PNUD presentó la publicación “Grandes inversiones en Uruguay: oportunidades y riesgos”

Diseñar e implementar políticas en base a objetivos de desarrollo sustentable y contar con una activa participación ciudadana con incidencia en las decisiones del Estado es clave para que las grandes inversiones tengan un impacto positivo en el país. Estas son algunas de las conclusiones del séptimo Cuaderno sobre Desarrollo Humano, “Grandes inversiones en Uruguay: oportunidades y riesgos”, de la serie el “Futuro en Foco” que el PNUD edita en Uruguay desde 2013.
Partiendo del enfoque de desarrollo sustentable y desde estudios de casos y experiencias, la publicación analiza la situación de las grandes inversiones en el país, la mayoría de ellas provenientes de empresas extranjeras o de organizaciones estatales.
La presentación de la publicación tuvo lugar el viernes 21 de agosto en el Edificio de la Unión Postal y contó con palabras de apertura de la representante residente del PNUD en Uruguay, Denise Cook, y la presentación del coordinador de la publicación, Andrés Rius, y de Carlos Bianchi, del equipo de autores, ambos investigadores del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económica y de Administración de la Universidad de la República.
Asimismo, la publicación fue comentada por Ramón Méndez, presidente del Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático; Marcel Vaillant, docente e investigador del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales de la UdelaR; y de Álvaro Soutullo, invetigador y director de la Organización de la Sociedad Civil “Vida Silvestre Uruguay”.
Según el estudio, al Estado le corresponde diseñar e implementar políticas que hagan consistentes las grandes inversiones con los objetivos de desarrollo. En tanto, la ciudadanía, desde de la concepción de desarrollo sustentable, no debería “ser vista como beneficiarios o víctimas pasivas de ese accionar”, sino que debe influir en las formas de vida que deseen llevar adelante.
En definitiva, ante los impactos significativos de las grandes inversiones es esencial ejercer cautela en su promoción y procurar incidir desde el Estado para asegurar que democráticamente se procesen las decisiones que habilitan su existencia. Asimismo, ampliar y proteger espacios para el “debate constructivo” y el acceso a más y mejor información oportuna.
Recomendaciones
Evaluar de antemano, con la mejor evidencia disponible, los impactos de las grandes inversiones, directos e indirectos, de corto, mediano y largo plazo, sobre las dimensiones principales del desarrollo y el bienestar, y que esta no se limite a las inversiones iniciadas por extranjeros o actores privados de cualquier origen, sino que debería aplicarse también a los grandes proyectos públicos nacionales.
Explicitar en un debate público las incertidumbres que genere un proyecto de grandes inversiones, así como las razones para preferir una u otra opción. La experiencia de países que ya transitaron procesos similares puede ser muy.
Los costos y beneficios sociales y ambientales deben formar parte del diálogo público sobre grandes inversiones, y no quedar relegados a un rol subsidiario.
Los ritmos (reales o declarados) de los procesos económicos y de negocios no deberían imponerse sobre los de la toma de decisiones democrática, pero igualmente parece poco razonable que demandas de deliberación se usen como excusa para dilatar indefinidamente las decisiones.
Cuando el Estado, en representación de la sociedad, negocia los términos de acuerdos con grandes inversores, no parece razonable que mantenga condiciones de confidencialidad más allá de horizontes temporales limitados, y solo sobre cuestiones cuya publicidad temprana pudiera debilitar comercialmente al inversor.
Las carencias del marco estratégico y la institucionalidad para la gestión ambiental es solo un ejemplo de las debilidades del Estado uruguayo para gestionar la respuesta pública al crecimiento económico. “La evidencia internacional y alguna experiencia nacional indicaría que la estrategia de aprobar y después regular parece inadecuada e inferior a la de evaluar, regular y después aprobar”.
Fuente: www.uy.undp.org