos a ellos

Los más vulnerables, siempre primero. No olvides que su carrocería es su propio cuerpo.

Ha retornado el movimiento al entorno de escuelas y liceos. Y como es habitual, se presentan múltiples alternativas de riesgo, tanto para los peatones como para los conductores.
Vehículos estacionados en doble fila frente a local escolar

El hecho es que unos y otros miden resistencia con herramientas diferentes frente a un potencial evento de tránsito.

Siempre el más vulnerable es el peatón. En este caso estamos hablando de niños y pre adolescentes; que suman a sus conformaciones físicas, características psico-biológicas que potencian la vulnerabilidad.

Es por ello que los vemos por allí conversando mientras caminan en grupo; gastándose bromas o ensimismados en sus teléfonos celulares, restando atención al entorno por donde van.

A su vez, los más pequeños en edad escolar corren con desventajas similares a la hora de tener un panorama acabado - dado su estatura, entre otros factores – de los escenarios donde se mueven.

Por ello es impotante que si los acompañás a la escuela, les muestres las complejidades del tránsito; las alternativas de cruzar en aquellos lugares señalizados donde los usuarios de la calle los eperann ver, y no entre medio de vehículos.

Pero también los conductores deben tomar nota del alerta doble que se debe generar cuando uno se aproxima a un centro educativo: bajar la velocidad, respetar las señalizaciones, tener en cuenta la vulnerabilidad potencial de quienes circulan en el el lugar.

Y sobre todo, evitar ser parte del problema, como cuando se ven tentados a dejar a sus propios chicos frente a la puerta del colegio, estacionando brevemente en doble fila “para ganar tiempo”. Puede que en el momento, no se tome nota de la barrera visual que significa un vehículo fuera de lugar, lo que a su vez alienta imprudencias de otros vehículos que pretenden rebasarlo, así como de los peatones (niños) que suman una dificultad más a la hora de interpretar el escenario en el que se están moviendo.

Finalmente; que acompañes a tu hij@ de la mano a la escuela, es una buena señal. Que cruces con él en mitad de la cuadra para llegar a la escuela, es una mala señal. Que tus señales sean a favor de la vida!

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